El Gobierno consiguió la sanción con sospechas en el recinto y represión en las calles

La votación salió empatada en 36 y la vicepresidenta Victoria Villarruel resolvió a favor de la ley Bases. Como tuvo modificaciones hasta último momento, el proyecto deberá volver a Diputados. El Senado sesionó en el marco de una represión brutal llevada adelante en los alrededores del Congreso por las fuerzas nacionales y porteñas, que la emprendieron contra la multitud cuando protestaba en forma pacífica. El Gobierno denunció un intento de golpe de parte de "grupos terroristas". Hubo cacerolazos en distintas partes del país.

13 de junio, 2024 | 01.22

El Gobierno obtuvo anoche una muy costosa sanción de la ley Bases en el Senado, en una votación empatada en 36 que definió la vicepresidenta Victoria Villarruel. Para ello debió realizar decenas de modificaciones al texto original que llegó de Diputados, cámara que ahora deberá refrendar los cambios. La votación se dio en el contexto de una represión brutal desatada en los alrededores del Congreso, donde militantes de organizaciones políticas y sociales y gente suelta habían ido a manifestar pacíficamente su rechazo al proyecto que se trataba en el recinto. Las fuerzas de seguridad nacionales y porteñas la emprendieron contra la gente a mansalva -incluyendo la agresión con gas pimienta a un grupo de diputados de Unión por la Patria que debieron ser hospitalizados- quedando al menos 36 personas detenidas y varios heridos. La Oficina del Presidente emitió un insólito comunicado en el que felicitó a las fuerzas de seguridad por su accionar contra "grupos terroristas" que "intentaron perpretar un golpe de Estado". Muy preocupado no quedó porque Javier Milei igual partirá de viaje a Europa.

Necesitado de conseguir la aprobación como sea, el oficialismo a través del presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, anunció antes de los cierres un último cambio al régimen de inversiones RIGI, uno de los capítulos más cuestionados del proyecto, que quedó limitado a algunas actividades determinadas. En el inicio de la sesión, el mismo Abdala había leído los cambios al dictamen pactados en estos días con los bloques dialoguistas. Finalmente, por la negativa votaron los 33 senadores de Unión por la Patria, los dos de Santa Cruz y el radical Martín Lousteau, que presentó su propio proyecto. La senadora neuquina Lucila Crexell, designada esta semana por el Ejecutivo para ser embajadora en la Unesco, obviamente estuvo presente y votó a favor de la ley. Cada voto resultaba indispensable y se pagó en consecuencia.

"Hoy vimos dos Argentinas", arrancó su discurso Villarruel antes de votar. No es senadora y no corresponde que argumente por desempatar, pero con la Libertad Avanza todo limitación reglamentaria es ignorada. Habló de una "Argentina violenta, que incendia un auto, que tira piedras y debate el ejercicio de la democracia", que contrapuso a "la Argentina de los trabajadores". Con lo de "Argentina violenta" se refería a lo sucedido puertas afuera del Congreso. Desde la noche previa, cuando se instaló una carpa y un pequeño escenario de vigilia, dirigentes, militantes y gente interesada se acercó hasta la Plaza de los Dos Congresos para manifestar su rechazo a la ley. Tanto por la noche, como luego por la mañana cuando se inició la sesión y hasta el mediodía, la protesta se desarrolló con la normalidad del caso y se esperaba que llegara más gente a medida que avanzara el debate.

Tal vez por eso, en determinado momento las fuerzas decidieron embestir sin aviso a las personas que se encontraban en la calle. Tan inesperado que  un grupo de diputados buscó interponerse entre las fuerzas policiales y la gente para evitar la represión, pero los policías sacaron de inmediato sus provisiones de gas pimienta y rociaron a los legisladores desde muy corta distancia. Carlos Castagneto, Leopoldo Moreau, Eduardo Valdés, Luis Basterra y Juan Manuel Pedrini debieron ser hospitalizados por el ardor y el enceguecimiento. A partir de esta intervención policial injustificada se dispararon los incidentes, siempre respondidos desde las fuerzas de seguridad con más violencia.

Desde el Gobierno hablaron de piedras y bombas molotov. También hubo dos autos incendiados, con la sospecha de sectores infiltrados que buscaron escalar la situación. Activistas encapuchados que aparecen para realizar acciones violentas, como sucedió muchas veces en movilizaciones durante el gobierno de Mauricio Macri, también con Patricia Bullrich a cargo de la seguridad. Esos encapuchados actúan con tiempo para realizar su cometido antes de que aparezca la policía. Uno de los autos incendiados fue el móvil del medio cordobés Cadena 3. Una vez que, a fuerza de gases, balas de goma y golpes, las fuerzas de seguridad despejaron la plaza frente al Congreso siguieron sus persecuciones por las calles aledañas, incluso hasta la 9 de Julio, en busca de gente a la que pudieran detener. Una verdadera cacería.

La situación en las calles generó tensión en el recinto. Cuando se disparó la represión, el bloque de Unión por la Patria pidió la conformación de una comisión de senadores para que averiguaran qué estaba sucediendo, con un breve cuarto intermedio, para después continuar en caso de que todo estuviera en orden. Pero Villarruel, que estaba ausente pero volvió enseguida para salir al cruce, negó la posibilidad y dijo que la sesión no se detendría, en un tenso intercambio con el senador Eduardo "Wado" de Pedro, de quien deslizó algo sobre su "historia familiar", que sonó amenazante. Finalmente, la sesión no se detuvo y cuatro senadores salieron a verificar que la situación seguía tensa en las calles y que el gas que impregnaba el aire hacían muy difícil la respiración.

El anuncio del martes por la noche de los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano acerca de que rechazarían al ley, puso un interrogante sobre el resultado que quedaba en paridad absoluta. Gadano denunció ayer que había recibido una amenaza a través de las redes sociales con los nombres de sus hijos y la posibilidad de que sufrieran un accidente y recibió muestras de solidaridad. Los negociadores de la Casa Rosada recorrieron los pasillos del Senado antes de la sesión, asegurando que habían atendido las inquietudes de cada legislador dubitativo. Lo de Crexell fue lo más escandaloso, pero no el único caso. Respecto al entrerriano Edgardo Kueider se habló de cargos en organismo públicos. En el peronismo de Corrientes pidieron la desafiliación de Camau Espínola.

Abdala anunció cambios al proyecto con dictamen al inicio de la sesión y, más tarde, antes de los discursos de cierre. "Hay un despacho que cambia cada dos minutos", se quejó el jefe del interbloque de Unión por la Patria, José Mayans. Fue casi literal, porque el anuncio de cambios en el RIGI luego volvió a modificarse y se le añadieron nuevas actividades al régimen. La necesidad de que no se les escapara ni un solo voto, obligó al oficialismo a hacer caso a muchos requerimientos. Los dos senadores santacruceños aparecieron para la votación en general que quedó empatada en 36, definida por Villarruel. Luego, un tanto misteriosamente, Carambia y Gadano volvieron a ausentarse para la votación en particular. Allí, el radical Maximiliano Abad comenzó a votar en contra de cada artículo, con lo que la cuenta daba 35 a 35, con dos ausentes. En cada caso volvió a desempetar la vicepresidenta a favor de la propuesta oficial.

El debate en particular se prolongó hasta las 2.45, con varias discusiones puntuales que no modificaron el proyecto en general. Luego, se inició el tratamiento del capítulo fiscal que continuaría durante la madrugada. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que desde que fue ascendido se puso como objetivo conseguir la sanción, celebró en las redes la aprobación. "Es un importante paso para encarar el camino de la inversión, el crecimiento y el trabajo para todos los argentinos", afirmó Francos. Aquella ley Omnibus caída en enero el Ejecutivo se negaba a toda negociación -"un toma y daca corrupto", dijo Milei- y retiró el proyecto cuando empezaron a meterle cambios. En este caso, con Francos al mando, la estrategia fue la contraria. Un toma y daca con puntos muy oscuros.