Patricia Bullrich, actual presidenta del PRO, mantuvo una agenda intensa con espías hoy procesados mientras fue ministra de Seguridad. Se reunió con los protagonistas de las causas emblemáticas de persecución política, según surge de los registros de ingreso a la cartera que condujo durante el gobierno de Mauricio Macri, a los que accedió El Destape.
Además de tener contacto con la mayoría de los procesados en el caso D’Alessio (ver nota aparte) también recibió ella o su mano derecha a agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que terminaron procesados en otra investigación clave sobre el espionaje macrista, la que se inició en los tribunales de Lomas de Zamora.
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Estos encuentros revelan que Bullrich también formó parte del dispositivo de persecución vía armado de causas o vía espionaje ilegal. El jefe del Lawfare era Mauricio Macri, la estrategia se armaba en la Mesa Judicial, pero Bullrich no se quedó afuera. Todo lo contrario.
Coincidencias en tiempos de Lawfare: las visitas al ministerio de Seguridad se dieron en simultáneo al avance de casos como “la ruta del dinero K”, la captura de Pérez Corradi, los bolsos de López y las escuchas en la cárcel de Ezeiza. Todas tuvieron a espías de la exSIDE involucrados.
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Según el registro de ingresos al Ministerio de Seguridad en la era Bullrich, los que El Destape obtuvo a partir de un pedido de acceso a la información pública, hubo encuentros con:
- Gustavo Arribas y Silva Majdalani, jefes de los espías.
- Diego Dalmau Pereyra, director de Contrainteligencia de la AFI.
- Leandro Araque, procesado a quien se le adjudica el espionaje ilegal a 41 personas, entre ellas CFK, Horacio Rodríguez Larreta, Hugo y Pablo Moyano, Diego Santilli, Fabián de Sousa y Amado Boudou.
- Emiliano Blanco, director del Servicio Penitenciario Federal que ejecutó el espionaje a presos políticos.
- Mariano Ruda Bart, a cargo del área de escuchas de la AFI.
- Darío Biorci, mano derecha y yerno de Majdalani.
Podrá argumentar que las reuniones con Arribas y Majdalani, por ejemplo, eran institucionales. El contexto permite inferir otra cosa. El desenlace, donde todos terminaron procesados por espionaje ilegal, revela que las reuniones con Bullrich implicaban algo más.
Bullrich-Arribas: dos momentos clave
La ministra Bullrich recibió en dos ocasiones a Arribas, el jefe de la AFI macrista, de acuerdo a los registros de ingresos al ministerio de Seguridad.
El primer encuentro fue el 31 de mayo de 2016. El segundo, dos semanas más tarde, el 14 de junio. Ninguno figura en el registro público de audiencias. Arribas no volvió a ingresar al ministerio en toda la era Macri, o al menos no lo registraron. ¿Qué sucedía en la agenda político-judicial de aquel entonces?
El 14 de junio, día del segundo encuentro Bullrich-Arribas, fue detenido José López con bolsos repletos de dólares en un convento. Al día siguiente, el 15 de junio, Clarín publicó en portada una impactante foto con la plata de los bolsos. “Corrupción K al desnudo: cae el segundo de De Vido al ocultar US$ 8,5 millones”, decía el título. El diario dedicó más de 30 notas al caso López ese día.
López fue detenido por la Policía Bonaerense en un operativo curioso. Según la versión oficial que se publicó en los medios hegemónicos hubo un “llamado al 911” que “fue sorprendente”. “Un vecino de General Rodríguez denunciaba que un hombre arrojaba bolsos y una valija dentro de un monasterio. Y que estarían llenos de dinero”. Así fue que intervino la Bonaerense. Coincidencias: el 13 de junio, un día antes de recibir a Arribas y a horas de la captura de López, Bullrich se reunió con el entonces ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo y quien era el jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi. Bullrich mantuvo en 4 años diez encuentros con Ritondo en el ministerio de acuerdo a los registros oficiales, lo que tiene lógica teniendo en cuenta el cargo de ambos. La siguiente reunión entre quienes eran ministros de Seguridad de la Nación y de la Provincia se realizó recién tres meses después: en septiembre de 2016.
El primer encuentro entre Bullrich y Arribas se había realizado dos semanas antes. Entonces, una de las causas de persecución contra CFK estaba en su momento más álgido: la que el Grupo Clarín bautizó “la ruta del dinero K”, en la que Bullrich tuvo un rol protagónico. Sobre todo, a la hora de la detención del empresario Lázaro Báez en abril de 2016, a puro show mediático.
El mismo 31 de mayo de la cumbre Bullrich-Arribas, la portada de Clarín fue: “Báez pidió al juez que investigue a Cristina y a los empresarios”. Al día siguiente de la visita de Arribas, el 1 de junio, Clarín tituló que “el juez Casanello procesó a Lázaro Báez por lavado de activos y amplió el embargo”. De acuerdo a las crónicas de aquel momento, en el marco de esa causa ese mismo día el fiscal Marijuan hizo más de 20 procedimientos. El día anterior había realizado otros 20 operativos. En ellos trabajaban las fuerzas de seguridad federales, que respondían a Bullrich. Eran los tiempos de las retroexcavadoras en el sur de la Argentina, televisadas por los medios hegemónicos en modo “cadena nacional”.
La “ruta del dinero K” contó con el apoyo de la AFI macrista. De hecho, se investigó en una causa paralela qué rol tuvo la exSIDE en el armado de una operación mediático-judicial por la cual se instaló que Casanello se había reunido con CFK en la Quinta de Olivos. El objetivo del gobierno de Macri era correr al juez del caso, ya que se negaba a avanzar contra la expresidenta.
Arribas está multiprocesado en causas de espionaje ilegal. Uno de los casos en los que está más complicado es el que se inició en los tribunales de Lomas de Zamora y pasó recientemente a Comodoro Py. Allí, por ejemplo, Lázaro Báez fue aceptado como querellante.
Damas de hierro y micrófonos: cumbre Bullrich-Majdalani
El 11 de febrero de 2016, Bullrich se reunió en el ministerio de Seguridad con la subdirectora de la AFI, Silvia Majdalani. Fue el único ingreso de la Nº 2 de la exSIDE al ministerio en toda la gestión macrista según los listados oficiales. No figura en el registro público de audiencias. Majdalani hoy está multiprocesada junto a Arribas en diversas causas donde se investiga el espionaje ilegal macrista.
En febrero de 2016, cuando Bullrich recibió a Majdalani estaba en el centro de la agenda el caso de Ibar Pérez Corradi, a quien se señalaba como “el cerebro del Triple Crimen”. El caso involucraba a dos de las mujeres que más poder tuvieron durante el macrismo.
Por ejemplo, el 12 de febrero, la jueza Maria Servini aceptó quedar a cargo de la causa por el triple crimen de General Rodríguez. Clarín publicó: “Unifican las causas de la efedrina y hubo versiones sobre una detención clave”. “La jueza Servini aceptó el expediente del triple crimen. Y hubo dudas e incertidumbre por la supuesta captura del prófugo Ibar Pérez Corradi en Paraguay. El Gobierno la desmintió. Sus abogados viajaron hacia allá”, se indicó en esa nota.
La unificación de las causas de la efedrina se dieron porque el fiscal provincial Juan Ignacio Bidone, procesado por sus vínculos con la banda de D’Alessio, declinó su competencia en el caso. Así habilitó que el expediente viaje a Comodoro Py. Tomó esa decisión luego de reunirse con Arribas, Majdalani y tal como informa este medio con la propia Bullrich el 21 de enero de 2016 (ver aparte).
En lo que hace a la negociación por la captura y extradición de Pérez Corradi, el ministerio de Seguridad y la AFI articularon fuerzas. Una vez detenido, Pérez Corradi reveló a Carla Pelliza en este medio que el gobierno de Cambiemos pretendía que inculpara a Aníbal Fernández en el caso. En enero de 2016 también se abrió una causa sobre un presunto encubrimiento de la fuga de Pérez Corradi por la que fue procesado Oscar Parrilli.
A su vez, Bullrich cedió a un pedido de Majdalani para que el agente Alan Ruiz pasase de Seguridad a la exSIDE. Ruiz se terminó convirtiendo en una pieza clave del espionaje ilegal macrista. Está procesado en la causa que se inició en Lomas de Zamora. Era uno de los jefes operativos de los Super Mario Bros, los espías que hicieron tareas de inteligencia clandestina sobre decenas de dirigentes políticos, sindicales, sociales, eclesiásticos, empresarios, periodistas y hasta detenidos.
El sucesor de Stiuso y sus 7 visitas a Seguridad
Bullrich recibió en dos ocasiones al primer director de Contrainteligencia de la AFI macrista, Diego Dalmau Pereyra. El sucesor de Antonio Stiuso registra 7 ingresos al ministerio de Seguridad. Ninguno consta en el registro público de audiencias.
La actual presidenta del PRO recibió al jefe de Contrainteligencia de la AFI el 18 de agosto de 2017, cuando estaba en pleno auge el caso Santiago Maldonado, desaparecido el 1 de agosto de ese año. Ese mismo día también se produjo un ataque terrorista en Barcelona. También se realizaría en diciembre de ese año la Cumbre de la OMC, que la exSIDE utilizó para hacer un espionaje masivo sobre sus participantes.
El segundo encuentro fue el 22 de febrero de 2018, al día siguiente de una multitudinaria marcha que encabezó el sindicalista Hugo Moyano.
Dalmau Pereyra, exmilitar, fue uno de los agentes de la AFI que viajó en 2016 a Paraguay junto al jefe de gabinete de Bullrich, Pablo Noceti, para negociar con Pérez Corradi y, según relató el detenido, convencerlo de comprometer a Aníbal Fernández en el Triple Crimen. Dalmau Pereyra estuvo en la jefatura de gabinete a cargo de Noceti –señalado como uno de los responsables de la desaparición de Santiago- en al menos 4 ocasiones. Todas mientras se buscaba a Maldonado (23 y 24 de agosto de 2017, 22 de septiembre y 3 de octubre del mismo año).
El sucesor de Stiuso también está procesado en la causa de los Super Mario Bros por ser uno de los coordinadores del espionaje ilegal macrista mientras estuvo a cargo de la dirección de Contrainteligencia (fue corrido en 2018). Se le adjudica participación en el espionaje a doce personas entre los que se destacan Cristina Fernández de Kirchner, Hugo y Pablo Moyano, Graciela Camaño y Luis Barrionuevo, Emilio Monzó y Nicolás Massot.
Otro espía en el ministerio un día antes de la detención de Zannini
Otro espía de la AFI que fue procesado en la causa de los Super Mario Bros y también ingresó a la cartera que condujo Bullrich fue Leandro Araque. De acuerdo a los registros, estuvo el 6 de diciembre de 2017 en la Dirección Nacional de Derechos Humanos.
¿Qué sucedía en materia judicial en aquella fecha? Claudio Bonadio, por ejemplo, detenía a Carlos Zannini (actual Procurador del Tesoro) y a Luis D’Elía en el marco de la causa Memorándum con Irán. A la vez, pedía el desafuero de CFK. El 8 de diciembre, Clarín tituló: “El pedido de detención lleva al límite la situación de Cristina”.
A Araque se le adjudica el espionaje ilegal sobre 41 personas, entre las que se destacan: CFK, Horacio Rodríguez Larreta, Hugo y Pablo Moyano, Diego Santilli, Fabián de Sousa y Amado Boudou, entre tantos otros.
Bullrich y el jefe del Servicio Penitenciario, procesado por espionaje
La ministra de Seguridad se reunió con el jefe del Servicio Penitenciario Federal (SPF) durante el macrismo, Emiliano Blanco, el 12 de marzo de 2019. Fue el último de los seis ingresos de Blanco a la cartera a cargo de “Pato”. El extitular del SPF también fue procesado en la causa paradigmática del espionaje ilegal macrista que se abrió en Lomas de Zamora.
De acuerdo al registro público de audiencias, aquel día Bullrich mantuvo un encuentro con el entonces ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. La razón del encuentro fue la “situación de las cárceles en Santa Fe”. Si bien no figura en el registro, Blanco bien podría haber sido parte del encuentro. ¿Por qué no lo incluyeron en la agenda pública?
En términos de la agenda político-judicial de aquellos días es destacable que al día siguiente de la cumbre Bullrich-Blanco, el juez federal Alejo Ramos Padilla expuso en el Congreso sobre la red de inteligencia ilegal que había descubierto al detener a Marcelo D’Alessio.
De sus restantes 5 ingresos a Seguridad, Blanco aparece en el registro público de audiencias solo en 2.
El 4 de julio de 2018, Noceti recibió a Blanco en el ministerio. El encuentro figura en el registro público de audiencias. El motivo del encuentro fue la “Situación de detenidos en Dependencias de las Fuerzas de Seguridad Federales y necesidad de creación de nuevas cárceles y alcaldías para su alojamiento por parte del Servicio Penitenciario”. ¿Habrán hablado sobre los presos políticos a los que se iba a escuchar de forma ilegal desde la exSIDE?
A Blanco se le adjudica el espionaje a más de una treintena de personas entre las que se destacan: Zannini, Boudou, Fabián de Sousa, Cristóbal López, Víctor Manzanares, Julio De Vido, Roberto Baratta, Gerardo Ferreyra, entre tantos otros.
Ese mismo 4 de julio de 2018, Blanco ingresó a la AFI a las 15:01 y se retiró a las 16:15. Se anunció para visitar a Darío Biorci, quien fue jefe de gabinete de Majdalani y su cuñado. Fue acompañado del jefe de inteligencia del SPF, Cristian Suriano (quien también registra un ingreso al ministerio de Seguridad en abril de 2016).
En mayo, Blanco había visitado a Majdalani y en junio a Arribas.
Dos meses después del ingreso de Blanco a Seguridad y a la exSIDE, la AFI hizo escuchas ilegales en la cárcel de Ezeiza: vía “Asuntos Jurídicos escuchó conversaciones de los pabellones A, C y D del Módulo VI, desde septiembre de 2018 hasta febrero de 2019 por fuera de la orden judicial”, tal como se desprende de la causa que se inició en Lomas de Zamora, que tiene un legajo dedicado al espionaje penitenciario.
Las visitas de un espía a cargo de las escuchas y del cuñado de Majdalani
Otro agente de la AFI procesado por espionaje ilegal que estuvo en el Ministerio de Seguridad fue Mariano Ruda Bart, quien tenía a su cargo el área de escuchas de la dirección de Asuntos Jurídicos –que estaba al mando de Juan Sebastián De Stéfano, un hombre vinculado a Angelici-. De acuerdo al registro de ingreso a la cartera a cargo de Bullrich, Ruda Bart estuvo en la jefatura de gabinete de asesores el 3 de junio de 2016.
Las coincidencias en los tiempos del Lawfare no dejan de sorprender. Dos días después de aquel ingreso, el 5 de junio de 2016, Clarín tituló en portada: “Nuevas pistas de la conexión de Cristina con el juez Casanello”. Allí se habla de espías, fuerzas federales y cruces telefónicos.
En el interior de la nota, se indica: “La ruta del dinero K. Más detalles sobre la reunión de Casanello y Cristina en Olivos”. “Ya habría indicios sobre una visita del juez y de Báez el 9 de septiembre. La confirmarían al menos un mozo y un ex espía”, se señala. Se trata de la operación contra Casanello para desplazarlo del caso Báez por no avanzar contra CFK. El juez nunca estuvo en la quinta con Cristina. Por esas mentiras fueron condenados dos testigos truchos. Pero por ahora se obtura la investigación que vincula a esos testigos con la AFI macrista.
En el artículo se afirma que las “primeras pesquisas” fueron “encargadas a la Policía Federal”, que dependía de Bullrich, pero “también trabajan espías de la Agencia Federal de Inteligencia”. En esas “primeras pesquisas” se “habrían detectado que Cristina, Casanello y Báez coincidieron en la Quinta de Olivos el 9 de septiembre pasado, alrededor de las 18.30”.
Casanello nunca estuvo allí. Esa reunión no existió. No obstante, Clarín llenó páginas de su diario con diversas historias sobre ese encuentro imaginario, que operó la AFI macrista.
Ruda Bart fue procesado en la causa de los Super Mario Bros por hacer espionaje ilegal sobre “personas privadas de la libertad alojadas en el sistema IRIC en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal, sus abogados; familiares; allegados e integrantes de organizaciones políticas y sociales”. En particular, se le adjudica el espionaje contra Lázaro Báez, Boudou, Baratta, Cristóbal López, Fabián De Sousa, entre otros.
Otro espía procesado por espionaje que estuvo en el Ministerio de Seguridad fue Biorci, mano derecha de Majdalani. El 2 de octubre de 2018 estuvo en la Secretaría de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas.
Ese día Clarín publicó: “Uberti reveló más detalles de coimas entre Kirchner y Chavez con los bonos argentinos”. Al día siguiente, 3 de octubre, el matutino porteño publicó: “Buscan 3 cajas fuertes enormes en propiedades de De Vido y en las de sus hijos”. El 4 de octubre, la secuencia continuó: “Lavado de dinero. Cristina y sus dos hijos van a juicio oral por los alquileres de Cristóbal y Báez”.
El nombre de Biorci surge en las dos causas paradigmáticas del espionaje ilegal macrista: el caso D’Alessio y el de los Super Mario Bros. En ninguno fue procesado pero sí mencionado. Por ejemplo, en caso D’Alessio se estima que era un contacto del espía ilegal. No es para menos, era el jefe de gabinete y cuñado de Majdalani, quien también tenía relación con Bullrich.
Demasiadas coincidencias entre espías y Bullrich en pleno Lawfare para que todas sean producto del azar.