La Federación de Camioneros presentó una cautelar para frenar el pago del impuesto a las Ganancias, sumándose así a los bancarios, médicos, petroleros, judiciales y diplomáticos que ya lo habían hecho. Respecto a los petroleros, que lanzaron conjuntamente una medida de fuerza, el Ejecutivo dictó la conciliación obligatoria, acatada por la Federación del Petróleo, Gas y Biocombustibles. “Esperemos salir con algún acuerdo que sea beneficioso para los trabajadores”, sostuvo su secretario general, Gabriel Matarazzo. En este clima, el triunviro de la CGT, Héctor Daer, ratificó que la central no participará del diálogo tripartito que impulsaba el Gobierno. "Quieren que nos sentemos a convalidar los términos de pérdida de derechos que estaban escritos en el capítulo cuarto del DNU, eso es una puesta en escena", justificó.
En su presentación judicial, la Federación de Camioneros que encabezan Hugo y Pablo Moyano reclamó que se aplique el artículo 133 de la Ley de Contrato de Trabajo por el cual cualquier deducción, retención o compensación no podrá insumir en conjunto más del 20% del monto total de la remuneración del trabajador. Reclaman además que se declare la afectación del derecho a una remuneración justa y el derecho a negociar colectivamente y concertar convenios colectivos de trabajo, derechos contemplados en la Constitución. También pidieron por la inconstitucionalidad del capítulo correspondiente de la ley Bases. Pablo Moyano, en especial, es de la idea de activar una confrontación más visible al modelo del presidente Javier Milei.
En su caso específico, los Camioneros sostienen que la ley afecta derechos adquiridos, como los conceptos de carácter no remunerativo incorporados a su remuneración mensual quedaban fuera de la percepción de Ganancias. Viáticos, comida, pernoctada y demás -importantes para su salario total- no eran tenidos en cuenta y ahora sí. "Ello vulnera gravemente el principio de progresividad y no regresividad", indicaron en la presentación judicial.
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La estrategia decidida en la última reunión del consejo directivo de la CGT fue que cada gremio que tuviera una buena cantidad de afiliados afectados realizara una amparo judicial por su cuenta, con lo que se generará una lluvia de cautelares contra la reimplantación del impuesto a las Ganancias, que la justicia deberá tramitar y resolver. En el caso de los petroleros, estuvo acompañado de una medida de fuerza, dado que la excepción de Ganancias -que siempre existió para este rubro- ahora quedó limitada únicamente a quienes trabajan en un yacimiento y no para quienes se desempeñan por fuera. “Cuanto más esfuerzo hacen, cuantas más horas extras hacen, ese esfuerzo tributa muchísima más Ganancias que antes. Pedimos a las empresas que nos den una mano”, sostuvo Matarazzo.
La medida de fuerza abarcaba a unos 22 mil trabajadores podría afectar la provisión de combustible en estaciones de servicio y aeropuertos, en especial los casos de Aeroparque y Ezeiza. Pero apenas lo notificaron de la conciliación obligatoria, Matarazzo adelantó su acatamiento y se mostró esperanzado de que el diálogo pueda derivar en algún acuerdo para el sector, vital para los próximos años de la economía del país.
"La CGT es la única institución en pie que le puede debatir política a este gobierno", sacó pecho Daer. Comparó la actitud de la central con la de los 19 gobernadores -opositores pero dialoguistas- que fueron a firmar el Pacto de Mayo y habilitaron la sanción de la ley Bases en el Congreso. El co secretario general de la CGT justificó el rechazo a participar del diálogo tripartito con Gobierno y empresarios que la Secretaría de Trabajo había organizado para esta semana. "Quieren que nos sentemos a convalidar los términos de pérdida de derechos que estaban escritos en el capítulo cuarto del DNU", sostuvo en una entrevista con Radio con Vos.
Criticó que en el encuentro que los sectores patronales representados en el G6 mantuvieron con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, no se hubiera hablado de empleo, producción, ni de la situación de los jubilados. Concluyó que el pretendido diálogo "es una puesta en escena para forzar algo que no van a conseguir, que es que nos saquemos una foto firmando y aprobando la pérdida de derechos rechazados en la Justicia".