La mesa nacional de Juntos por el Cambio acusó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de tener una posición "delictiva" y "conspirativa" contra el presidente Alberto Fernández. Lo afirmaron en un comunicado, en el que hicieron hincapié en la carta publicada por la exmandataria en la que expuso que los cuatro supremos tienen "escrita" y "firmada" su condena en una causa judicial, recordando que dos de ellos, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, fueron designados por el ex mandatario Mauricio Macri.
"Advertimos con preocupación la posición delictiva y conspirativa de la Señora Vicepresidente, no sólo vacía la figura presidencial, sino que también atenta contra el resto de las instituciones", señalaron. Estas declaraciones se dan tras el video de la ex mandataria en el que cargó contra la Corte Suprema y denunció la connivencia entre Juntos por el Cambio y la justicia.
El documento afirmó que la coalición opositora reunió a sus referentes, quienes expresaron "su máxima preocupación por la crisis sin precedentes que estamos atravesando y que continuará empeorando". Según sostuvieron, "esta falta de dirección, nutrida de una crisis política y moral del gobierno produce una profunda descomposición del tejido social" y señalaron al Presidente, la Vice y el Frente de Todos como "los únicos responsables de este descalabro".
En ese marco, los dirigentes de Juntos por el Cambio apuntaron el video de la Vice, señalando que esta "realizó un nuevo embate contra la Corte Suprema en otro intento por someter a un poder del Estado para avasallar las instituciones y garantizar su impunidad" y que Alberto Fernández horas después "adhirió al embate elevando el nivel de gravedad institucional". Según sostuvieron, "asistimos a la persecución de un interés meramente personal que pone ante el abismo a toda la Nación".
Luego de los videos de la Vicepresidenta, en los que sugirió que la justicia tiene "escrita" y "firmada" la sentencia en su contra por la causa por la obra pública en Santa Cruz, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional repudió los dichos de la ex mandataria a través de un comunicado y advirtieron sobre el "contexto de debilidad económica y social".
Desde Juntos por el Cambio, afirmaron, "este hecho de altísima gravedad institucional se suma a una agenda totalmente disociada de los problemas de los argentinos". En ese marco, expresaron su "preocupación la posición delictiva y conspirativa de la Vicepresidente", que "no sólo vacía la figura presidencial, sino que también atenta contra el resto de las instituciones"
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En ese marco, sostuvieron que "a ciudadanía vive a diario presa de la inseguridad, la pérdida del dinero por causa de la inflación descontrolada, dificultades para sostener o conseguir un trabajo digno y un sistema educativo que no prepara a nuestros hijos para el futuro", mientras que "el Gobierno somete a los argentinos a una constante incertidumbre que no hace más que profundizar los problemas de todos los días".
"La falta de un plan y su permanente improvisación les impide reconocer los problemas y trabajar para solucionarlos. Esto genera más inestabilidad, más inflación y más pobreza. Y como si esto fuera poco, sus luchas internas por el poder le echan nafta al fuego de la conflictividad social liderada por los propios miembros del Frente de Todos y en constante incremento en todas las calles del país", concluyó el comunicado.
Participaron de la reunión que se llevó a cabo de manera virtual Mauricio Macri, los presidentes de los partidos: Patricia Bullrich (Pro), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal); el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; los gobernadores Gustavo Valdéz (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza); los senadores nacionales Alfredo Cornejo, Humberto Schiavoni, Luis Naidenoff y Martín Lousteau; los diputados nacionales Cristian Ritondo, Mario Negri, Juan Manuel López, María Eugenia Vidal y Margarita Stolbizer; la diputada bonaerense Maricel Etchecoin Moro; y los dirigentes Ernesto Sanz y Ramón Puerta