El bloque de diputados Unión por la Patria insistirá con la convocatoria para una sesión especial el martes a las 11 para el rechazo al DNU 70/2023, pese a la resistencia del presidente de la Cámara, Martín Menem, que les reclama cambiar de fecha para que no se encime con la discusión de la ley Bases. "El DNU y la ley Bases son dos caras de la misma moneda. Es el andamiaje jurídico y administrativo sobre el cual Javier Milei quiere llevar adelante el proyecto de desguace del Estado argentino", explicó el jefe de la bancada de UP, Germán Martínez, el interés en que las dos sesiones se hagan en forma continua. Además, la estrategia se justifica en que así se garantizan que todos los legisladores del interior estén en el recinto, situación que difícilmente se repita si se tratara sólo la derogación del decreto.
El Ejecutivo negoció con los bloques de la oposición dialoguista la ley Bases y el capítulo fiscal, dejando afuera de las conversaciones a Unión por la Patria, el principal bloque en Diputados que recién tuvo en sus manos el proyecto durante el debate en comisión. Ese debate en plenario de comisiones, como ya sucedió en enero con la primera versión de la ley, fue ultra rápido y no dio margen para otra cosa que expresiones tipo catarsis. Como contraataque, desde la bancada que preside Martínez idearon pedir la sesión especial por el DNU, que ya cuenta con el rechazo del Senado. Vienen trabajando desde hace tiempo esa sesión y entendieron que ahora era la oportunidad.
"No hay antecedentes de lo que hizo Menem. Es insólito, tiene que convocar a las dos sesiones -la que tiene pedida el oficialismo para el lunes a las 12 y la que pidió la oposición para el martes a las 11- e ir viendo la administración de los tiempos para que se puedan materializar las dos", explicó Martínez en diálogo con El Destape Radio. Concluyó que Menem no quiere que se discuta el rechazo del decreto, lo que es un exceso de atribuciones del presidente de la Cámara que, por reglamento, está obligado a convocar a sesión con un pedido firmado por al menos diez diputados. En este caso, el pedido lo suscribieron 88 integrantes de la bancada de UP.
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La bancada presentó una nota a Menem para exigirle que respete el reglamento a riesgo de incurrir en un incumplimiento de los deberes de funcionario público. "Los antecedentes indican que ya se ha realizado en diversas oportunidades convocatoria a sesiones especiales en un mismo día", le recordaron, por lo que calificaron su excusa como "dilatoria e irrisoria".
Vale recordar que, días atrás, cuando realizaron una jornada debate con constitucionalistas para que opinaran sobre el DNU, desde la presidencia de la Cámara cortaron la transmisión en directo por YouTube sin dar explicaciones. Ayer, cerca de Menem insistían en el convencimiento de que el debate por la ley Bases se extenderá más allá del lunes, por lo que debía correrse la sesión especial para más adelante. Unión por la Patria quiere que sea todo parte de la misma discusión y, además, aprovechar la presencia de todos los diputados en el edificio.
Sin embargo, el apuro por pedir la sesión especial el viernes llevó a Unión por la Patria a apartarse de la estrategia de realizar cada movimiento junto con los legisladores del FIT, el socialismo santafesino, los santacruceños y una parte del radicalismo, de manera que no aparezca como una jugada de un solo partido. Esta estrategia, en la reciente sesión especial por el financiamiento universitario, la reanudación del Fondo de Incentivo Docente y la movilidad jubilatoria, les permitió reunir 124 diputados, a sólo cinco del quórum propio. En esta ocasión esperan finalmente alcanzar el número anhelado, pero la convocatoria unilateral dejó a los legisladores de los otros bloques molestos.
En Unión por la Patria no hay certezas. Además de los 99 diputados propios, están seguros los cinco de la izquierda, los dos de Santa Cruz y al menos tres de Hacemos Coalición Federal. En ese bloque que preside Miguel Angel Pichetto hay algunos díscolos como los diputados de la Coalición Cívica y Margarita Stolbizer que suelen ser reacios a sumarse a cualquier iniciativa que impulse el peronismo, por más que coincidan en su posición. La mirada también estará puesta en ver cuántos radicales se acoplan a la jugada entre los sectores críticos de Facundo Manes y Martín Lousteau. Por último, quienes tendrán la llave del rechazo o la continuidad del DNU serán los representantes de partidos provinciales, algunos de ellos posicionados contra el Gobierno. Juntos Somos Río Negro votó por el rechazo al decreto en el Senado mientras que los del Frente de la Concordia de Misiones se abstuvieron.
"Lo lógico es que si discutís la ley Bases, también discutas el DNU 70/2023. Es una forma de decirle a los diputados que en su momento se manifestaron en contra del DNU y que ahora le van a dar quórum al oficialismo para aprobar la ley Bases: 'muchachos, siéntense también para rechazar el decreto", explicó Martínez. Con la ley y el capítulo fiscal paralelo ya cerrado, en Unión por la Patria entendían que los legisladores que responden a los gobernadores quedarán liberados de la presión de las negociaciones con el Ejecutivo. También es probable que surjan enojos de parte de quienes no le cumplieron lo prometido.
El lunes al mediodía arrancará en Diputados el debate de la ley y el acuerdo fiscal. En la Rosada están convencidos de tener los votos para la aprobación en general y que estarán más ajustados en algunos de los aspectos más conflictivos del proyecto como las facultades delegadas y privatizaciones. Lo mismo con el capítulo fiscal respecto a la vuelta del impuesto a las Ganancias, el blanqueo y la moratoria. El resultado de esta discusión previa tendrá incidencia directa de la suerte que pueda correr el decreto en la sesión especial que seguirán reclamando para el martes a la mañana. El miércoles es feriado y luego volver a la carga contra el decreto se volverá más cuesta arriba.