Esta semana se conocerá al candidato de unidad del PRO para competir en la Ciudad de Buenos Aires en elecciones internas contra el radicalismo, ramas del liberalismo dentro de Juntos por el Cambio y otras expresiones de la alianza que buscarán la conducción de la Capital Federal. El nombre será el de Fernán Quirós, ministro de Salud, o el de Jorge Macri, titular de la cartera de Gobierno. Pero lo que todavía quedará vacante será la selección del vice o la vice, cargo para el que ya hubo una especie de promesa por parte de Horacio Rodríguez Larreta con el fin de “guardar” el puesto a alguien que funcione como una continuación del legado larretista.
Trespuntozero, Aurelio e Isonomía fueron las tres consultoras aceptadas por las partes para seleccionar al mejor candidato según algunos parámetros negociados entre todos. Con elecciones concurrentes, no solamente deberían tenerse en cuenta los factores clásicos como conocimiento, imagen e intención de voto sino también quién es el más apto para atraer las voluntades liberales que puedan quedar sueltas ya que Javier Milei no pegará su nombre al de Ramiro Marra. O cómo hacer para que los sectores más progresistas no se vayan todos hacia las opciones del Frente de Todos o la UCR, con quien será la principal competencia.
El sector referenciado en Jorge Macri está convencido de que será el gran ganador de esta serie de encuestas dispuestas, casi como una pantalla, para darle una salida elegante a Fernán Quirós pero, sobre todo, a Horacio Rodríguez Larreta que no logró traspasar su intención de voto al titular de Salud. La razón es lineal, si todos los sondeos realizados hasta ahora lo mostraron arriba de cualquiera, el panorama no debería cambiar en tan poco tiempo. En Salud prefieren esperar los resultados y activaron campaña callejera.
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Martín Lousteau estará en Buenos Aires para conocer al adversario macrista luego de un viaje que lo tuvo, esta semana, en Italia para un encuentro de ciudades. Tranquilo, el radical no encontró una interna en la Capital y hasta construyó un vínculo con la conducción nacional de partido a cargo de Gerardo Morales. Incluso consiguió la igualdad de condiciones en la competencia, tan reclamada y que tantas críticas le valió, de parte del PRO, a Larreta.
La gran incógnita, después de esa definición, serán los vices. ¿O el vice? Cuando Larreta decidió pararse firme frente al macrismo y proponer diversos candidatos para tener fuerza de negociación, proliferaron los nombres para competir internamente contra Jorge Macri. Entre ellos, el vidalista Emmanuel Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura que se bajó de la carrera como una inicial muestra de acuerdo entre los bandos. La segunda, la ministra de Educación, Soledad Acuña.
Acuña es una dirigente muy cercana a Larreta, casi tanto como María Eugenia Vidal. Trabajan juntos hace 25 años, se conocen muy bien y el jefe de Gobierno le hizo una promesa. Cuando ella le planteó, hace un mes, que no iba a competir para conducir la Ciudad por entender que había candidatos más competitivos, él le propuso que se quede en la Capital Federal como vicejefa del que resulte electo en la interna.
De este modo, la consagró, al menos con el compromiso de la palabra, como la continuidad de la gestión larretista en la Ciudad. La vio como su sucesora, como su heredera. Como la posibilidad de que, aún con una figura puesta por Mauricio Macri – como se espera que suceda dentro del PRO tras la selección de Jorge como candidato – o aún ante una derrota frente a la UCR, haya un poco del “pelado” en la conducción.
Este compromiso no fue privado ni parte de una charla de café. Quedó plasmado en una publicación en redes sociales el 2 de mayo, el día que eligió la ministra para bajarse de la carrera, y “debería suceder”. “¡Vamos Sole! Confío en tu liderazgo y tu capacidad, por eso creo que sos un gran valor para integrar la fórmula que de la mano del PRO continúe las transformaciones que venimos llevando adelante. Con Sole y con millones de argentinos los vamos a lograr. ¡Hagamos el cambio de nuestras vidas!”, sostuvo.
El 25 de mayo se encargó de volver a ponerla en el centro de la escena con un acto meramente de gestión pero que los tuvo codo a codo en una escuela porteña para llevar adelante un tradicional acto por la fecha patria. Fueron los protagonistas de la foto pese a que participó todo el gabinete para, luego, trasladarse a la Catedral para el Tedeum. Allí hubo una imagen con los dos posibles precandidatos, Macri y Quirós. Luego, Larreta tuvo actividades por separado con cada uno de ellos.
El jefe de Gobierno se dedicó a jugar al misterio y si bien siempre quedó en claro que apoyó a Quirós, lo cierto es que nunca dejó de sacarse fotos con todos y caminar con cada uno de ellos, incluso con el nombre de la UCR. Por eso, Jorge Macri tampoco cortó los hilos. El martes no estuvo como representante porteño en un acto que tuvo a Néstor Grindetti, Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy en el centro de la escena. Los tres precandidatos halcones por la provincia, la nación y la CABA respectivamente. Todavía el juego es doble desde ambos lados.
Eso terminará esta semana. La modalidad de la comunicación se estaba definiendo: si será por redes, con una foto de los tres, algún video, algún acto o conferencia de prensa. La elección de Grindetti, por ejemplo, demandó reuniones privadas con los equipos de campaña y los otros posibles nombres en pugna para, luego, publicar una imagen doble en las cuentas de los protagonistas.
Más allá de eso, ahora restará la pregunta del acompañante. Porque a este misterio no le quedan muchos minutos de película. ¿Podría Acuña ser candidata de todos, como se comprometió Larreta? Ella está para acompañar a cualquiera de los dirigentes que vaya por la jefatura de Gobierno. Y la ley así se lo permite.
Según la legislación de las PASO porteñas, en la instancia de internas – que se harán el 13 de agosto junto a las nacionales pero con boletas y modalidades diferentes – sólo se eligen candidatos a jefe de Gobierno, diputados y miembros de las juntas comunales. No a los vicejefe de Gobierno. Por lo tanto, este nombre no tiene que dar a conocerse en lo inmediato. De hecho, fue prácticamente descartado que esta semana se publicite algún tipo de fórmula.
Lo cierto es que Lousteau ya manifestó, en más de una ocasión, su intención de tener una boleta mixta con un vice o una vice del PRO para generar una verdadera coalición. Dentro de los nombres podría sonar el de María Migliore, de Desarrollo Social. También, una larretista pura con un perfil mucho más parecido al hombre de la UCR. Pero, según el compromiso de Larreta, debería ser Acuña.
En el caso de que el PRO gane la interna y se corrobore esa promesa del jefe de Gobierno a su ministra, la fórmula sería 100% amarilla. Según trascendió, antes de bajarse de la carrera Acuña habló con Macri y él le garantizó un lugar en la estructura. Luego eso se relativizó, pero no se la descartó para nada como posible compañera. Aunque también en algún momento se especuló con la mixtura generada con una dupla con la UCR.
La legislación le dará tiempo al candidato a elegir a su acompañante. También a las estructuras y a las negociaciones. Si el artículo 3º de la ley de las PASO porteñas excluye la elección de un vice en las PASO, el 39º especifica que su selección se dará dentro de las 48 horas de recibida la notificación de la proclamación del postulante para la conducción máxima de la CABA. Algo que rige para cada agrupación política.
Según el mismo artículo, los candidatos a intendente ganadores de su interna no podrán optar por otros precandidatos que hayan participado de las PASO de otras agrupaciones políticas y el o la designado no deberá ser rechazado expresamente por el máximo órgano de su agrupación política. O sea, el nombre no tendrá que disputar la conducción de la Capital para poder quedar “libre” para una selección posterior para integrar la fórmula. La rosca seguirá.