Como una familia ensamblada, la estructura del PRO más duro empezó a trabajar con la de La Libertad Avanza para intentar lograr una red de fiscalización potente en el balotaje. Uno de los objetivos pasará por pulir los errores que tuvo el equipo de Javier Milei en las elecciones generales. Ambos espacios se cubrirán a sí mismos para no tener huecos en ningún punto del país, con fuerte presencia en el conurbano bonaerense.
Para el libertario, será importante la presencia del segmento de Juntos por el Cambio que decidió aliarse con él. El PRO se metió de lleno en el armado de la fiscalización, pero no de la campaña (según insistieron desde ambos bandos), y puso a disposición de Milie un ejército de voluntarios recopilados durante las últimas elecciones.
Aquellos que manifestaron sus ganas de cuidar los votos de Patricia Bullrich quedaron expuestos a una convocatoria en favor de Milei. “La estructura es la misma”, dijo una fuente macrista de fuerte llagada a la ex candidata. El desafío pasará por lograr la colaboración aceitada entre La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio.
Por el momento, el trabajo de estos días fue de trazo grueso. Los detalles se pulirán con el correr de los días. El ensamble apareció como el primer reto para ambos armados, competidores hasta hace dos semanas. Se propusieron lograr que cada fuerza política pueda cubrir los “huecos” dejados por la otra.
Si en una mesa el PRO no puede poner un fiscal, que lo ponga Milei y viceversa para intentar asegurar un fiscal por mesa y un responsable de escuela. La estrategia no sólo buscará rellenar los lugares vacíos con voluntarios del partido aliado sino también reclutar nuevas almas para ensanchar las filas mileimacristas.
Es que La Libertad Avanza se encontró con el enorme problema, en los comicios generales, de tener muchos voluntarios inscriptos para fiscalizar y pocos contactos con las bases de datos digitales. Muchos nunca fueron contactados por los referentes locales, lo que redundó en una falta de controladores de votos y telegramas en la noche del 22 de octubre.
Por eso, se avanzó en un nuevo esquema para poder reclutar a más personas. Una plataforma creada sólo para este balotaje, compartida con el macrismo migrante, que se sumará a los datos ya cosechados durante este año.
Según los datos oficiales, el domingo de las elecciones habrá 104.577 mesas en 16.950 escuelas de todo el país. Con un fiscal por mesa, Milei necesitará más de 100 mil voluntarios y, en caso de querer tener más de uno, sobre todo en las zonas más caldeadas, podría necesitar un 50% extra. Un número para nada sencillo de conseguir, sobre todo si se tiene en cuenta que la UCR se puso en contra del libertario.
Dentro de las zonas más complejas, la primera y tercera sección electoral del conurbano aparecieron como objetivos de cara al 19 de noviembre. Entre las dos, suman más de nueve millones de votos. En Buenos Aires, ni Milei ni Bullrich tuvieron un gran desempeño en octubre. Ambos pelearon, muy por detrás, por el tercer puesto.
En la provincia, el PRO puso a trabajar a su estructura halcona para aceitar el funcionamiento de la fiscalización con la misma lógica nacional, la del ensamble. La alianza electoral puso tres vías de alimentación sobre la mesa: las bases de datos amarillas, las de La Libertad Avanza y la convocatoria a nuevos voluntarios sólo para la segunda vuelta.
Cada uno de los espacios trabajará con sus propios dirigentes y referentes territoriales, se dividirán la presencia en escuelas y en circuitos electorales, al tiempo que buscarán una cómoda coordinación para ese desempeño en conjunto. A diferencia de octubre, se consideró que, esta vez, no habrá tantos inconvenientes al tener sólo dos boletas que controlar.
Ese control estará orientado a la garantía de la oferta electoral en el cuarto oscuro, la presencia de un fiscal activo por mesa – como ideal -, y de un responsable de escuela. Pero, sobre todo, la verificación de los certificados y actas al cierre de la votación. Sólo en Buenos Aires, se necesitarán unos 40 mil fiscales de mesa y unos 7.100 responsables de escuela.
El número, sin embargo, no será el único problema. Uno de los grandes desafíos pasará por la capacitación, un ítem que le falló al espacio liberal-anarcocapitalista en octubre. Los fiscales no tuvieron una buena formación y, de hecho, se dio el caso de que algunos firmaron el acta y el telegrama antes de comenzar con los comicios. Básicamente, dieron su conformidad con los datos recabados – al final de la jornada – anticipadamente al inicio de la jornada democrática.
En forma paralela al armado territorial, Javier Milei retomó su agenda de campaña. El sábado volvió a realizar recorridas, en este caso en tierras bonaerenses, pero también irá al interior del país, aquellos lugares en los que sienta que puede crecer. El libertario no se consideró “guardado” tras la aparición de Mauricio Macri sino limitado por el hecho de ser una persona en solitario, sin la estructura de, por ejemplo, el PJ. Tiempo, físico y energías finitos.