A través de un comunicado subido a las redes sociales, La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei, se desentendió de la suerte que pudieran correr los candidatos provinciales que se identifiquen con él y avisó que su único objetivo son "las próximas elecciones presidenciales 2023". La decisión tiene que ver con la escasa intención de voto que muestran esos dirigentes en sus distritos y que su plan de fondo -muy a tono con los deseos de sus casi aliados Mauricio Macri y de Patricia Bullrich- es dejar afuera del ballotage al Frente de Todos, no le importa otra cosa. Una encuesta "cuali" conocida en estos días mostró cuáles son las calificativos que para la gente mejor representan al libertario: "loco", "mentiroso", "peligroso". Así todo, mantiene un 43% de evaluación positiva.
Un fenómeno originado en los medios, Milei no tiene ningún desarrollo territorial en el país. Por eso, algunos analistas lo ven como candidato "cáscara", con una fuerte imagen pero poca solidez. Resulta dudoso que pueda mantener los porcentajes de intención de voto que hoy las encuestas le adjudican en muchas provincias. En principio, le costará bastante garantizar un operativo de fiscalización del voto en toda la extensa geografía nacional. Lo que ya quedó claro es que no puede trasladar sus apoyos a quienes se postulan como representantes locales.
En las dos primeras elecciones del año, días atrás en Neuquén y Río Negro, sus candidatos no llegaron al 10% y quedaron muy lejos de la pelea. Ante el inicio de una nueva tanda de comicios provinciales, en La Libertad Avanza optaron por avisar que quienes se presenten tendrán que hacerlo por sus propios medios, sin utilizar la imagen de Milei. Diferente es el caso para los que le pueden garantizar un piso de votos, como Ricardo Bussi en Tucumán o Martín Menem en La Rioja. Entonces queda en evidencia que lo importante son los votos porque más casta política que los apellidos Bussi o Menem, difícil.
Un caso paradigmático es el de Santa Fe. La decisión de no presentar candidato a gobernador ni demás cargos provinciales santafesinos se anunció el martes, anticipando en un día la resolución que luego se expandió a todo el país. Milei habría tomado esa resolución luego de que operadores del radicalismo que promueven la candidatura de la senadora Carolina Losada lo convencieron de la jugada para facilitar un triunfo del antiperonismo nucleado en el frente "Unidos". Rápido, el gobernador peronista de Entre Ríos, Gustavo Bordet, evitó una jugada similar al unificar las elecciones provinciales con las nacionales, obligando a Libertad Avanza a presentar candidatos. Desde el entorno de Milei ya adelantaron que también presentarán boletas en CABA y en provincia de Buenos Aires, que también eligen el mismo día.
Como dejó en evidencia lo resuelto en Santa Fe, el objetivo de Milei es hacer lo que haga falta para que pierda el peronismo. Fue la intención por la que lo impulsaron desde los medios opositores, lo que pasó fue que luego se les fue de las manos y ahora el libertario aparece como el candidato con mayor intención de voto individual. En vez de dejar afuera del ballotage al Frente de Todos, podría terminar relegando a Juntos por el Cambio. Todo es posible aún en un escenario electoral dividido en tercios, según sostienen la mayoría de los encuestadores.
Una encuesta de tipo cualitativa realizada por la consultora Solo Comunicación conocida esta semana, mostró los puntos fuertes y los débiles del "fenómeno" Milei. Muy dado a los desbordes en sus apariciones, los consultados dieron la "personalidad" y la "comunicación" como los aspectos negativos de la personalidad del libertario. En cambio, su "habilidad" y su capacidad de "gestión" fueron vistos como las dimensiones positivas, pero en menor porcentaje. Los organizadores del trabajo explicaron que eso tiene que ver con las características "hoja en blanco" que presenta un candidato como Milei, del que poco se conoce y al que cada votante le agrega los contenidos que mejor le vienen.
En la discusión pública tiene una ventaja por el hecho de que sea el único candidato que no tiene rival que enfrentar en las PASO le posibilita adelantar sus propuestas que el resto de la clase política se ve obligado a debatir, aunque sea para descartalas. Ya sea dinamitar el Banco Central o, en especial, dolarizar la economía fueron tema de debate nacional en los últimos días. Incluso a partir del discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien -nada inocentemente- buscó confrontar directamente con las ideas del libertario, para subirlo al ring y postergar a Juntos por el Cambio.
Más significativo aún fueron las palabras más repetidas por los encuestados para referirse a Milei. Loco, malo, mentiroso y peligroso, fueron las que aparecieron en primer término. En tanto, más atrás se ubicaron inteligente, bueno, esperanza y cambio. Claramente, hay rasgos de una personalidad excéntrica -por llamarla de algún modo- que ya empiezan a hacerse nítidos para un sector de la población mientras que para otros continúan imponiéndose el perfil novedoso ante una dirigencia política desgastada por las dificultades de las dos últimas gestiones presidenciales, que culminan envueltas en crisis.
Esta dualidad se percibe en la evaluación general de Milei. A medida que se va haciendo más conocido, crece su imagen negativa que ya alcanza el 57%. Pero, al mismo tiempo, la imagen positiva es del 43% que lo pone en el podio de los dirigentes mejor conceptuados del país. Por algo no quiso verse prematuramente desgastado en la serie de elecciones provinciales que arrancarán este domingo, donde quedará confirmado que esos porcentajes por ahora sólo pertenecen al etéreo mundo de los sondeos de opinión.