Milei, entre Ficha Limpia y las coimas de Trump

Los anuncios de Trump sobre la suba de aranceles y el decreto que habilita a las empresas de EEUU a pagar coimas para quedarse con negocios en la Argentina atentan contra las posibilidades de que Milei goce de privilegios a pesar de su sumisión incondicional.

15 de febrero, 2025 | 00.05
Milei, entre Ficha Limpia y las coimas de Trump Milei, entre Ficha Limpia y las coimas de Trump

Esta semana Donald Trump anunció una suba de aranceles a productos que ingresen a Estados Unidos con el objetivo, que no se logra tan fácil, de cuidar el trabajo y las empresas de su país. Cuando le preguntaron si haría excepciones dijo que no; cuando le repreguntaron si haría una excepción con la Argentina dijo que no. Pero además firmó un decreto donde habilita que las empresas estadounidenses paguen coimas para quedarse con negocios en el extranjero, en especial en torno a minerales críticos, puertos de aguas profundas y en infraestructura y activos estratégicos en todo el mundo. Todas malas noticias para Javier Milei, que en las próximas horas viaja a EEUU para, si tiene algún deseo de supervivencia, convencer al presidente estadounidense de que lo trate distinto que al resto del mundo.

Es muy probable que Milei crea realmente que Trump considerará excluirlo de las consecuencias de al guerra comercial global. El alineamiento extremo de Milei con la agenda exterior de Trump hace quedar a las relaciones carnales de los 90 como un valiente y razonable acto de soberanía. Pero Milei no detecta que una cosa son los exabruptos de Trump hacia el mundo como método de negociación y otra su política hacia adentro de EEUU, que está orientada a mejorar la vida de quienes lo votaron. Es posible que Milei crea que verse convertido en un actor global del nuevo proyecto de poder de los multimillonarios eso le traerá beneficios, que Elon Musk y sus huestes no dejarán caer a su conejito de indias latinoamericano. Pero las señales de Trump esta semana van todas en sentido contrario. ¿Priorizará lo que denomina “la seguridad nacional de EEUU” o a su cosplayer argento?

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El decreto que firmó Trump para que las empresas de EEUU puedan pagar coimas en el extranjero figura en la web de la Casa Blanca. Allí afirman que:

  • La seguridad nacional de Estados Unidos depende de que el país y sus empresas obtengan ventajas comerciales estratégicas en todo el mundo. El presidente Trump está deteniendo la aplicación excesiva e impredecible de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, que hace que las empresas estadounidenses sean menos competitivas”
  • “Las empresas estadounidenses se ven perjudicadas por la aplicación excesiva de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, ya que se les prohíbe participar en prácticas comunes entre sus competidores internacionales, lo que crea un campo de juego desigual”.
  • Las ventajas estratégicas en minerales críticos, puertos de aguas profundas y otras infraestructuras o activos clave en todo el mundo son esenciales para la seguridad nacional de Estados Unidos

Esas “prácticas comunes” son el pago de coimas; esos “minerales críticos” son el litio y el cobre de nuestra cordillera y los hidrocarburos de Vaca Muerta; esos “puertos de aguas profundas y otras infraestructuras o activos clave” son el río Paraná y la Vía Troncal Navegable, mediáticamente llamada Hidrovía, entre otros.

Esta idea de que el desembarco de empresas de EEUU en otros países es clave para la seguridad nacional no es nueva. De hecho en la misma web de la Casa Blanca se pueden leer los documentos de la “Estrategia de Seguridad Nacional” (National Security Strategy) de Estados Unidos desde la administración de Ronald Reagan hasta Joe Biden. En los últimos años introducían el concepto de “combate contra la corrupción”, la remake de lo que fue en su momento el combate al comunismo y luego el combate a las drogas, como excusa para intervenir en países con gobiernos díscolos. Afirmaban que era esa corrupción la que impedía que las empresas norteamericanas hicieran negocios allí. Eso sirvió para la instalación del lawfare. Ahora Trump le da una vuelta de tuerca: paguen coimas y quédense con todo.

Milei sostenía que la llegada de Trump de nuevo a la Casa Blanca significaba un salvataje automático. Que Trump, apenas asumiera, daría la orden al FMI para un nuevo desembolso que le de aire al plan que ejecuta el ministro Luis Caputo. Incluso en en junio de 2023, en la previa a las PASO que lo catapultaron a la presidencia, Milei le dijo a Alejandro Pautino (Fantino) que en su celular tenía préstamos garantizados por 30.000 millones de dólares e incluso le propuso que mirara su celular. Pautino no tuvo curiosidad.

Esta semana, ante la avalancha de advertencias al gobierno por el dólar ficticio que sostiene para favorecer la bicicleta financiera y las percepciones de cara a las elecciones, Pautino fue el encargado de atacar a los que Milei considera “econochantas”, a los que acusó de mentir sobre el atraso en el dólar porque cobran en esa moneda y se la quieren gastar en viajes de lujo y detalló: “con 3 informes mensuales se alquilan un yate en Rímini, ponen a cuatro odaliscas a bailar, traen dos cobras que salgan de una canasta con un hindú tocando la flauta traversa, se hacen pasar Coppertone (un protector solar) por la espalda, van con el barquitos a Bahamas y se tiran a nadar con los delfines mientras vos y yo estamos sacando viajas del agua a ver si sacamos un patí y a ver si lo podemos fritas en Sauce Viejo”. El Instagram de Pautino se parece mucho más a su descripción del supuesto viaje de los “econochantas” que al humilde viaje de pesca de cabotaje.

Pero esta operación mediática no alcanzó, al igual que no alcanza la relación personal de Milei con Trump para la llegada de fondos frescos que le permitan sostener esta ficción por unos capítulos más. A fin del año pasado el gobierno afirmaba que Trump los ayudaría apenas asumiera la presidencia. Se olvidaron que Trump tiene otras prioridades que, en materia económica, apuntan a que la producción y el trabajo sea en Estados Unidos y decidió iniciar una guerra comercial a nivel global. Era obvio que la Argentina no iba a ser prioridad, pero a las pocas horas Pautino bajó la nueva línea oficial y dijo: “El gobierno quiere ser muy cauto en el viaje de Milei a Estados Unidos en las próximas horas. Cauto al punto que, la frase que a mí me dicen, es que hay muchísimo tiempo porque aún la administración de Trump no se acomodó. No tomó las oficinas”. Aclaró que “no es literal, es una figura retórica”.

Con respecto a los aranceles -siguió Pautino- fácticamente hay que pensar, o el gobierno cree, que hay que ver bien cuáles son los impactos reales en el número que Argentina perdería de exportarle a Estados Unidos. Están viendo con lujo de detalles por dónde van a ir a destrabar. A mí me dicen que podría haber buenas noticias en las próximas horas pero no van a apurarse con ningún tipo de declaración porque esto lleva tiempo y hay que tomarlo con muchísima calma”.

Pautino no le volvió a preguntar a Milei donde están estos 30.000 millones de dólares que tenía en el celular. Tampoco reparó en el hecho de que Trump ya fue presidente de EEUU por lo que ya conoce el trabajo y la botonera y no es cuestión de que aún “no se acomodó”.

Milei tiene previsto viaje a EEUU y dijo que pretende un tratado de libre comercio. Es decir, eliminar cualquier arancel sobre los productos de un país que ingresen al otro. No hay que ser experto en comercio internacional para advertir qué país saldrá favorecido: si el que produce caro y no tiene dólares o el que produce barato y tiene dólares.

Por el río Paraná, un negociado nadando va

Esta semana Milei tuvo que tapar otro escándalo: el fracaso de la licitación por la concesión de la Vía Troncal Navegable, el río Paraná, por el que transitan más del 80% de las exportaciones argentinas. Milei la anunció el 22 de noviembre del año pasado, dos días después del día de la Soberanía en el que se recuerda la batalla de Vuelta de Obligado, cuando Juan Manuel de Rosas tuvo que enfrentar la intrusión de una flota combinada de ingleses y franceses que pretendían adueñarse de la ruta comercial que nacía en Paraguay y desembocaba en Montevideo a través de la que desde entonces hasta hoy es el principal canal de exportaciones de la Argentina: el Río Paraná.

La idea de Milei era prorrogar por 30 años la concesión de lo que técnicamente es esa Vía Troncal Navegable (VTN), mediáticamente conocida como Hidrovía, nombre de la empresa que la controla desde el anterior gobierno privatizador, el de Carlos Menem. Desde el vamos hubo sospechas sobre el direccionamiento de la licitación, confirmadas horas de la fecha de apertura de los sobres con las ofertas, que era el miércoles pasado. La ratificación de las irregularidades en la licitación más importante que hay hoy en el país llegó desde la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), la fiscalía anticorrupción, que detectó un sinnúmero de maniobras para favorecer a la actual dueña del río, la multinacional belga Jan de Nul.

El debate por la ley de Ficha Limpia, otro de los temas de la semana, también está atravesado por la cuestión de la Hidrovía. El año pasado, cuando el PRO intentó que el proyecto avanzara en el Congreso, no logró el apoyo de La Libertad Avanza. Desde el partido de Mauricio Macri publicaron un comunicado en redes donde criticaron esa actitud del gobierno. “Mauricio, por décima vez: No te vamos a dar la hidrovía” le contestaron desde una cuenta llamada Las Fuerzas del Cielo, revalidada con un apoyo a ese mensaje de El Gordo Dan, el vocero paraoficial de Milei.

Por esos días Macri había dicho que la Hidrovía “ya debería estar licitada”. Su apuro era porque, es vox populi, operaba en favor de Boskalis, una firma de ligada a la corona de Países Bajos. “En Argentina se hizo casi imposible conseguir un contrato de dragado en forma transparente” se quejaba Bart Rumes, director regional de Boskalis, en un evento del sector realizado en Buenos Aires a mediados de octubre. La firma tiene varios contratos como el dragado del Canal Martín García y de varios canales de acceso a los puertos de Mar del Plata, Bahía Blanca, Dock Sud, Exolgan y Quequén. Pero afirmaba que esos contratos los logró cuando se podía competir y que ahora todo lo monopoliza Jan de Nul. Lo curioso es que no son los paladines de la transparencia: en 2013 Boskalis fue multada por sobornar al ex presidente de la autoridad portuaria de la Isla de Mauricio. El chiste se cuenta solo.

Ahora las cosas cambiaron: desde La Libertad Avanza apoyaron el proyecto de Ficha Limpia impulsado por el PRO aunque Milei no tiene interés en proscribir a CFK, más bien desea enfrentarla en las urnas porque cree (y es muy probable que tenga razón) que le gana. La licitación de la Hidrovía quedó en suspenso y mientras la beneficiaria es, de hecho, Jan De Nul, que seguirá con el control del negocio hasta que finalmente se licite.

Paraná River

Estados Unidos tiene un interés especial por el devenir del Río Paraná. El 20 de abril de 2023, mientras el entonces y actual gobernador bonaerense Axel Kicillof anunciaba un llamado a licitación por el canal Magdalena (también una cuestión de soberanía marítima para que los barcos no tengan que recalar en Montevideo) el entonces embajador de Estados Unidos Marc Stanley se subió al buque “Afonso de Albuquerque” para recorrer el Paraná. Es un buque de la firma Jan De Nul que, según la web Marine Traffic, tiene bandera de Luxemburgo, donde tiene sede financiera Jan De Nul, originaria de Bélgica. Luxemburgo es una guarida fiscal.

El interés de EEUU forma parte de la batalla contra la influencia de China en el país. Y uno de los escándalos de esta licitación es que el pliego limitó la participación de empresas relacionadas con Estados. Es el caso de una de las interesadas, Shanghai Dredging CO, subsidiaria de China Communications Construction Company, controlada por el Estado chino. El embajador Stanley seguro no sabía que el buque “Afonso de Albuquerque” se construyó en los astilleros Keppel Singmarine de Nantong, China.

El rol del embajador Stanley no terminó con esa provocación. Meses después gestionó la firma de un convenio entre el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU y la Administración General de Puertos (AGP), diseñado durante el gobierno anterior pero puesto en marcha con el actual. Allí dijo que “Esta relación es un ejemplo perfecto de cómo nuestros países pueden conectar expertos técnicos para mejorar la gestión de nuestra infraestructura crítica”. Así lo comunicaron en la web institucional de la embajada.

Los detalles del Memorándum de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) los publicó Sebastián Premici en El Destape. También un documento de la “ENO Center for Transportation”, una organización sin fines de lucro encargada de defender los intereses económicos de ultramar de los Estados Unidos, que define a qué se refiere Stanley con “nuestra infraestructura crítica”: “Estados Unidos debe hacer que el sistema (de transporte fluvial) sea más confiable para los cargadores y debe hacer de las vías navegables una parte clave de su estrategia nacional de carga. Las inversiones en otros países deben ser monitoreadas para asegurarse de que el sistema estadounidense siga siendo competitivo. Esto tiene un elemento de seguridad nacional, ya que la investigación de Eno encontró que las empresas chinas estatales están invirtiendo en instalaciones a lo largo de los ríos en América del Sur y el sudeste asiático”.

Esa infraestructura que ahora Trump quiere que las empresas de EEUU controlen y no importa si tienen que pagar coimas para lograrlo.