Tras defender la ley sancionada por el Congreso que recompone 8,1% las jubilaciones frente al anunciado veto total de Javier Milei, Miguel Angel Pichetto, jefe del interbloque Encuentro Federal (EF) está dispuesto a abrir una negociación con el Gobierno a cambio de un veto parcial. De modo contrario, su espacio dice contar con los dos tercios de votos necesarios para insistir en la Cámara de Diputados para voltear la voluntad del Presidente.
Los escenarios se analizaron ayer miércoles en una reunión del titular de la bancada con varios de sus principales espadas legislativas. A una semana de anunciado, el veto no se materializó y algunos de los presentes acercaron las versiones que indican que en la Casa Rosada se está evaluando dar marcha atrás con lo comunicado a cambio de un rechazo parcial de lo convertido en ley.
“Si el veto es total nos obliga a insistir y creemos que tenemos los votos. Hay que darle más a los jubilados y no perjudicarlos”, expresa uno de los Diputados que articula la estrategia parlamentaria de EF. El camino se torna menos claro si Milei define bloquear algunos de los artículos de la ley sancionada. Las opciones que se evaluaron con veto asegurado son “el artículo que ordena pagar los juicios o aquel que recompone las 13 cajas jubilatorias provinciales”.
Si el Presidente opta por un rechazo parcial, no está garantizada la insistencia de Pichetto para torcer la voluntad libertaria. El lunes el vocero Manuel Adorni ratificó el veto total: “El veto va a ser total, no hay ningún tipo de negociación. La decisión está tomada”. En el espacio federal estiman que la recomposición de 8% en los haberes puede ser salvada y que las cuentas de cada provincia pueden discutirse con el presupuesto que se presentará en máximo 15 días. “Van a querer cagar a las provincias o a los que hicieron juicio”, anticipan los pichettistas sobre los deseos del Gobierno. El artículo 10 le da a Milei seis meses para cancelar las deudas previsionales con sentencia firme y las adeudadas con las cajas provinciales no transferidas.
Los movimientos de los gobernadores serán clave para la definición del bloque federal que se nutre de las necesidades de las provincias. “Nos aseguran que desde que entró Milei se cortaron todas las transferencias, inclusive las que estaban automatizadas. Cero pesos ingresaron”, revelan pero aseguran que los mandatarios están pendientes en la letra chica de la ley de leyes y no están hoy urgidos por imponer la ley jubilatoria. Transferencias consagradas en el presupuesto pueden garantizar el respaldo al veto.
En la reunión se tanteó el sentir de la Suprema Corte de Justicia sobre el tema. El Gobierno había deslizado que iba a acudir a la Justicia si Pichetto, Unión por la Patria, el radicalismo y la izquierda logran insistir ante el veto. Los emisarios informaron que la posición del máximo tribunal será respaldar la fórmula sancionada por el Congreso. Lo que implicaría un revés para el Gobierno.
La voluntad de diálogo, sin embargo, no encuentra cauce. Las conversaciones son muy informales aún y los funcionarios con capacidad de decisión o sus intermediarios no asomaron por el Congreso ni levantaron los teléfonos. La comunicación entre los dialoguistas y el Gobierno está interrumpida. Los pedidos de conversaciones y las advertencias opositoras fueron transmitidas al titular de la Cámara, Martín Menem y al jefe del bloque libertario Martín Bornoroni. En la reunión que contó con la presencia de Pichetto, Nicolás Massot, Esteban Paulón, Oscar Agost Carreño, entre otros se resolvió esperar una semana y convocar a todos los diputados del espacio para avanzar con una estrategia coordinada y definitiva.