En medio de una política de reducción del Estado y tensiones por una fusión con el PRO que ha sido dejada de lado, el gobierno de Javier Milei sufrió una baja. El interventor adjunto del sistema de medios públicos, Diego Marías, presentó su renuncia cuando no llevaba ni un mes en el cargo. Estaba al frente de la auditoría del grupo de medios junto a Diego Chaer, quien seguirá en el cargo. El área está bajo la órbita del jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Marías es un abogado que integra el PRO desde su fundación y se referencia en Mauricio Macri. Fue legislador porteño, tuvo un paso por el Ministerio de Educación en tiempos de Esteban Bullrich y fue miembro del Consejo de la Magistratura. Por esa expertiz legislativa, judicial y de gestión llegó a al frente de la intervención con la tarea de emprender una reducción del gasto y personal en los medios y con la promesa del Presidente de cerrar Télam. No solo tenía a cargo la agencia de noticias estatal sino también Radio y Televisión Argentina, Ediuc.Ar y Contenidos Públicos.
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Su salida, explicaron desde su entorno a El Destape, no fue en malos términos ya que “está muy agradecido por la oportunidad". Según supo este medio sobre la razón que lo impulsó a tomar esta decisión, Marías creyó que no era necesario que haya dos interventores con el mismo rango y atributos. "Es con el fin de agilizar procesos y la toma de decisiones en cuanto a la transformación de los medios públicos", explicaron.
Había sido designado el lunes 5, a través del decreto 117/2024, y en menos de un mes decidió dar un paso al costado. También dejó el cargo de titular de Contenidos Públicos, Cristian Sedam. Desde la oficina de Posse confirmaron que seguirá en el cargo Chaer, cercano a asesor presidencial Nicolás Caputo y vinculado a Daniel Vila por su paso en América.
En estas cuatro semanas, según supo este medio, mantuvieron reuniones con los directorios de las empresas que debían auditar, evaluando los gastos y las conformaciones de las mismas y elaborando un diagnóstico para Posse antes de pasar la motosierra.
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Esta dimisión se da en medio tensiones hacia el interior del PRO, con una Patricia Bullrich que impulsó un documento el último fin de semana para apoyar a Milei en su pelea con los gobernadores, especialmente Ignacio Torres que es del mismo partido que conduce. La ministra de Seguridad, que negoció a título personal su lugar y el de otros dirigentes del partido que trabajaron en su campaña, no se opone a que Macri lidere el partido a nivel nacional, pero tampoco quiere que lo maneje como una empresa. Pretende ser socia de Macri y que todo se defina en conjunto.
Es la segunda salida esta semana. Si bien no es del PRO aunque tiene un vínculo cercano a Rogelio Frigerio y formó parte de la mesa chica de Bullrich en la campaña, Sebastián García de Luca dejó la Secretaría de Articulación Federal. Era un cargo clave en Seguridad para trabajar en conjunto con gobernadores. El endurecimiento de la ministra colisionó con su perfil acuerdista y por ello decidió alejarse.
La identidad del PRO se discute en estos días y su desenlace puede llegar el 19 de marzo cuando se cierren las listas. En las últimas horas María Eugenia Vidal reconoció que "hay un consenso mayoritario para que Mauricio Macri sea el presidente" del partido mientras que Cristian Ritondo consideró que se debe "mantener la identidad".