Jorge Macri se prepara para abrir las sesiones ordinarias en la Legislatura porteña y trazar el rumbo de su gestión sobre el que, con especial énfasis en el orden público, ya dio algunos indicios en sus casi tres meses al frente de la Jefatura de Gobierno. Presentará los proyectos que considerará vitales para su primera etapa, pero cuya aprobación depende de delicados acuerdos políticos. Tendrá gestos en favor del ajuste de Javier Milei al tiempo que reclamará para que se cumpla la medida cautelar sobre la coparticipación y en avanzar para una mayor autonomía de la Ciudad.
Macri se mueve al ritmo de la interna en el PRO, donde todo el partido muestra una sintonía con Milei. Pese a rispideces con los gobernadores, tiene un diálogo directo y fluido con el Presidente aunque sujeto a la pulseada que su primo Mauricio Macri tiene con la mesa chica libertaria que encabeza Karina Milei.
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Tras un verano de intenso por la agenda política nacional, en el que el gobierno nacional no paró de confrontar con gobernadores, Macri sacó a relucir su cintura política con movimientos zigzagueantes para mostrarse en bloque con los diez mandatarios de Juntos por el Cambio ante reclamos a Casa Rosada aunque en términos personales le esquivó al enfrentamiento con el Presidente.
En distintas entrevistas que brindó se lo escuchó prudente y hasta condescendiente al referirse a los primeros pasos del libertario. Expresó que hay que ser respetuoso porque ganó la elección y que hay que darle tiempo a que construya un equipo de gobierno. “Tenemos que trabajar para que este gobierno tenga las leyes y mecanismos para que pueda gestionar”, deseó luego del fracaso de la ley ómnibus que él apoyó y hasta por la que trabajó para encontrar puntos de acuerdo para que pueda ser aprobada en particular.
Esa buena sintonía repercutirá en la Legislatura, donde la relación con sus socios porteños será puesta a prueba en cada sesión y con la particularidad de que la composición que tendrá JxC no alcanza para el quórum. Se necesitan 31 legisladores y el oficialismo cuenta con 30 bancas. Siempre y cuando se mantenga la alianza actual. En el oficialismo creen que los consensos dependerán de cada ley aunque confían en que no tendrán problemas.
De esos 30, hay 12 bancas que son del PRO y están repartidas internamente entre los referentes del partido. Junto a la Coalición Cívica, que tiene tres diputados, conforma Vamos Juntos. El entendimiento que viene de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta continuará y esa bancada será conducida por Darío Nieto, el exsecretario privado de Mauricio Macri. En el bloque destacan su inteligencia y confían en que logrará los consensos. La UCR cuenta con 8 legisladores, mientras que Confianza Pública y los liberales tienen tres cada uno. El socialismo quedó con una legisladora.
Cómo es la relación entre Jorge Macri y Javier Milei
Macri y Milei tienen un contacto frecuente y bueno. Si bien desde un principio intercambió mensajes con Guillermo Francos y dialoga con Karina Milei y Nicolás Posse; tiene línea directa con el Presidente y cada vez que le escribe obtiene una respuesta. La última vez que se vieron fue en una ceremonia de canonización en el Vaticano. “Está muy bien la relación”, reconocieron de ambos lados a El Destape.
La táctica que emplea Macri para relacionarse con Milei tiene dos caras. Una es la que muestra junto a los gobernadores, especialmente con los de Juntos por el Cambio. Esos diez mandatarios mantienen vivo el espacio para actuar en bloque y expresarse ante determinada situación. Así ocurrió cuando rechazaron la acusación de Milei por el fracaso de la ley ómnibus: “No corresponde que nos responsabilicen a todos por igual ni que nos falten el respeto aduciendo poca vocación de diálogo e incapacidad de nuestra parte”. O cuando reclamaron la devolución de los fondos coparticipables quitados a Chubut: “No cumplir con la ley y los acuerdos entre Nación y provincias no afecta a los gobernadores sino a los 50 millones de argentinos que viven en las 24 jurisdicciones del país”.
En ambos rubricó su firma Jorge Macri, pero ese tono desafiante del papel lo dejó en un lugar incómodo del que se corrió en declaraciones públicas. Respecto del Presidente, expresó que comparte el equilibrio de las cuentas que pretende y que comprende las “decisiones complejas” que tomó.
Evitó opinar sobre la conformación del Gabinete y hasta lo definió como “decidido y valiente” por las decisiones que tomó en base a ideas a las que adhiere porque siempre las impulsó el PRO. “Muchas cosas que hizo Milei son para acompañar y otras no, por eso no tenemos una alianza con ellos y estamos dentro de Juntos por el Cambio”, sintetizó un macrista que es de la idea que no se obtendrá nada del Gobierno con la pelea corporativa. “Somos parte de una alianza, pero gobernamos una Ciudad, así como Nacho Torres lo hace con los chubutenses”, marcó.
En paralelo, hay un reclamo inclaudicable que se inició en la gestión larretista, y que Macri continúa, respecto a los fondos de coparticipación que por una medida cautelar la Corte Suprema de Justicia ordenó restituir. La Ciudad reclama que se cumpla el 2,95% fijado y que se pague la deuda de más de 350 mil millones de pesos. “Vamos a seguir insistiendo, de eso no nos bajamos”, prometieron en Uspallata.
En la reunión que mantuvieron en enero, Macri y el ministro de economía, Luis Caputo, quedaron en reunirse de nuevo en marzo para avanzar con la devolución de fondos y el pago de la deuda. Ajuste de tarifas de por medio, Macri evitó críticas al Gobierno y hasta cubrió con fondos propios lo que corresponde al Fondo de Incentivo Docente para compensar salarios y comenzar las clases en tiempo y forma.
Pese a reconocer la sentencia, será un desafío para el discurso de achicar el gasto que tiene la administración minarquista. Una hipótesis que se baraja en Uspallata para esa negociación es que se ponga sobre la mesa se ponga en discusión la transferencia de terrenos del ferrocarril y el puerto de Buenos Aires.
Los acuerdos de Jorge Macri en la Legislatura
Esos guiños, con prudente distancia, que le lanza a Milei encuentran una explicación en la necesidad del Jefe de Gobierno de forjar nuevas alianzas. Ante una frágil coalición, los nueve libertarios se cotizan para conseguir leyes. Varios legisladores de La Libertad Avanza, bloque que quedó bajo la conducción de Ramiro Marra, aseguraron que la unidad no está en discusión y admitieron que tienen mayor diálogo con el actual oficialismo con el que hay más coincidencias ideológicas aunque se preocupan en aclarar que “no hay un acuerdo”. En esa conversación resaltan a Grindetti y Nieto como “interlocutores serios”.
Para tejer un acuerdo con ese bloque, el oficialismo pretende que una diputada libertaria se quede con la presidencia de la comisión de Planeamiento Urbano. Es la segunda comisión más importante (algunos creen que es la primera) y pese a que la UCR la quería, ya le hicieron saber que no quedará para ellos.
El bloque de la UCR está compuesto por ocho legisladores: cinco de ellos responden a Daniel “El Tano” Angelici, tres al tándem Yacobitti-Lousteau y uno a Facundo Manes. Acordaron con Macri la presidencia del Banco Ciudad a cargo de Guillermo Laje y la designación como procurador de la Ciudad a Martín Ocampo, cercano a Angelici. Por ahora alcanza para mantener la alianza con el Ejecutivo aunque la relación es tensa.
“Son acuerdos mínimos, pero no son los que pretendíamos”, advirtió un legislador radical a El Destape. El espacio que perdió en la interna con Lousteau como Jefe de Gobierno todavía no perdona la forma en la que Macri eligió a su Vicejefa, Clara Muzzio. La exministra larretista es del PRO y en la UCR se quejaron de que la designación no fue consultada con los socios del espacio. “Fue una voluntad manifiesta de romper”, resumieron. El vínculo Macri-UCR se irá dilucidando a medida que avance el año legislativo.
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Por su construcción transversal, Larreta consiguió acuerdos que después se traducían legislativamente. Si bien quienes trabajaban bajo esa dinámica hasta diciembre aseguran que no era una escribanía y que había que trabajar los acuerdos, aunque con mayor facilidad que la que creen tendrá Macri.
El Jefe de Gobierno no puede prescindir del radicalismo, si este espacio se mantiene unido y sobre todo porque se mantiene una coordinación con el Partido Socialista y Confianza Pública. Todos ellos juntan 12 legisladores. Hay un trabajo del PRO para romper ese esquema y conseguir un acuerdo con los cinco legisladores de Angelici, pero hasta acá sin resultados concretos. “Macri se imaginaba poder arreglar con Angelici, pero hay lealtad entre Angelici y Yacobitti”, resaltaron en el bloque.
En Unión por la Patria, integrado por 18 legisladores, dan por hecho que Macri va a terminar acordando con los libertarios y rompiendo con los radicales. “Necesita los votos de Milei y sus aliados están poco convencidos de acompañarlo”, analizaron en el bloque peronista que ante la falta de quórum propio del oficialismo puede hacer sentir su peso y especular con no bajar a la sesión.
Se proyecta una Legislatura distinta a la del año pasado. Estará más activa y con mayor protagonismo en la que el oficialismo no proyecta que tendrá que trabajar para conseguir los consensos. “La velocidad de trabajo estará sujeta a la capacidad de generar acuerdos”, reconocieron en el oficialismo en diálogo con El Destape.
Los proyectos de Jorge Macri para la Legislatura
Para esa misión, Jorge Macri eligió a Néstor Grindetti como el interlocutor con la Legislatura. El jefe de Gabinete porteño ya tuvo un primer contacto con el bloque el jueves pasado y estuvo acompañado de Carlos Walter, el enlace parlamentario. También estaba allí Matías López, el vicepresidente primero que encabezará las sesiones. Grindetti transmitió “la necesidad de consenso y trabajo en conjunto con el Ejecutivo”.
No tuvieron el detalle completo del plan de trabajo que dará a conocer Macri el viernes y cuya planificación se está cerrando en los distintos ministerios, pero las promesas de campaña y las definiciones que dio estos meses revelan que Macri buscará avanzar con iniciativas en torno a la seguridad, la salud mental y la urbanización.
Entre ellas está la ley de reiterancia para endurecer las penas a los delincuentes que reinciden en delitos. “Es un parche en una discusión de fondo que tiene que ver con la lentitud de la Justicia”, justificó un legislador oficialista. También impulsará la modificación del Código Urbanístico con el que buscará expandir el desarrollo de los barrios del sur de la Ciudad y que la edificación de altura quede limitada a las avenidas.
La principal tarea que le encomendó es aislar los acuerdos políticos en la Ciudad de los desacuerdos nacionales entre los exsocios de Juntos por el Cambio. “Hay que disimular el lío que hay en Nación para que no vuele la Ciudad”, aseguró un legislador amarillo.
Después del 1° de marzo habrá que estar atento al desenlace de la interna PRO y la evolución de la relación entre ese partido y el gobierno de Milei. Ello encontrará un correlato en la reacción de los aún socios del oficialismo porteño. Cada suceso tendrá su eco en la Ciudad y pondrá a prueba todo el tiempo la muñeca política de un Jorge Macri que irá construyendo su perfil nacional.