La cena en la quinta de Olivos para celebrar el recorte a los jubilados no solo tuvo una repercusión negativa por el hecho en sí sino que además hubo una mala noticia a nivel político para el Gobierno: faltaron 16 diputados y no reunió a los 87 que necesita Javier Milei.
En su "Plan de veto total", el Presidente trabaja hace semanas para reunir voluntades y llegar a un bloque uniforme de 87 legisladores que en la Cámara baja lleguen al tercio necesario para rechazar las insistencias de las leyes que podría llevar adelante la oposición.
Es lo que logró con la ley de movilidad jubilatoria: ese tercio le permitió que el veto quede firme en el Congreso. A saber: se necesitan dos tercios de ambas cámaras para insistir en una ley y rechazar un veto. Milei, con 87 diputados, tiene el camino allanado.
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Es con el objetivo que viene trabajando desde hace dos viernes cuando se reunió con diputados propios, del PRO y del MID y que luego lo hizo también con "radicales libertarios".
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Pero el plan para cena en Olivos no fue el esperado. Hubo varias bajas. Más de las que esperaban en la Casa Rosada. De los 87 "héroes" invitados faltaron 16. Y además hubo otro llamativo faltazo: la de la libertaria Rocío Bonacci.
Del PRO fueron faltazos masivos: hubo nueve bajas. Y además, otro cuatro amarillos no concurrieron ya que no fueron invitados por votar en contra, abstenerse o ausentarse en la sesión sobre los haberes de los jubilados. ¿Habrá sido Mauricio Macri quien levantó el teléfono para bajarles algunos peones a Milei en la partida de ajedrez que ambos están disputando?
El radicalismo está en pleno estallido y hubo una reunión de bloque incendiaria antes de la cena de Milei en Olivos. De los cinco "panqueques radicales" que votaron a favor del veto fue solo uno a comer asado y vino con el Presidente: Mariano Campero. Los otros cuatro, Martín Arjol, Pablo Cervi, Luis Picat y José Tournier, no concurrieron.
Además, los tres integrantes del bloque tucumano llamado Independencia que lidera el gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo, también pegaron el faltazo.
Si bien en el Gobierno afirmaron que el asado en Olivos cumplió las expectativas hubo sorpresa por la baja asistencia. Esperaban a los 87, como una muestra de fortaleza en un lugar que es la kryptonita de Milei: el Congreso Nacional.
El Presidente sabe de este déficit y trabaja para avanzar en su propio blindaje. Es que los dos tercios también pueden complicarlo a él si hubiese un intento de iniciarle juicio político. En la Casa Rosada lo saben: "Es la primera vez en la historia que un Gobierno no tiene un tercio en el Congreso", reflexionaron en la Casa Rosada ante El Destape.
Por eso ya se evalúan movimientos en el Gobierno para intentar seducir a radicales que puede ser expulsados y tratar de cooptarlos. Pero por ahora, el bloque de la UCR se dobla pero no se rompe.
Toma especial relevancia entonces primero la relación de Milei con Macri, cuya dependencia pasar a ser más ajustada para los libertarios. Y por otro lado, un especial cuidado para con los gobernadores. Por eso intenta contenerlos Guillermo Francos nuevamente. El jefe de Gabinete se volvió a poner la capa de "rosquero parlamentario" para que no haya sobresaltos.
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