Javier Milei llegó a la presidencia al imponerse en un balotaje con muchos votos "prestados", casi por completo los que habían elegido a Juntos por el Cambio en la primera vuelta. De los sondeos conocidos esta semana, surge que quienes apoyan sus propuestas más conocidas -dolarización, eliminación del Banco Central, privatizaciones de empresas públicas- son únicamente quienes integran su núcleo duro. Es decir, el 30% que lo votó en las PASO y en octubre, mientras que el resto las rechaza. La situación abre un interrogante acerca de las posibilidades de la nueva gestión en avanzar en estas alternativas, con tan poca fuerza propia en el Congreso y sin el reslado de gobernadores e intendentes propios.
La consultora D'Alessio-Irol realiza un monitoreo mensual del humor social, en este caso focalizado en las expectativas que genera la nueva gestión. En general, el clima es auspicioso porque el gobierno de Alberto Fernández cierra su ciclo con una abrumadora mayoría de rechazos (80% de los consultados), incluso dentro de los propios votantes de Unión por la Patria. Como es de imaginar, los electores de La Libertad Avanza creen que las cosas irán mejor el año que viene, pese a que el propio Milei habló de estanflación y de dos años por delante de inflación alta. Sin embargo, un 40% se muestra convencido que en 2024 la situación será más aliviada. Un dato que vale tener en cuenta para evaluar luego la posible frustración si esas expectativas no se vieran satisfechas.
Con la designación de Luis "Toto" Caputo como ministro de Economía y el paso a costado de Emilio Ocampo como presidente del Banco Central no queda claro en qué punto está la dolarización, si será una reforma de segunda, tercera o cuarta generación, como gusta clasificarlas Milei en su proyecto de acá a 35 años. Para la mayoría de los consultados, esa propuesta ya no es deseable ni es posible en el corto plazo. En una proporción menor la consideró deseable pero no posible y apenas un 9% la evaluó deseable y posible en el corto plazo.
En eso, este sondeo coincide con el presentado esta semana por Opina Argentina, la consultora de Facundo Nejamkis, que también concluyó que a esta altura la mayoría de la gente ya evalúa negativa la posibilidad de dolarizar la economía, dada la escasez de dólares en reserva sobre la que alertan todos los especialistas. Unos meses atrás, la dolarización aparecía como la propuesta más atractiva de Milei, imaginada como solución casi mágica a la inflación. Ahora, enfrentada a la realidad, la situación se ve diferente. Un 48% la consideró negativa, frente a un minoritario 31% que la creyó positiva.
Otro capítulo es el retorno de las privatizaciones, algo ya probado durante el gobierno de Carlos Menem en los '90. Las opiniones son diferentes respecto a cuál sea el objeto a poner en venta. Los medios públicos fueron los que recibieron más opiniones favorables a su venta, en cambio hay diferencias en cuanto a YPF y Aerolíneas Argentinas. Una gran mayoría de los votantes de La Libertad Avanza -el 85%- vería con buenos ojos la privatización de los medios del Estado, objeto de una campaña de demonización de parte de los medios hegemónicos. El votante de UP tiene una mirada opuesta.
Lo mismo ocurre en el trabajo de Opina Argentina, en el que la privatización de la TV Pública, Télam y Radio Nacional recogió mayores opiniones a favor que en contra, principalmente de parte de los varones jóvenes. En ese sector se encuentran los principales apoyos militantes de Milei.
En cambio, mucho más controvertida es para el electorado el futuro de empresas emblemáticas como YPF o Aerolíneas Argentinas. En el caso de la petrolera, quea partir del año que viene tendrá un papel clave para la acumulación de divisas luego de la construcción del gasoducto, las opiniones fueron más negativas que positivas en ambos sondeos. Entre los electores de LLA, un 64% quiere privatizarla pero un 21% opinó que no es deseable ni posible. Entre los votantes de Unión por la Patria los rechazos resultaron abrumadores: un 92% se pronunció en contra.
En el caso de la aerolínea de bandera, las opiniones a favor y en contra estuvieron muy parejas, con una luz de ventaja a favor de la privatización. Las opiniones fueron totalmente opuestas entre los votantes de La Libertad Avanza y de Unión por la Patria. En este caso vale aclarar que Milei no plantea una privatización tradicional sino que deslizó la posibilidad de cederla a los trabajadores, algo que los empleados obviamente rechazaron.
En definitiva, Milei arrancará su gobierno el próximo domingo con un buen piso de apoyos. Es natural que la primera reacción de la gente ante el inicio de una nueva gestión sea de esperanza y de imaginar que en el futuro inmediato la situación mejorará, por más que se escuchen pronósticos agoreros. Sin embargo, se abre un interrogante respecto a las distintas propuestas que vayan a incluirse en la ley ómnibus que el nuevo presidente enviará al Congreso el lunes, en su primer día de gestión. Muchas de sus propuestas no tienen un alto nivel de respaldo, que se suma a la muy débil estructura política con la que deberá impulsarla, un puñado de diputados y senadores con casi nula experiencia política.
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