Uno de los discursos que más sorprendió en la sesión por el veto a la ley de Financiamiento Universitario fue el del diputado del PRO Alejandro Finocchiaro. Egresado de la UBA y ex decano de la Facultad de Derecho en la Universidad de La Matanza, ex ministro de Educación bonaerense y nacional, sostuvo que lo que se votaba en la Cámara baja era principalmente un mensaje a "los mercados internacionales, a los inversores que tanto necesitamos y a las consultoras de riesgo". Es decir, nada que tuviera que ver con la educación universitaria. En notable sobreactuación, también afirmó que prefería "cortarse la mano" antes de votar con el kirchnerismo. "Este 'sincericidio" de Finocchiaro sirvió para dejar en claro para qué votaban. Hay un facto disciplinador del poder económico que está alrededor de Javier Milei", sostuvo el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez. Los estudiantes de la UNLAM le dedicaron varios cantitos durante la toma que iniciaron.
Fue todo sorprendente en la intervención del principal referente educativo del macrismo porque mencionó sus 27 años de trayectoria educando en las universidades y de los miles de estudiantes a los que, dijo, había educado "sin adoctrinarlos". Para inmediatamente agregar la desmesura que se cortaba la mano antes de acompañar al "populismo que ha dejado el efecto devastador de una guerra" comparándolo con un gobierno que habla de "prosperidad, de libertad y de hacer grande a la Argentina de nuevo". No sonó a opinión desprovista de doctrina teniendo en cuenta lo que se debatía y la mirada de Milei respecto a la educación pública. Lo curioso fue que esta intervención de Finocchiaro fue en respuesta a que fuera mencionado en el mensaje del diputado Eduardo Valdés, de Unión por la Patria, para resaltar su trayectoria..
Valdés mencionó que había sido Carlos Menem, tío de quien presidía la sesión, el libertario Martín Menem, quien había lanzado duante su presidencia las universidades de cercanía al crear 14, muchas de ellas hoy muy reconocidas como la Universidad de San Martín, de Tres de Febrero, de Quilmes o de La Matanza. Ahí mencionó el caso de Finocchiaro, que fue decano de Derecho y actualmente profesor. Valdés tenía muy presente a Finocchiaro, a quien conoció 30 años atrás, durante la convención constituyente de 1994, cuando era un joven asesor de la legisladora de la Ucedé Adelina Dalesio de Viola. Pero Adelina debió renunciar a su banca cuando le saltó un caso de corrupción y Finocchiaro quedó colgado. A instancias de Eduardo Menem, presidente de la convención, Valdés lo inscribió como asesor para que siguiera cobrando un sueldo hasta que Carlos Corach lo llevó a trabajar con él.
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De allí que Valdés recordaba que Finocchiaro era hijo de un obrero de la construcción de La Matanza y que si llegó a ocupar puestos relevantes en el país fue gracias a la educación pública. Estudió en la Facultad de Derecho de la UBA donde da clases de Teoría de Derecho y en la Universidad de La Matanza dicta Derecho Político. Luego circularon tuits de 2020 en los que Finocchiaro le reclamaba enfáticamente a Alberto Fernández que actualizara el presupuesto de las universidades según la inflación. #UniversidadPublicaSiempre #MasPresupuestoYa #NoAlAjusteUniversitario, fueron los hashtag que utilizó en ese momento. Por eso Valdés no imaginó que el ex ministro macrista llegaría a decir que se cortaría una mano antes de votar con el kirchnerismo, declaración que luego ratificó ante las cámaras televisivas.
"Aproveché para pegar en la línea dura", le respondió a un colega que le preguntó por esa salida. Su idea, que comparten otros en la bancada macrista, es que Milei les está comiendo todo el electorado y que deben radicalizarse para recuperarlo. No importan las convicciones, lo que interesa es encontrar la manera de recuperar algún voto. Otras dos diputadas del PRO, Silvia Lospennato y Sabrina Ajmechet, son otras docentes de la UBA que votaron a favor del veto. De Lospennato también se recordaron tuits en los que se declaraba "hija de la universidad pública". Este miércoles cerró su discurso aclarando que el voto del PRO "no era un acompañamiento al Gobierno". Menos mal. Su foto celebrando el sostenimiento del veto con un beso a su jefe de bloque, Cristian Ritondo, quedó como una de las postales de la sesión.
Habrá que esperar para ver cómo será su vuelta a los claustros. En principio, los estudiantes de la UNLAM empapelaron los alrededores de la universidad con la foto de Finocchiaro explicando que era docente y que había votado por desfinanciar los claustros. "No hay que dejarlo entrar más"; decía uno de los afiches. En la toma que iniciaron este miércoles, el actual diputado del PRO fue objeto de varios cantitos de parte de los estudiantes. Ninguno fue de apoyo.