"No sabemos si la empresa Petronas, que es muy seria, se va a prestar a este juego político", sostuvo el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, respecto a la decisión que deben tomarse en los próximos días sobre la ubicación de la planta de licuefacción de gas que se disputan las provincias de Buenos Aires y Río Negro. Bianco subrayó que la instalación de la planta en Bahía Blanca tendría notorias ventajas en cuanto a eficiencia, infraestructura, rutas, ductos, puerto y mano de obra capacitada que en su rival Punta Colorada y reiteró que los próximos días se enviará a la Legislatura el proyecto para tener un RIGI bonaerense. De esa manera, adecuará la legislación provincias a la propuesta nacional. El esfuerzo está puesto en que se trata de una inversión de 50 mil millones de dólares. "Aunque hay que ver si alguna vez arranca", deslizaba un funcionario de la Provincia.
Bianco, el ministro de mayor confianza del gobernador Axel Kicillof, se refirió también a la instalación mediática que se fueron haciendo de algunas cuestiones. Por ejemplo, que el RIGI incluido en la ley Bases regirá para todo el país una vez que el Gobierno la reglamente. Es decir, que el anuncio del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck de "adherir" al RIGI no tiene efectos concretos porque se trata de una ley nacional con validez para todas las provincias por igual.
La iniciativa bonaerense que enviarán en estos días para que la traten senadores y diputados -denominada Régimen de Fomento de Inversiones Estratégicas- genera incentivos fiscales referidos exclusivamente a impuestos provinciales. Como contrapartida, y esto marcará una diferencia con la propuesta votada por el Congreso nacional, estimula la contratación de de empleo y de proveedores locales y la generación de valor agregado.
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El gobierno de Javier Milei buscó colocar a Kicillof en una encerrona. O imitaba a Weretilneck y agachaba la cabeza para adherir al RIGI nacional o trasladaban la inversión a Río Negro. En la primera posibilidad le generaría un daño político al mostrar al gobernador de la provincia de Buenos Aires y una de las referencias más importantes de la oposición resignando posiciones públicamente. Si no lo hacía, el daño vendría por perder una inversión histórica para la Provincia. Kicillof y su equipo elaboraron una salida propia para evitar la trampa. "El régimen que establezcamos en la provincia será complementario al que ya existe a nivel nacional", explicó Bianco en diálogo con el programa "No la Ven", en Splendid.
La decisión la anunciarán en los próximos días las petroleras YPF y la malaya Petronas. Cerca de Kicillof se dividían entre quienes se mantenían optimistas y los que eran pesimistas, vertiente en crecimiento luego de las declaraciones de Milei de días atrás. "Si quisiera hacer las cosas bien se hubiera adherido al RIGI nacional ¿Vas a invertir donde está Kicillof? Ni de casualidad, para qué quiere hacer un RIGI distinto. ¿Con sus ideas comunistas que hundieron a la Argentina?", le dijo el Presidente a Alejandro Fantino. Por eso, Bianco centró ayer sus expectativas en la decisión de Petronas, quien viene invirtiendo en desde hace años en la zona de Bahía Blanca para realizar estudios de factibilidad e impacto ambiental.
Obviamente, hay necesidades diferentes. El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, de Unión por la Patria, está dispuesto a hacer lo que haga falta para que llegue la inversión. "Bahía Blanca va a adherir en su marco global y general al RIGI", aseguró. Adelantó que el próximo miércoles autoridades de ambas cámaras de la Legislatura bonaerense se trasladarán a la ciudad para conversar sobre los pasos a seguir para asegurar la instalación de la planta. Igual que en la gobernación, Susbielles habló sobre algunas declaraciones que le generaron inquietud. "Veo comentarios atravesados por la política y es lo peor que podría ocurrir", advirtió el jefe comunal.
Quienes se mantienen optimistas, ponen el acento en las evidentes condiciones favorables que tiene Bahía Blanca para recibir la planta, algo que las firmas petroleras no podrán ignorar al momento de decidir semejante inversión. Los pesimistas, en tanto, imaginan que el gobierno de Milei no se perderá la oportunidad de propinarle un golpe a Kicillof que le signifique un traspié político y, al mismo tiempo, funcione como advertencia a los demás gobernadores. Asi verán qué le sucede a quienes no acepten la sumisión con la Casa Rosada.
"Es una extorsión que hay que explicar a la sociedad. En un lugar, que está en Río Negro, no hay nada y hay que llevar un montón de cosas, en el otro, en la provincia de Buenos Aies, está construido el 60 o el 70%. ¿Dónde se va a hacer una obra tan importante?", se preguntó el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, respecto a la situación que se plantea. Por eso los funcionarios bonaerenses se dedican a detallar la situación. De esa manera, interpretaban, aún en caso que la planta termine en Río Negro, podrán mostrar que fue una jugada política de Milei para perjudicar al gobernador y, en definitiva, a los bonaerenses, un distrito decisivo en el que no le va bien en las encuestas.
"Kicillof muestra otra concepción del Estado", explicó Katopodis otro los motivos que podría tener el Gobierno para resolver en su contra. Exhibir claramente esto será la tarea de los próximos días, para que no sea el gobernador sino el Ejecutivo nacional quien pague el costo por una decisión fuera de la lógica. Además, esa megainversión luego tendrá que concretarse. "Para empezar, seguro que nadie va a invertir un peso hasta no ver qué pasa en las elecciones del año que viene. Y después se van a tener que dedicar a juntar quien les financie esa cantidad de dólares, algo nada sencillo. Así que estamos hablando de una inversión que arrancará en 2026, con suerte", imaginaban en el gabinete bonaerense.