Espionaje ilegal: el Congreso analiza investigar las reuniones de Bullirch con espías

El Destape reveló las reuniones secretas de la ex ministra de Seguridad con espías y operadores judiciales.

27 de mayo, 2021 | 05.00

La Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso analiza investigar las reuniones que Patricia Bullrich mantuvo con espías y operadores judiciales cuando fue ministra de Seguridad de Mauricio Macri, tal como reveló El Destape. Sorprendidos por la investigación, los diputados ultiman los pasos a seguir por estas horas y alguno se atrevió a asegurar que avanzarán con citaciones. Mientras tanto, dentro de Juntos por el Cambio no se mostraron sorprendidos con la información exclusiva de este medio e incluso arriesgaron que puede llegar a servirle a la presidenta del PRO. De todos modos, una hipótesis se impone: en los escándalos, mejor dejarla sola y no chocar con ella.

A poco de conocerse los detalles de La Cueva de Pato, distintos integrantes de la Comisión Bicameral de Inteligencia aseguraron a El Destape que es probable el inicio de una investigación parlamentaria pero aún no lo definieron. Uno de ellos sostuvo que "seguramente" la abrirán y no descartó citar a la propia Patricia Bullrich a declarar. Otro entendió que convocarla sería un error porque le levantaría el precio. Un tercero se limitó a arriesgar un "veremos" dado el poco tiempo transcurrido entre la revelación de la información y la consulta de este medio.

Patricia Bullrich, actual presidenta del PRO, mantuvo una agenda intensa con espías hoy procesados mientras fue ministra de Seguridad. Se reunió con los protagonistas de las causas emblemáticas de persecución política, según surge de los registros de ingreso a la cartera que condujo durante el gobierno de Mauricio Macri, a los que accedió El Destape. Según revelaron Ari Lijalad y Franco Mizrahi, además de tener contacto con la mayoría de los procesados en el caso D’Alessio, también recibió ella o su mano derecha a agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que terminaron procesados en otra investigación clave sobre el espionaje macrista, la que se inició en los tribunales de Lomas de Zamora.

Al cierre de esta nota, Bullrich no respondió las consultas que le hizo El Destape para conocer su postura o descargo frente a estas informaciones. De todos modos, desde el PRO aseguraron que no le moverá el amperímetro porque "lo de D'Alessio es viejo", porque no es raro pensar en una relación entre una ministra de Seguridad y funcionarios de la Agencia Federal de Inteligencia y porque entra en la lógica de la grieta.

No sólo intentaron argumentar que D'Alessio fue al ministerio para pedir trabajo y Bullrich lo rechazó, como contó la ex funcionaria públicamente, sino que compararon la situación con la investigación de espionaje ilegal que tramita en Lomas de Zamora. Dijeron que la pesquisa es dirigida por un "juez K" y que en este caso La Cueva de Pato salió en un medio contrario a Cambiemos, por lo que no escapará a la grieta y no irá más allá. Incluso, cerca de Horacio Rodríguez Larreta lamentaron que tal vez esto le sirva para ser la próxima presidenta. "Tal vez no la siguiente, pero en algún momento", aclararon desde otro sector del PRO.

Sola

Patricia Bullrich es una dirigenta necesaria para Juntos por el Cambio pero peligrosa. Contiene al núcleo duro pero nadie quiere estar cerca suyo, de copiloto, para no chocar en el mismo auto. Aseguran que siempre está por desbarrancar y chocar contra la banquina y ninguno quiere ser la víctima de ese siniestro.

Por eso, en episodios clave decidieron dejarla sola. No la respaldaron cuando dijo que el Gobierno debería entregarle las Islas Malvinas a Pfizer por unas dosis de vacunas contra el coronavirus. Tampoco lo hicieron cuando el laboratorio la desmintió ante el rumor de un supuesto "retorno" pedido por el ex ministro de Salud, Ginés González García, a la empresa.

En Cambiemos entienden que Bullrich es un torbellino y una persona muy individual. El resto de los dirigentes se entera de sus posturas o sus exabruptos después de ocurridos, por televisión. No hay una charla previa, no hay un aviso o un alerta para preparar el ejército cambiemita que la defienda. Algo que ya le plantearon pero que no pudieron corregir.

Sin embargo, tienen un problema: no la pueden excluir, que ella se encargue de generar y resolver sus propios problemas porque es la presidenta del PRO. Lo que ella diga, impacta al partido en su conjunto por lo tanto alguien tiene que salir a marcar postura y defender lo indefendible. A veces, según argumentan cerca de Bullrich, porque sólo se expresó mal.

Además, Cambiemos se enfrenta a otro problema. Según una encuesta interna, en la Ciudad de Buenos Aires es la que mayor intención de voto tiene, encima de María Eugenia Vidal y del radical Martín Lousteau. Los datos corresponden a abril, justo el mes en que la ex gobernadora bonaerense decidió reaparecer en la arena pública de la política.

Según el sondeo, el principal contrincante de Bullrich es el indeciso. La presidenta del PRO tendría un 27,3% de intención de voto frente a un 29,7% que aún no sabe a quién elegirá. Más abajo aparecen Vidal con el 18,9% y Lousteau con el 17,3%. Además, la presidenta del PRO es la tercera dirigenta con mayor imagen positiva (43,6%), sólo por debajo de Larreta (45%) y de Fernán Quirós, el ministro de Salud porteño y potencial candidato, con el 44,5%. Por detrás aparecen Vidal, el diputado Waldo Wolff, Fernando Iglesias, Martín Lousteau,  Javier Milei y José Luis Espert.

En la Ciudad, la encuesta interna cambiemita marca una mayor intención de la ciudadanía de participar en la interna feroz de Juntos por el Cambio y del deseo de que el oficialismo porteño vuelva a reelegir en la Capital Federal. En la vereda de en frente, los dirigentes del Frente de Todos con mayor imagen son Alberto Fernández (29,7%), Cristina Kirchner (28,7%), ambos con más del 50% de visión negativa, y Leandro Santoro con el 26,1% y un empate virtual entre luz roja y desconocimiento.