Silvio Robles, la mano derecha del presidente de la Corte Suprema Horacio Rosatti, se presentó este martes en la comisión de juicio político en el marco del proceso que les sigue a los cuatro ministros supremos con un solo objetivo: esquivar todas las preguntas del oficialismo. En una extensa audiencia llegó al extremo de no querer siquiera decir si conoce al ex ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro, con quien quedó envuelto en el escándalo de los chats filtrados luego de que se difundieran supuestos mensajes que se les adjudican a ambos en los que coordinan sentencias judiciales.
Ante la reticencia de Robles, que dijo sentirse atacado por el oficialismo, el bloque del FdT votó dos cuestiones importantes:
- Hacerle un careo con el exsecretario de Administración de la Corte, Héctor Marchi, quien en su paso por el Congreso apuntó a la mano derecha de Rosatti por las amenazas que dijo sufrir.
- Pedirle a los cortesanos que le levanten a Robles la supuesta reserva que le impediría abundar sobre cuestiones del máximo tribunal, normativa en la que prácticamente no se amparó ninguno de los más de 20 testigos vinculados a la Corte que ya declararon en el Parlamento durante este proceso. De concretarse ese levantamiento (la referencia es al artículo 8, inciso b, del reglamento de la justicia nacional), Robles sería nuevamente citado por la comisión.
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Respecto a la reticencia de Robles, el diputado Leopoldo Moreau aseguró: “No había razón legal para que no respondiera. No hay duda de que vino con el objeto de obstaculizar la función de esta comisión. Y se fue sin poder explicar qué hace en la Corte Suprema de la Nación. No sabemos si es el secretario privado del presidente de la Corte, si es su vocero o el de otros intereses. No pudimos siquiera establecer exactamente cuál es su función en la Corte. Es muy importante volverlo a tener aquí”. “Ningún testigo mostró la reticencia de este testigo. Ni siquiera Aldo Tonón (exdirector de la Obra Social de los judiciales) que fue traído casi por la fuerza pública”, añadió.
D’Alessandro, que también estaba citado para este martes, envió una nota en la que pidió postergar su convocatoria por cuestiones personales. Su escrito ingresó a la comisión el lunes por la noche. Este martes se votó convocarlo nuevamente aunque no se fijó fecha. Junto a él también se aprobó citar al ahora camarista porteño (exfiscal) Ignacio Mahiques, por la fiesta de cumpleaños que organizó en el hotel Four Seasons, a la que habrían concurrido juntos Robles y D’Alessandro. La mano derecha de Rosatti fue consultado por este asunto durante esta jornada pero no quiso contestar a la pregunta. Ese hecho fue lo que motivó la recusación del presidente de la Corte en el caso de la coparticipación.
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Previo a Robles durante esta jornada declararon Alejandro Rodríguez, de la Secretaría de Juicios Originarios de la Corte, y el contador Alejandro Otero.
Todos fueron convocados por presidenta de la comisión Carolina Gaillard (FdT) en el proceso de juicio político contra los jueces supremos Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rozenkratz para ser consultados por distintas cuestiones relacionadas a la medida cautelar que la Corte dictó a favor del gobierno de la Ciudad por la cuestión de la coparticipación, mediante la cual ordenó ampliar en miles de millones de pesos las arcas administradas por Horacio Rodríguez Larreta en un año electoral.
Alejandro Rodríguez volvió a confirmar tal como indicaron otros testigos que Robles estuvo presente en la audiencia por la coparticipación que hizo la Corte entre el gobierno Nacional y CABA. En esa reunión que organizó el Alto Tribunal se elaboró un acta donde figuran todos los presentes menos Robles. El 11 de julio pasado la testigo Silvina Batakis, actual presidenta del Banco Nación y exfuncionaria del ministerio del Interior que participó de aquel encuentro, relató en la comisión que la mano derecha de Rosatti estaba sentado al fondo, observando todo lo que sucedía durante la audiencia. Incluso hizo un dibujo sobre dónde estaba ubicado el director general de la vocalía de Rosatti, a pedido de diputados del oficialismo. Este martes, en una de las pocas respuestas que dio, Robles confirmó que fue parte de ese encuentro. Dijo que era algo habitual y que había muchos asesores.
Un testigo reticente
Apenas se presentó, Robles leyó en la comisión un escrito en el que adelantó la postura que iba a tomar durante la audiencia, en la que se amparó de forma constante en el artículo 18 de la Constitución Nacional, según el cual nadie está obligado a declarar en su contra, y en el artículo 8, inciso B, del reglamento de la Justicia Nacional. Pareció ir absolutamente preparado para esquivar las preguntas del oficialismo. Tuvo el respaldo de la oposición, que cuestionó la forma en que el oficialismo llevó adelante el encuentro.
En rol de víctima más que de testigo, Robles adelantó: "Me voy a abstener de contestar toda pregunta que pueda vincularse a distintas acusaciones que se han hecho en mi contra o aquellas que se me hagan en el día de hoy, hayan sido o no judicializadas". En esa línea se refirió a los chats que se le adjudican y dijo que en la comisión “han dado como ciertos y legítimos chats cuya veracidad, existencia y legitimidad deberá ser discutida judicialmente". También denunció amenazas contra integrantes de su familia. "Todo esto –dijo- para atacar y presionar a un ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación". Tras esa exposición comenzaron las preguntas de los diputados, que duraron horas, y Robles una y otra vez buscó la forma de no contestar.
Por ejemplo, se le preguntó si se comunicaba con secretarios para transmitir instrucciones de expedientes que le trasladaba Rosatti, como habían dicho otros testigos y para no responder se amparaba en el reglamento de la Justicia Nacional. También se le preguntó por los chats con D’Alessandro pero ni siquiera respondió se conocía al exministro porteño. Tampoco contestó si concurrió con el exfuncionario de Horacio Rodríguez Larreta al cumpleaños de Mahiques.
“El testigo se mostró absolutamente reticente de punta a punta durante toda la audiencia. Vino con una instrucción concreta que era anteponer su derecho a no declarar, creo que hizo un uso indebido y abusivo porque efectivamente muchísimas preguntas que se le formularon tenía la obligación de contestarlas en su calidad de testigo”, afirmó Moreau. “Nosotros hicimos el esfuerzo para sacar en limpio conclusiones ante un testigo que manifiestamente estaba preparado para eludir cualquier respuesta concreta, por eso se hizo larga y fatigosa esta reunión”, agregó. Y concluyó: “El testigo estaba decidido a no prestar testimonio sin estar amparado en ninguna circunstancia que le permitiera poder hacerlo”. Robles decía que había causas abiertas en las que podía autoincriminarse para no responder hasta las preguntas más simples. Cuando los diputados oficialistas le consultaban a qué causas hacía referencia, el periodista que trabaja como funcionario judicial en la vocalía de Rosatti no lograba dar precisiones y decía que se lo tenía que consultar a su abogado.
En esta línea, el diputado del FdT Ramiro Gutiérrez pidió dejar "constancia de la reticencia del testigo" y que se tenga a vista "el artículo 10 del Código Civil en lo referente al efecto abusivo de los derechos". Mientras que el diputado Germán Martínez sostuvo que su accionar “es una falta de respeto a otro poder del Estado”.
Por su parte, Rodolfo Tailhade pidió que cuando se le pida el relevamiento del supuesto secreto de Robles a la Corte se remarque que “han pasado 23 funcionarios de la Corte, la mayoría de ellos con máximas responsabilidades institucionales y ninguno invocó el artículo 8 inciso b del reglamento para la Justicia Nacional”. “Hay que preguntarle a la Corte primero si los 23 funcionarios que declararon anteriormente a Robles violaron el reglamento o si Robles es el que está invocando un artículo que no tiene que ver con su situación”, cerró.
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La comisión citó a Robles y a D’Alessandro, entre otras cosas, para profundizar en los mensajes filtrados que se les adjudican a ambos y donde abordan la medida cautelar que dictó la Corte en favor de la Ciudad en la cuestión de la coparticipación. La hipótesis del oficialismo es que en esa materia hubo tráfico de influencias y sentencias entre el gobierno porteño y la Corte, justamente a través de del entonces ministro porteño y la mano derecha de Rosatti.
De acuerdo a la filtración de mensajes, los intercambios entre D’Alessandro y Robles comenzaron el 9 de noviembre del año pasado y se extendieron hasta el 1 de diciembre del mismo año. Robles inició la comunicación. Le envió al entonces ministro porteño un link a una nota en la que se comunica que los supremos rechazaron la recusación del Gobierno contra Rosatti justamente en el caso de la coparticipación. Tras esta decisión, de acuerdo a la filtración Robles le escribió a D’Alessandro que esperaba que ahora hiciera “sacar el ‘fallo Robles’”. Días después, Robles volvió a contactarse con D’Alessandro para coordinar la estrategia que debía tener la oposición en el caso del Consejo de la Magistratura, que también es una de las causales de la acusación de mal desempeño contra los ministros supremos.
Cuando se le preguntó por esos hechos, la mano derecha de Rosatti se amparó en el artículo 18 de la Constitución para no responder.