El peronismo dialoguista busca tener presencia en las elecciones del año que viene. El ex gobernador de Córdoba y candidato presidencial Juan Schiaretti se propone relanzar su partido Hacemos por nuestro país y volver a la política activa con la idea de promover candidaturas legislativas propias en 2025. Schiaretti apuesta a mostrarse como la referencia del peronismo no kirchnerista, algo por lo que viene bregando desde hace tiempo junto a Florencio Randazzo, con escaso éxito. En principio, la jugada apuesta a reforzar un discurso opositor a la gestión de Javier Milei, que venían acompañando aportando "herramientas" desde el bloque que conduce Miguel Angel Pichetto. Pero este martes, los legisladores nacionales que le responden sacaron un comunicado considerando "un disparate total" el ajuste de 60 mil millones de dólares exigido a las provincias e imaginaron una recesión a gran escala para el país.
Desde hacía algunas semanas venían circulando rumores sobre la posible reaparición de Schiaretti, quien obtuvo el 6,7% de los votos -un poco más de 1.800.000 votos- en la primera vuelta electoral de las elecciones presidenciales de octubre pasado. Según explicaban en su entorno, con la presentación del proyecto de Presupuesto 2025, el ex gobernador cordobés cerró el plazo de acompañamiento a la gestión libertaria. "Significaría, en términos prácticos, que las provincias deberían reducir a una tercera parte el gasto en servicios fundamentales como educación, salud, seguridad, y obras públicas", expresaron los legisladores del cordobesismo respecto al ajuste fuera de toda lógica reclamado por Milei. "Cualquier debate sobre la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público es válido, pero proponer una reducción de esta magnitud simplemente no tiene cabida en la realidad", agregaron.
El comunicado llevó la firma de los diputados Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca. Natalia de la Sota, Alejandra Torres y Juan Brugge y la senadora Alejandra Vigo, pareja de Schiaretti. Gutiérrez es probablemente el diputado más cercano al ex gobernador. El legislador planteó que "el superávit es una herramienta, pero no el único elemento de una política económica". Desde la campaña, Schiaretti viene planteando la necesidad de un modelo "productivo". Habrá que esperar a ver cómo sigue la historia, pero en las cercanía de Schiaretti la planteaban como un quiebre sin vuelta atrás con el Gobierno. La suba de recaudación en concepto de retenciones al campo incluida también en el presupuesto fue otro de los motivos del enojo cordobés.
Días atrás, Schiaretti y Randazzo se reunieron con el intendente de Tigre, Julio Zamora, en una foto con mensaje político. Zamora tiene como característica principal ser el enemigo de Sergio Massa en su pago chico. Massa alguna vez supo ser socio de Schiaretti en la idea de una construcción por la "ancha avenida del medio"; que abandonó al sumarse a Unión por la Patria. El esquema de Schiaretti y Randazzo se propone como un espacio alejado de Cristina Kirchner, La Cámpora y el gobernador Axel Kicillof, en lo que coincide Zamora. En rigor, el tigrense aún integra Unión por la Patria, pero no participó de ninguna de las últimas actividades partidarias y busca dar señales de juego propio. Schiaretti y Randazzo también quieren reunirse con el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y con el ex de Hurlingham, Juan Zabaleta.
Aunque en las encuestas no aparezca con grandes posibilidades, el peronismo no kirchnerista -de centro o federal- siempre es un terreno disputado. De acuerdo a un sondeo aparecido esta semana de la consultora Opinión Lab representa el 11% del electorado, por debajo de La Libertad Avanza y el kirchnerismo. Allí podrían abrevar otros referentes como el actual gobernador cordobés Martín Llaryora, Pichetto, Emilio Monzó, Nicolás Massot y hasta Horacio Rodríguez Larreta. La idea de Schiaretti es juntar apoyos para relanzar su partido Hacemos a nivel nacional, con presencia en 14 distritos.
Había una expectativa respecto a lo que sucediera con la UCR, especialmente con Martín Lousteau y Facundo Manes, quien a principios de mes se reunió con la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto, que es radical. El proceso de fragmentación del radicalismo y del PRO es seguido por atención desde el peronismo federal, en la idea de sumar nuevos sectores. Incluso, imaginaban que si la interna del PJ Nacional terminaba con la consagración de una lista única -veían como el candidato más posible al riojano Ricardo Quintela-, también podrían pasar la ambulancia entre quienes quedaran afuera del nuevo esquema de conducción.
Por eso, no había definiciones en cuanto a candidaturas. Como hay muchos posibles candidatos en Córdoba, se mencionó la posibilidad de que Schiaretti decida jugar en Buenos Aires o CABA, algo extraño dado su discurso cordobesista y federal. Falta bastante, pero los sectores opositores que están fuera de la estructura del peronismo comenzaron a moverse pensando en el año electoral que se viene.