Después de muchas idas y vueltas en la campaña electoral y como parte de la negociación para llegar a un acuerdo de candidatos, la Ciudad de Buenos Aires y el municipio de Vicente López ultiman detalles para el desembarco de Jorge Macri en territorio porteño bajo el rol de coordinador de políticas de gestión en la zona del AMBA, una jugada que le permitirá al intendente moverse con libertad para encarar el camino a las urnas en 2023, tanto en la provincia como en la Capital Federal. El movimiento se dará en medio de varios cambios en el gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, todos acordados en el armado de las listas que se presentaron este año.
Una vez concluidas las elecciones, Macri y Larreta mantuvieron varias reuniones esta semana y las definiciones podrían conocerse en los próximos días. En principio, el alcalde pasaría a ocupar el rol, que se crearía para él, de Ministro del AMBA, un espacio destinado a articular política pero también gestión entre dos territorios importantes que, en pandemia, demostraron ser casi una unidad. La CABA y el conurbano bonaerense.
En momentos de leer y acordar la letra chica del pacto, el cargo le permitiría coordinar acciones de transporte, seguridad y salud, por ejemplo, entre ambos distritos. Hasta ahora, en Uspallata funcionaba una Subsecretaría Cooperación Urbana Federal en manos de Lucas Delfino, que fue candidato a concejal en Hurlingham. Su rol lo mostró como articulador de Larreta con los distintos intendentes de todo el país, una acción que ahora encabezará Macri en una zona más limitada pero de alta importancia para los planes del 2023.
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Primo de Mauricio Macri, Jorge resistió el desembarco de Diego Santilli en la provincia por ser porteño. Después de varias negociaciones, el intendente de Vicente López dio un paso al costado y acompañó la fórmula del ex vicejefe de Gobierno porteño que, como él, tiene pretensiones de gobernación para las próximas elecciones.
Sin la posibilidad de reelegir en Vicente López, la jugada de Macri tiene dos lecturas. Por un lado, intentar sortear, por cuestiones de interpretación, la ley que se sancionó durante el gobierno de María Eugenia Vidal y que prohíbe las re-reelecciones de los intendentes. Al abandonar su cargo por dos años, tal vez tenga la chance de volver a presentarse. Pero, en realidad, lo más importante pasará por sus posibilidades para ser el próximo gobernador de Buenos Aires.
Al abandonar la intendencia, su rol de articulador le permitiría tejer vínculos más estrechos con intendentes de todos los signos políticos, recorrer sin descuidar el cargo e incluso abrirse una puerta en la Ciudad. No faltan quienes piensan que, eventualmente, podría postularse a la jefatura de Gobierno porteña. En principio, las aspiraciones sólo se limitan a territorio bonaerense donde ya hay varios anotados.
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Santilli es el proyecto larretista en la provincia para el 2023, Cristian Ritondo también expresó su deseo en el mismo sentido y varios intendentes, además de Macri, pidieron, cuanto menos, formar parte de la mesa de discusión de candidatos. Los alcaldes PRO apuntan a que el próximo mandatario bonaerense sea alguien de Buenos Aires, si lidera un municipio, mejor.
No será ese el único cambio en el Gabinete de Larreta. A partir del 10 de diciembre, con la modificación de la ley de ministerios, el vidalismo desembarcará con cargos ejecutivos en la CABA. El acuerdo electoral señaló a Emmanuel Ferrario, primer candidato a legislador porteño, como el próximo Diego Santilli, vice de la Ciudad.
En Justicia, en tanto, aparecerá el nombre de Gustavo Ferrari, ambos hombres trabajaron con Vidal durante su paso por la gobernación. Para ello, se deberán separar los ministerios de Seguridad y Justicia, ya que actualmente funcionan como una unidad, y Marcelo D'Alessandro seguiría al frente de las fuerzas de seguridad. Patricia Bullrich no propuso ningún nombre para ese cargo pero la figura del actual ministro quedó en el centro de las críticas por el asesinato de Lucas González a manos de la Policía de la Ciudad.