El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decidió no asistir el domingo a la asunción del mandatario electo Javier Milei. "Lula no irá a Buenos Aires", dijo a Télam el ministro de Comunicación Social brasileño, Paulo Pimenta. En su lugar, enviará al canciller Mauro Vieira, quien fue embajador en Buenos Aires durante ocho años y coincidirá en la ceremonia con uno de los invitados especiales del libertario, el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro y varios de sus gobernadores aliados.
Lula había sido invitado el domingo pasado en una carta entregada personalmente a Vieira en el Palacio de Itamaraty por la futura canciller Diana Mondino, quien destacó las relaciones entre Argentina y Brasil. Pese a la carta, el mandatario brasileño se mantuvo en la posición de no acudir a la toma de posesión de Milei. Bolsonaro, quien fue invitado personalmente por Milei en una videollamada la misma noche de la victoria electoral, ya prepara su viaje con una comitiva de 30 personas, entre ellos líderes legislativos de la extrema derecha y los gobernadores de San Pablo, Tarcisio de Freitas, Goiás, Ronaldo Caiado, y Santa Catarina, Jorginho Mello.
Una relación que no será fácil de componer
A lo largo de la campaña, por un lado, Milei hizo de Lula un enemigo directo y público -como sucedió con el papa Francisco-, mientras que por otro lado, el mandatario brasileño no disimuló demasiado su apoyo al oficialismo peronista, incluso compartiendo a algunos de sus asesores de campaña con el entonces candidato Sergio Massa. El libertario llenó de insultos al líder del Partido de los Trabajadores, pero poco después de ser electo, su canciller designada, Mondino, realizó un viaje sorpresa y relámpago a Brasilia y, junto a los embajadores de ambos países vecinos, se reunió con Vieira.
Posteriormente, el futuro Gobierno de Milei hizo otro gesto: Mondino anunció que les gustaría que Daniel Scioli siguiera al frente de la embajada argentina en Brasilia, un dirigente que podría garantizar que el vínculo bilateral siguiera funcionando, pese a la falta de una verdadera disculpa pública del presidente electo argentino y de la posible profundización de su alianza con el bolsonarismo.
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En los últimos días, la futura canciller de Milei tuvo otra coincidencia con el Gobierno de Lula, al apoyar una eventual firma del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea en la próxima cumbre de presidentes, este jueves en Río de Janeiro. Esta será la última cita del bloque regional de Alberto Fernández y no habrá presencia del Gobierno entrante. Mientras Brasil y Alemania negocian a contra reloj para concretar el acuerdo, tanto el Gobierno argentino como el francés de Emmanuel Macron ya dejaron claro que no están de acuerdo con la versión oficial, aunque por distintas razones.