Néstor Grindetti, intendente de Lanús, le abrió las puertas del conurbano a Mauricio Macri y recibió la bendición del ex presidente para avanzar con el armado de una candidatura local que pueda disputar la gobernación bonaerense. Para el jefe comunal, Buenos Aires debería dejar de importar figuras para pasar a estar conducida por alguien que conozca las complejidades del territorio pero, sin vetar a nadie, apuesta por un acuerdo que unifique al PRO detrás de una sola boleta.
Para el intendente, todavía quedan muchas cosas por charlar dentro del PRO y de la coalición pero el plan de gobierno deberá ser consensuado. Rechaza las posturas libertarias orientadas al libertinaje y niega que Macri sea un liberal o, incluso, neoliberal. Sin embargo, se muestra proclive a escuchar y dialogar con todos los sectores para, después, tomar decisiones.
En diálogo con El Destape, Grindetti reflexiona que el cambio no puede hacerse en 100 horas, como dijo Horacio Rodríguez Larreta, ni en mil días, uno de los aprendizajes que les dejó la gestión de Cambiemos. La relación con el jefe de Gobierno quedó tirante post 2021, cuando el porteño no respetó un acuerdo con los intendentes, un pacto por el cual todos los aspirantes a la gobernación partirían desde la misma línea de largada. Sin embargo, asegura que su vínculo no cambió y que sólo discuten por fútbol.
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ED: ¿Cómo ves, en general, a Juntos por el Cambio?
NG: Juntos por el Cambio tiene dos activos realmente muy importantes que hay que cuidarlos. Uno es que estamos juntos después de haber perdido dos elecciones muy importantes, nacional y provincial, mantenerse dos años unidos muestra alguna inteligencia y creo que nos fortalece de cara a lo que viene. Es raro un espacio con cierto eclecticismo, porque no somos todos lo mismo, que después de haber perdido dos elecciones de esas características esté unido. Es un activo importante, y el otro es que tiene varios candidatos, que puede ser visto, o algunos lo ven como una debilidad, pero yo lo veo como una oportunidad, como una fortaleza de cara al año que viene. Esas dos cosas hay que cuidarlas. Una forma de cuidar, sobre todo la segunda, es no estar hoy dirimiendo quién es el mejor candidato. Hay que estar mirando para adelante, crecer, buscar más gente y, a partir de ahí, fortalecernos para el año que viene y ahí sí ver quién es el mejor candidato pero hoy es un momento de escuchar a la gente, escuchar qué necesita y empezar a preparar un plan, ideas para transmitirlas el año que viene.
ED: Se puso de moda el debate de si es más importante estar juntos o mostrarse como una alternativa de cambio. ¿Vos priorizás la unidad?
NG: La unidad la doy por hecho. Sin unidad, no llegamos. Lo del cambio creo que es un tema táctico y que, cuando hagamos la sintonía fina, nos vamos a poner de acuerdo. El cambio no se puede hacer en 100 horas pero tampoco se pueden esperar mil días. Y esto lo va a entender cualquiera que se ponga a analizar el tema, entonces tenemos que ver cómo empezamos el cambio en forma creíble, sustentable el primer día. Para lo cual nos tenemos que poner de acuerdo en una batería de medidas y nos vamos a poner de acuerdo.
ED: ¿Sólo en el PRO? ¿Cómo se aplica el concepto de consenso?
NG: Es Cambiemos, es con la Coalición Cívica, con el radicalismo y con el peronismo que se va a ir sumando, que es el peronismo, por un lado de Pichetto, y después lo que estamos haciendo con Hacemos en la provincia que es un peronismo territorial que no está comulgando con el kirchnerismo y que está buscando un lugar donde compartan proyecto y valores.
ED: ¿Cuál es tu opinión sobre los libertarios? Se conoció una reunión virtual de Macri con Milei.
NG: No coincido para nada con ese espacio político porque hacen un planteo de las libertades que es un libertinaje. Vos no podés llevar las teorías liberales económicas in extremis a la vida cotidiana. No hay sociedades que funcionen, en la historia de la humanidad, en el anarquismo porque es la ley de la selva. Entonces vos necesitás un Estado que dirima, un Estado que ordene, un Estado que regule, obviamente en su medida y armoniosamente. Yo no digo que tiene que haber un Estado elefantiásico, como es el argentino, pero no por eso vamos a ir a un no Estado. No porque haya un mal Estado vamos a plantear que no tiene que existir el Estado.
ED: Si no comulgás con esas ideas, ¿te resulta chocante que haya un sector que todavía siga coqueteando con ese espacio? Y, por otro lado, ¿cómo ves la figura de Espert?, dado que el año pasado se llegó a hablar de una gran elección primaria, algo que no se concretó.
NG: No creo que sea un coqueteo. Creo que hay que escuchar a todos, hay que hablar con todos, no hay que ser prejuicioso y, después, hay que sacar conclusiones. Mauricio, y lo conozco mucho, no es liberal, ni neoliberal.
ED: ¿Qué es?
NG: Si lo querés etiquetar, diría que está más cerca de un desarrollismo, productivismo, de alguna cosa que tiene que ver con el desarrollo sustentable desde la generación de trabajo, que con el liberalismo. Porque, la verdad, salvo a los libertarios ahora, yo no había escuchado nunca un liberalismo llevado al extremo que te diga que, en el límite, una persona puede comercializar sus órganos porque es libre. Me parece que es como mucho. Yo le digo a todo el mundo que cierre los ojos e imagine, por un momento, una sociedad en esas condiciones. Es decir, el más fuerte gana. ¿Quién es el más fuerte? El que más poder tiene, entonces no va a ser una sociedad justa nunca. Ahora, alguna idea en temas regulatorios, donde el Estado argentino se mete y no se tendría que meter, yo estoy dispuesto a escucharla. Espert me parece una persona que tiene ideas mucho más cercanas a algo realizable que lo que plantean otros libertarios.
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ED: ¿Cómo está la relación con el radicalismo?
NG: En la provincia estamos muy bien, trabajo muy bien con Maxi Abad. Realmente lidera el espacio. Creo que seguramente habrá una interna el año que viene. Tengo que confesar que hasta antes de las últimas PASO, las PASO eran una cosa que no me gustaban mucho, me resultaban un incordio, una pérdida de tiempo pero, al contrario, creo que salimos muy fortalecidos de la interna. Seguramente tendremos diferencias tácticas, si las podemos poner de acuerdo y armamos una lista, fenómeno. Pero, si no, están las PASO.
ED: ¿No descartás la posibilidad de una fórmula cruzada?
NG: No descarto nada pero tampoco me parece una cosa demasiado cercana. Me parece que son todas interpretaciones de cuestiones coyunturales, que uno se junta con el otro y entonces se interpreta que… pero falta para eso.
ED: Dijiste que una de las fortalezas es tener varios candidatos, ¿por qué?
NG: Por tener un menú de distintas personas físicas que, frente a un plan común o consensuado, ofrezcan a la gente más garantía. No podemos ir 18 personas a una interna, se va a ir ordenando solo eso. Pero el tema de que haya varios me parece bueno. Claramente hay uno que lleva unos centímetros, metros de ventaja, un primus inter pares, que es Mauricio producto de que fundó el PRO, Cambiemos y que es un ex presidente. Está un poquito más adelante pero eso hay que dejárselo a él, ver cómo se desarrollan las cosas, si quiere o no quiere ser candidato.
ED: ¿Por qué le abriste la puerta del conurbano a Macri? ¿Cómo fue que apareció en escena?
NG: Con él más o menos me junto una vez por mes desde que dejó de ser presidente. Este es un año donde hay que escuchar mucho a la gente, tener empatía, porque después tenemos que hacer una oferta electoral y no se puede hacerla desde un escritorio. Charlando de ésto, empezamos a hablar de los barrios de Lanús y recordamos este lugar donde fuimos, que era una casa recuperada, era un búnker que volteamos con Patricia (Bullrich), el Cabezón (Cristian Ritondo) y la gente nuestra. Le dije “¿por qué no vamos a ver a la gente esta? Ya fuimos una vez, por qué no vamos” y me dijo que sí. No preparamos nada, no había 20 mil personas, era la gente del barrio, ni siquiera había militancia nuestra. Me parece que le gustó, que sintió que había buena onda de la gente. No se cómo seguirá porque no es un programa, no fue un evento, surgió de charlas. No es campaña, la campaña no eso.
ED: ¿Tenés pensado ser como una especie de padrino de su vuelta al conurbano o fue solamente este episodio en Lanús?
NG: Estoy caminando toda la provincia porque me parece que hay que tener mucha empatía con la gente, conocer realidades que por ahí uno las teoriza pero no las vive. Ser padrino de Mauricio me suena a mucho. Obviamente las puertas de Lanús están abiertas para él, para Patricia, para Horacio. También para los que se supone que hoy son candidatos y que, podrían ser, si yo quiero ser, competencia mía. Pero el colorado (Diego Santilli) viene a Lanús, el Cabezón viene a Lanús, yo estuve en lo de (Javier) Iguacel (Capitán Sarmiento).
ED: ¿Cuáles son las expectativas que tenés respecto a una posible candidatura tuya?
NG: No voy a renovar en Lanús, por lo cual obviamente miro otras cosas. En este momento no muero por ser candidato a gobernador y por lo tanto no mato por ser candidato a gobernador. Me estoy tomando este año para seguir administrando Lanús como corresponde pero para aprender todo esto que estoy diciendo (NdR: las distintas realidades bonaerenses). Si el año que viene se da, yo lo voy a intentar y veremos cómo está el resto. Va a depender de este trabajo que hagamos con la gente. No me cabe ninguna duda, y lo demostramos en Lanús, que lo que garpa en política en este momento es la cercanía con la gente. Pero no para sobarle el lomo sino para escuchar. El resto hará lo mismo, algo distinto. Veremos el año que viene. Pero vamos a tener la capacidad de ponernos de acuerdo.
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ED: No va a haber PASO
NG: No, no. Para mí no hay necedad en ese nivel dirigencial nuestro. Nos vamos a poner de acuerdo. Dentro del PRO yo no veo que haya PASO. Sí con el radicalismo.
ED: ¿Por qué creés que Macri decidió apoyar la construcción de los intendentes para tener un candidato local para Buenos Aires?
NG: Creo que Mauricio fue mucho de batir el parche respecto de la importancia de la territorialidad. Ese concepto lo tiene muy incorporado, el tema de la cercanía y empatía con la gente. A mi me parece que lo ideal es que un ex intendente sea el candidato el año que viene, si no, alguien que tenga experiencia en la provincia, que sepa más o menos cosas de la provincia. No importemos más candidatos porque manejar de forma ejecutiva la provincia es un tema. Es muy vasta, diversa social y geográficamente, si alguien llega y tiene que aprender dónde queda La Plata…
ED: El año pasado se le abrieron las puertas a Santilli. Entiendo que se criticó, desde el PRO bonaerense, esa actitud y la actual resistencia a una candidatura a gobernador del diputado. Como dos hechos contradictorios.
NG: Es legítimo que Santilli quiera ir a la provincia. Una cosa es una elección legislativa y otra cosa es una ejecutiva. Pero, dicho esto y teniendo Santilli toda la legitimidad del caso, a mi me parece que para ser gobernador de una provincia es importante haber tenido alguna experiencia. Lo ideal es que lo sea un ex intendente, pero el Cabezón Ritondo fue ministro de Seguridad, por lo menos la tiene recorrida.
ED: ¿Cómo está la relación con Larreta? Hasta hace dos meses, antes de la aparición de Macri, manejabas la construcción de candidaturas locales pero, a nivel nacional, estabas más cerca del armado jefe de Gobierno.
NG: La relación con Horacio está igual que siempre, está bien. Lo que pasa es que Mauricio es un primus inter pares entre los liderazgos que hay internamente, de eso no hay duda. Si aparece uno, lo atiende, lo recibe, habla con él y discutimos y buscamos consensos. Con Horacio no cambió nada. Por ahí, el hecho de aflorar un poquito más Mauricio en los medios, parecería que uno está más de ese lado pero yo no cambié el trato con Horacio, para nada, al contrario.
ED: Vos dijiste que Macri merece un segundo tiempo, ¿por qué?
NG: Creo que quedaron cosas pendientes, hoy reconoce errores que se cometieron y está dispuesto a enmendarlos, y porque está en condiciones de sacar al país de donde estamos. Es un liderazgo. Mi opinión es que lo merece, obviamente hay que ver lo que dice la gente. No se si va a ser candidato. Hablo en términos de merecimiento desde dos lugares, las capacidades pero fundamentalmente desde el reconocimiento de algunos errores. No hay que ser cerrado, dogmático y cuando alguien se equivoca, hay que darle una oportunidad. Yo le daría una segunda oportunidad.
ED: ¿Creés que pueden llegar a tener algún impacto desfavorable las causas que lo tienen como protagonista? Correo, parques eólicos, peajes, espionaje ilegal…
NG: No es que la gente no le da importancia a los temas de corrupción, pero hoy es tal la preocupación con el tema inflación, inseguridad, que no se si son temas determinantes. Además, está repartido, en todos los partidos pasa algo o hay un tema de estos. Con lo cual, no se si inclina… seguramente en algunos sí, pero lo planteo como duda.
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ED: ¿Qué opinás sobre dos temas que están impulsando los gobernadores: Corte Suprema y subsidios?
NG: Corte Suprema creo que hay que dejarla como está. Vos no hacés federalismo con la Corte Suprema, el federalismo se hace en el Senado y el Senado elige la Corte Suprema. Con los subsidios lo que hay que hacer es mostrar un plan creíble, sustentable, sensato de reducción en el tiempo, vos no podés reducir de un día para el otro. Con el tema de los planes, que es más complejo, creo que si al sector privado le decís “al que tome un planero le bajo por cinco años los aportes patronales, yo te pago un cuarto de subsidio y el otro lo pagás vos”, ahorraste un cuarto de subsidio e incentivaste al tipo para que lo tome. El otro día Patricia dijo que en seis meses los iba a eliminar, no creo que sea tan sencillo hacerlo de esa manera. Tampoco podés decir en mil meses, porque no resiste. Que hay que bajarlos, hay que bajarlos. Los subsidios tienen que ser determinados para salir de situaciones determinadas y con un fondeo genuino y no infinito. Después hay grandes injusticias, que un boleto de colectivo acá salga no se cuántas veces más que en Córdoba… los intendentes del interior braman contra nosotros.
ED: Mencionaste las declaraciones de Bullrich sobre los planes sociales, ¿creés que impacta de forma negativa la instalación de este tema, de la reforma laboral, el debate por la dolarización?
NG: Esas son posturas de ella que va a haber que discutir para ver si hay consenso. Ella, en realidad, no habla de dolarizar sino de bimonetizar. Me parece que hay cuestiones que hay que discutirlas todavía, está bien que las diga ella como idea de ella, pero a mi me gustaría que las debatamos un poco para ver qué factibilidad tiene y vamos a tener que estar todos atrás de un candidato. No creo que esté pensando que en seis meses se pueden sacar los subsidios, creo que se entusiasmó.