Con la designación de Jorge Taiana en el Ministerio de Defensa, el presidente Alberto Fernández dejó conformes a todos. Taiana es un referente respetado intelectualmente dentro del peronismo y, luego de un tiempo en el que estuvieron distanciados, desde la campaña de 2017 se convirtió en alguien cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner. El nombramiento, conocido al mismo tiempo que se oficializaba la llegada de Juan Zabaleta -seguramente el intendente más cercano al Presidente-, dejó la sensación de una distribución equitativa luego de la salida de un kirchnerista como Agustín Rossi. "Tienen características parecidas: gestión de bajo perfil con alto rigor profesional", explicaban la elección en la Casa Rosada.
En Gobierno pudieron jactarse esta vez que evitaron las filtraciones. Taiana no figuró en ninguna de las perinolas de candidatos que se arrojaron en los últimos días. En buena medida porque su nombre siempre apareció asociado a cuestiones de política exterior. El canciller Felipe Solá cuenta que cuando Fernández le ofreció el cargo, en 2019, él le respondió que debía nombrarlo a Taiana, de quien fue compañero de colegio en el Nacional Buenos Aires. Pero, en ese momento, el entonces presidente electo le dijo que Taiana debía quedarse en el Senado para ocupar la banca que dejaría libre Cristina Kirchner. Hoy, luego de dos años, las prioridades son otras.
Conocida la designación, la elección de Taiana en Defensa no parece tan sorpresiva dado que hay muchos temas en común con las relaciones exteriores. Por ejemplo, todo lo relacionado con el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas y la protección del Atlántico Sur, cuestiones en las que siempre mostró mucho interés. De hecho, Taiana integra el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Malvinas creado el año pasado. Lo mismo en lo que se refiere a la colaboración con los países de la región, con los que mantiene múltiples y frecuentes contactos. Como Fernández, Taiana es miembro fundador del Grupo de Puebla y participó en su representación en varios encuentros.
Equilibrio interno
En el Frente de Todos decían ver una muestra de equilibrio interno en las designaciones comunicadas por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, por más que tampoco identificaran a Taiana exactamente como un hombre de Cristina Kirchner. "Alberto y Taiana fueron compañeros en el gabinete de Néstor y se conocen mucho", recordaban en la Casa Rosada. Ambos siguieron con CFK pero no completaron mandato. Fernández se fue al poco tiempo, luego del conflicto con el campo. Taiana en 2010, después de algunos cortocircuitos que terminaron en una agria discusión con la entonces presidenta.
Taiana evitó entonces las críticas públicas y anunció su "vuelta al llano" a militar. Se incorporó al Movimiento Evita y recién se reencontraría con la ex presidenta para la campaña de 2017, cuando le ofreció acompañarla en la fórmula para el Senado. Taiana hizo de mediador en el recordado y frustrado encuentro que ella mantuvo con Florencio Randazzo para llegar a un acuerdo. "Nos peleamos pero después nos amigamos", diría Cristina sobre su vínculo. Luego del reencuentro nunca mostraron nuevas diferencias y algunas de las iniciativas que llevó adelante Taiana se interpretaron como propuestas avaladas por la vicepresidenta. Por ejemplo, su rechazo a la prórroga de la concesión de la Hidrovía, que sirvió para reinstalar el tema.
En el Senado, Taiana ocupa la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores. Por esa condición iba a integrar la comitiva que viajaría a México, en febrero pasado, para participar de las celebraciones por el aniversario de la Independencia. Igual que el diputado Eduardo Valdés, hablaron con el entonces ministro de Salud, Ginés González García, sobre la posibilidad de vacunarse antes de viajar, dado la edad de ambos y los problemas de salud que arrastraban. Ya se sabe cómo terminó la historia: Ginés debió renunciar y Taiana y Valdés quedaron fuera de la comitiva. Pero el Presidente nunca consideró que ellos hubiera cometido una falta ética, dado que fue el propio ministro quien les ofreció vacunarse. Incluso, le quedó la idea que cometió un exceso al penalizar a los legisladores. Por eso, en la Rosada aseguraban que el episodio no había sido tenido en cuenta para la designación como ministro.
En aquel reencuentro de 2017, Cristina mencionó que desde joven a Taiana le decían "canciller" por sus dotes diplomáticas. Para Solá, es "cerebrito" o "wikipedia" por su conocimiento enciclopédico, especialmente de las cuestiones internacionales. "Vos le preguntás: ¿qué está pasando en Surinam? Y él te va a contar toda la historia. Es muy bueno si tenés que compartir viajes largos", ironiza el canciller.
Algo de eso mostró el viernes pasado cuando formó parte del encuentro del grupo parlamentario que se reunió con el Consejero para la Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan. Taiana se encargó de hacer una erudita introducción con un repaso de lo que fueron históricamente las relaciones bilaterales entre ambos países, desde que el presidente Roque Sáenz Peña planteó su oposición a la Doctrina Monroe y dijo que América era "para la Humanidad" y no "para los americanos".
Quienes participaron, aseguraron que Sullivan lo escuchó muy atentamente y luego comentó algunas de sus referencias. Curiosamente, al otro día de departir con el principal asesor en materia de seguridad de Joe Biden, Taiana fue citado por Fernández a Olivos para recibir el ofrecimiento del Ministerio de Defensa. El Fondef (el Fondo Nacional para la Defensa) aprobado el año pasado para reequipar a las Fuerzas Armadas le permitirá desde su nuevo puesto avanzar en algunas cuestiones que ya le preocupaban desde sus épocas de canciller como, por ejemplo, un patrullaje eficiente en el Atlántico Sur y el cuidado de los recursos naturales argentinos.