Lorenzetti cruzó a Maqueda en la víspera de su retiro: “Triste final”

El juez supremo Ricardo Lorenzetti volvió a cuestionar en muy duros términos a sus colegas en una acordada en la que se nombró a quien ocupará la Secretaría de Jurisprudencia de la Corte cuando deje ese cargo Miguel Federico De Lorenzo. Juan Carlos Maqueda fue uno de los blancos de las críticas por firmar resoluciones a horas de jubilarse.

26 de diciembre, 2024 | 23.32

El juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti volvió a cuestionar en muy duros términos a sus colegas y cruzó a Juan Carlos Maqueda en la víspera de su retiro: le reprochó no tener “ejemplaridad” por querer aprobar una designación en “la última semana en que se retira del tribunal”. “Esa decisión y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”, criticó a quien el domingo cumplirá 75 años y deberá dejar el cargo. En el medio de la guerra interna que libra con sus pares, el expresidente del Alto Tribunal por más de una década también arremetió contra Horacio Rosatti, a quien acusa de vaciar la Corte y nombrar personal “controlable” por él y de favorecer a amigos con cargos. El disparador del nuevo cruce fue la designación de quien ocupará la Secretaría de Jurisprudencia de la Corte cuando el actual titular de ese cargo se jubile.

La acordada del nuevo conflicto

Este jueves, a través de la Acordada 48/2024, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Maqueda resolvieron por mayoría “designar Secretaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la actual Secretaria Letrada del Tribunal, Dra. Silvina Marta Oubel, para desempeñarse como titular de la Secretaría de Jurisprudencia a partir del momento del cese en sus funciones del Dr. Miguel Federico De Lorenzo; sin que para ello sea necesario otro acto administrativo”. Se aclaró que “la Secretaria que asumirá las funciones, de forma directa e inmediata, a partir del momento en que el actual titular deje de prestar funciones”.

Lorenzetti, en su voto de disidencia cuestionó esta decisión porque De Lorenzo aún está en funciones. Consideró que se lo está presionando para dejar el cargo. En el voto de mayoría se justificó la decisión en que De Lorenzo “ha iniciado los trámites para la obtención de su beneficio jubilatorio” y en “que esta situación conlleva la necesidad de adoptar las medidas tendientes a garantizar una transición eficiente de las responsabilidades inherentes al cargo”. Hasta que De Lorenzo siga en el cargo, “Oubel continuará prestando funciones –con su cargo actual- en dicha Secretaría”.

Otra disidencia explosiva

Para Lorenzetti, que auspicia la llegada de nuevos miembros a la Corte, sobre todo del juez de Comodoro Py Ariel Lijo, esta nueva acordada es una “medida opaca, sin transparencia” y fustigó que la designación se realice “sin concursos, en las fiestas de fin de año para que no se note". Dijo que eso "es algo que representa un verdadero descenso de los criterios de calidad institucional adoptados por este Tribunal en mejores épocas”.

De acuerdo al relato de Lorenzetti, el 23 de diciembre  “en vísperas de nochebuena, el Sr. Secretario de Corte, Dr. Federico De Lorenzo, fue citado de urgencia para que preste su conformidad para ser reemplazado en el cargo de Secretario de Jurisprudencia. Dado que el Dr. Federico De Lorenzo es una persona de gran prestigio profesional, y poseedor de principios que otros no poseen, se negó como corresponde a una persona de bien”. El supremo sostuvo que la acordada de este jueves es una “consecuencia” por esa negativa a dejar el cargo.

“Que la Corte Suprema establezca que es posible condicionar a un funcionario o a un empleado, tanto en el sector público como privado, para que se jubile, designando a otro en forma paralela, es una regla contraria a lo que el Tribunal ha dicho en sus sentencias. Es innegable que se crea un contexto de presión sobre una persona para que adopte decisiones, lo que, además, es una falta de respeto a los Secretarios de Corte. Nunca, nadie hizo algo así en la historia de este Tribunal”, enfatizó en su disidencia.

Acto seguido señaló que “es claro que no hay razón alguna para cubrir un cargo que no está vacante, en forma urgente y entre Navidad y Año nuevo”. “La invocación referida a asegurar la transición es inexistente, ya que, en el supuesto de vacancia, se puede designar en forma inmediata al sustituto”, añadió.

En sus críticas, dedicó una serie de párrafos a Maqueda, quien supo conformar tiempo atrás mayorías con el abogado oriundo de Rafaela pero desde hace tiempo integra una tríada monolítica con Rosatti y Rosenkrantz. Lorenzetti dijo “que tampoco hay ejemplaridad cuando un juez pretende designar un Secretario de la Corte Suprema la última semana en que se retira del tribunal. Esa decisión y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”, arremetió contra el jurista cordobés que este domingo cumplirá 75 años y dejará su cargo en el Alto Tribunal.

El voto de disidencia de Lorenzetti comienza directamente con una referencia a Maqueda. “‘He sentido vergüenza ajena…’ es lo que escribió el Dr. Maqueda en su furiosa carta pública mediante la cual pidió la renuncia del Dr. Nazareno, dando inicio al juicio político de sus colegas, en junio de 2003. En cambio, los jueces Petrachi y Fayt, se negaron a pedir la renuncia y promover el desplazamiento de sus colegas, y prefirieron redactar disidencias jurídicas. Que este precedente del pasado, permite entender el presente, porque, en el caso, no se trata de pedir la renuncia pública ni de promover un juicio político en consonancia con otros poderes, como ocurrió en aquellos años con la carta mencionada”, comenzó su dura disidencia el expresidente de la Corte. Lorenzetti afirma que lo que él realiza es “examinar la corrección de las normas de organización institucional”.

Con esa excusa también cuestionó a Rosatti, a quien acusa de distintas maniobras. A la hora de abrir una serie de interrogantes “que nos permiten mejorar las instituciones”, hizo diversas preguntas retóricas que tienen al actual presidente de la Corte como destinatario: “¿Debemos respetar el funcionamiento democrático que exige el consenso de los integrantes de un cuerpo colegiado o es admisible vaciarlo de contenido real delegando las decisiones a funcionarios controlables por uno de los miembros de ese cuerpo?”; “¿Debe respetarse la igualdad de oportunidades o favorecer a aquellos que tienen amistad con quien los designa?” ; “¿Es correcto designar a alguien en forma paralela a otro funcionario que no se ha retirado o constituye una presión inadmisible?”, fueron algunas de las preguntas que lanzó Lorenzetti, que hace tiempo está enfrentado a Rosatti y espera un cambio en la relaciones de poder internas con la posible llegada de dos nuevos ministros supremos (uno por la vacante que dejará Maqueda y otra por la que dejó en 2021 Elena Highton).

El 29 de diciembre Maqueda cumplirá 75 años y se jubilará. Por lo que este viernes, en el que se realiza la última reunión de acuerdo del año, será su último día hábil en la Corte. Maqueda dirá adiós en medio de este escándalo interno.

Con la partida del jurista cordobés, la Corte quedará con tres integrantes y deberá buscar consensos para poder sacar fallos. Si no los consigue deberá convocar a conjueces porque se requieren 3 votos de mayoría para aprobar resoluciones. Una disidencia obligará a convocar magistrados de instancias inferiores. ¿De dónde saldrán los conjueces? De un sorteo entre los presidentes de las cámaras federales. No será la primera vez que el Tribunal Supremo quede con 3 integrantes. Pero entonces no existía esta guerra abierta entre los supremos.

En este contexto, el vocero presidencial Manuel Adorni negó que el gobierno vaya a emitir en lo inmediato un decreto para nombrar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, sus postulantes para la Corte, como jueces de supremos. Afirmó que eso sólo ocurrirá "si el Presidente cree que es imperioso para que la Justicia siga funcionando". De esta forma, el Ejecutivo dejó abierta aún una ventana de negociación con el peronismo que es el que tiene la llave de los dos tercios de los votos que se requieren en el Senado para aprobar los pliegos de un juez de la corte.

Ante este cuadro de situación, el futuro del máximo tribunal del país es pura incertidumbre.