El Gobierno ya no puede ocultar la crisis económica provocada en las pequeñas y medianas empresas, cuyas cifras de caída superan el 30% en algunos rubros e inaugura una etapa de consultas y una para ganar tiempo ante los reclamos que escalan: la redacción de una ley pyme para proteger al sector fuertemente castigado por las medidas aperturistas tomadas hasta ahora por el tándem Javier Milei - Luis Caputo.
La propuesta se da en medio de las fuertes internas que existen en el sector empresario y las entidades que agrupan a los industriales por la recuperación en V que no aparece. Las críticas crecen al ritmo de la caída de producción y estancamiento de ventas en valores negativos. Desde la asunción del primer gobierno liberal libertario los representantes del sector privado intentaron reuniones con el equipo económico pero las respuestas fueron siempre evasivas. La subsecretaria de política industrial Daniela Ramos pedía tiempo y paciencia a los que se acercaban aquejados por el primer impacto de las medidas de shock económico.
Seis meses después, los funcionarios del área no tienen cómo excusarse. Ahora prometen la redacción de una ley pyme promovida por el Ejecutivo y trabajada en conjunto con las entidades patronales. La Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ya fueron convocadas. En ambas asociaciones la tensión puertas adentro viene escalando entre las bases que están ahogadas por las pocas ventas y las cúpulas que ideológicamente coinciden con las medidas impulsadas en la Ley Bases como la reforma laboral y la necesidad del ordenamiento de la macro mediante un brutal ajuste fiscal.
“La UIA ha sido convocada y por supuesto vamos a participar”, confirmaron. Ayer informaron que la industria cayó 14,2% interanual en abril con bajas muy pronunciadas en los sectores automotriz (-27,9%), despachos de cemento (-27,1%), maquinaria agrícola (-22,9%), entre otros.
“Pedimos que se cubran cuestiones como la promoción e incentivos para inversores. Consideramos central una estrategia de inversión nacional y empleo formal de calidad”, mencionan en la principal entidad fabril que espera ver en el corto plazo los impactos de las modificaciones en la legislación laboral. “Estamos pidiendo que se cubran cuestiones no abordadas en la Ley Bases”, adelantan sobre la redacción conjunta del plan pyme que buscará compensar o al menos limitar los efectos nocivos del RIGI contra el entramado productivo nacional.
CAME cuenta con su propio proyecto y ya se le fue ofrecido a Ramos. La Cámara siente con fuerza la baja del consumo. Por el día del Padre detallaron que las ventas descendieron 10,2% frente al año pasado y el turismo en el fin de semana largo se derrumbó 64,3%. Sin embargo se han mantenido cercanos al rumbo definido por Milei.
Ayer el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tendió un puente con una de las agrupaciones más críticas de la dirección económica: Industriales Pymes Argentinos. A diferencia de Came, la agrupación reúne sólo a pequeñas y medianas empresas industriales, es decir, las que viven principalmente del mercado interno. El Gobierno también los invitó a sumar sus propuestas e iniciar una ronda de diálogo.
Además de las consecuencias de la baja del poder adquisitivo de los salarios que impacta en ventas, los industriales requieren que se revierta el tarifazo sobre el sector, mejorar la competitividad, obtener beneficios impositivos, entre otros temas que chocan de frente con la dirección trazada por el Ministerio de Economía.