02 de abril, 2022 | 00.05

A 40 años de la Guerra de Malvinas, la lucha por los soldados torturados continúa

Desde 2006, los excombatientes de Malvinas denunciaron las torturas sufridas en las Islas durante la guerra engendrada por la dictadura militar. Más de 200 testimonios y 4 imputados de los más de 100 acusados ¿Qué espera la Corte Suprema para accionar?

“La impunidad sigue sucediendo. A esta hora - no importa cuándo se lea este texto -, sigue sucediendo”1

La guerra que se dio en las Islas Malvinas ocurrió durante la última dictadura militar argentina. Un dato obvio, pero no por eso no viene mal recordar el contexto en que ocurrió dicho suceso bélico. Del 2 de abril de 1982 al 14 de junio de 1982Soldados torturados. Hambrunas, abusos, frío extremo, dolor, miedo, picana, mano dura

Y como “la historia”, por momentos es más tardía, la denuncia por torturas en Malvinas se dio recién en 2006, a 24 años después de finalizada la guerra. Fueron 24 años de silencio impuesto, de mirar para otro lado, de negar lo que estaba ahí, latente, a la vista de todos y todas. Heridas que arden, palabras que aturden, recuerdos que desvelan. La memoria está insoportablemente viva.

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Esta nota detallará la lucha que llevan los ex combatientes ante un sistema Judicial que hoy pareciera estar ciego, sordo y mudo. No reacciona. Un sólo testimonio del infierno vivido pondrá en situación que en Malvinas hubo dos guerras: Contra Inglaterra y contra los propios militares. El testimonio de AB, de la compañía “B” del Regimiento de Infantería Mecanizada N°3 de La Tablada es uno de los más de 200 testimonios que yacen en la causa. Pesaba alrededor de 90 kilos cuando viajó al archipiélago; volvió con 58.

“Un día decido ir a buscar comida y me escapo al pueblo, consigo la comida entre la basura, cambié el reloj que tenía y me dieron panceta, latas...cuando llego a mi posición ya me estaban esperando los Subtte. Flores, Fiocchi, Sto. González y Cancino, estaban haciendo la revista de equipo a toda la compañía. Por cualquier cosa le decían al resto que por mí culpa los castigaban. Por ejemplo, los metieron al lago, hoy no comen, hoy vuelven a hacer guardia doble, y mucha cosas más. Ahí mismo Flores, Fiocchi y Cancino me meten la yerba que traía toda en la boca, para ahogarme y Pucca nunca intervino para evitar la situación. Flores, Fiocchi y Cancino me llevan al Búnker de Flores donde veo que tiene toda la comida, me hacen tirar la comida, la mezcla con mierda humana y me la hicieron comer, comenzando a pegarme, me deforman la cara a golpes, me golpean con el fusil FAL una en la costilla, me quiebra tres costillas y la clavícula, casi pierdo el ojo derecho, me hacen caminar por la zona minada ida y vuelta dos veces, ese fue Cancino, me mandan a pegar por la tropa. Flores me manda a estaquear, a desvestir, me sacan todo el equipo, el armamento. Junto a mí BE y BF estaqueados, me pone una granada en la boca, me manda a poner un lazo de carpa alrededor del cuello para que tuviera la cabeza agachada y una estaca en los testículos atada con el lazo para que no me moviera. Toda la tropa presenció esto, ya que me mandó a la tropa a que me mearan”2.

“La Corte Suprema es una cámara frigorífica, porque todos los expedientes que tienen que ver con investigaciones de violaciones a los derechos humanos en la dictadura se frizan", Ernesto Alonso

Los torturadores gozaron de 24 años de impunidad (y siguen gozando de ese beneficio robado, autoimpuesto y descarnado). Para unos pocos lo que es de todos. “La impunidad sigue sucediendo y a nosotros, los del CECIM-La Plata, no nos es indiferente, sino que nos enerva, nos hiere, cicatriza dejando la infección adentro y, al mismo tiempo, nos impone mayor empeño, nos induce a mayor creatividad, nos conmina a la continuidad militante, inclaudicable”3. 

Al cumplirse 40 años del inicio del conflicto bélico en medio de una dictadura militar, El Destape entrevistó a Jerónimo Guerrero Iraola, abogado representante del CECIM (Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas) en la causa por torturas en Malvinas y autor del libro “Tecnologías de la impunidad”, que relata mejor que nadie la lucha de los verdaderos héroes de la guerra. No son héroes sólo por haber luchado en las Islas, sino por seguir, 40 años después, buscando memoria, verdad, justicia y soberanía.

En qué estado está la causa por torturas en Malvinas

La causa “Pierre, Pedro Valentín N°1777” tramita en el Juzgado Federal de Primera Instancia de Río Grande a cargo de la jueza Mariel Borruto, en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Ya declararon más de 200 personas, 120 como víctimas y 80 como testigos.

En Malvinas se torturó a los soldados, en forma generalizada, en todas las unidades militares, en las distintas fuerzas y a lo largo y ancho del archipiélago”, afirmó de manera categórica Guerrero Iraola. “Hay más de un centenar de militares denunciados. Estamos en condiciones de pensar que en Malvinas se torturó a gran escala. Estamos hablando sobre 650, 640 de fallecidos - dependiendo de los registros que se tomen -, casi 200 soldados torturados. Son los números que arroja la guerra sin contar los suicidios”, remarcó. 

A 40 años se logró el procesamiento de los primeros 4 torturadores: Miguel Gardé, Belisario Affranchino, Eduardo Gassino y Gustavo Calderini. El resto de los imputados nunca fueron llamados a indagatoria. El camino es largo pero inclaudicable. 

Este martes 29 de marzo, el titular de la Fiscalía Federal de Río Grande, Marcelo Rapoport, y la titular de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, María Ángeles Ramos, presentaron una “ampliación de requerimiento” en la causa de los excombatientes torturados. La fiscalía sumó a los hechos investigados 22 casos de imposición de tormentos -por los que imputó a 18 oficiales y suboficiales del Ejército- y 2 de abuso deshonesto -imputados a otro suboficial- cometidos contra soldados del Regimiento de Infantería Mecanizado (RIMec) N° 3. Desde 2015 la Corte Suprema podría haberse expedido y definir si las atrocidades ocurridas en Malvinas fueron o no crímenes de lesa humanidad. Si así no lo considerara, la causa prescribiría ¿Qué está esperando?

Ernesto Alonso, excombatiente, secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata y miembro de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) también alza la voz: “Hay infinidad de pruebas, documentos desclasificados (decretos 200/12 y 503/15), han pasado 200 testigos y víctimas, más de 130 militares imputados, hoy tendríamos que estar en una instancia de juicio oral y público”.

La Corte Suprema es una cámara frigorífica, porque todos los expedientes que tienen que ver con investigaciones de violaciones a los derechos humanos en la dictadura se frizan”, remarcó Alonso y agregó: “Hay una deficiencia de las instituciones de la democracia en resolver esto, y por eso la tortura nos sigue doliendo”. 

Alonso realizó un pedido específico y puntual al gobierno nacional: “Necesitamos que haya un acompañamiento efectivo del poder ejecutivo nacional, legislativo y judicial. Tiene que haber un acompañamiento de políticas públicas. Hoy no hay ninguna agencia del poder ejecutivo nacional que atienda a las víctimas”. “El macrismo nos dejó estructuras que no se han podido modificar y que nos vuelven a meter en la comisión nacional de excombatientes con los militares entonces, ¿Qué espacio tienen los ex combatientes cuando estamos intervenidos por las miradas y posiciones negacionistas del Estado?”, explicó. 

“Hay una deficiencia de las instituciones de la democracia en resolver esto, y por eso la tortura nos sigue doliendo”, Ernesto Alonso

“Nosotros somos exsoldados conscriptos que combatimos en Malvinas. No somos abogados, comunicadores, sociólogos, arquitectos, ferreteros, constructores, ingenieros, comerciantes, choferes, judiciales, quinteros, jubilados, pensionados, y todo lo demás, aún siéndolo. Cuando hablamos por nosotros, somos un ‘colectivo’ que soca, que cumple aquel mandato que nos trajo a la vida, de vuelta. Después podemos reír, bailar, cantar...y antes también. Como combatientes también lo hacemos por el conocimiento, para entender, para comprender el sentido profundo de porqué fuimos, pasamos, perdimos, vimos, murieron, nos herimos, sobrevivimos, guerra, traición, entrega, asco”4.

¿Estábamos preparados y preparadas para una guerra? 

Guerrero Iraola realizó un revisionismo histórico que se ve plasmado en el libro “Tecnologías de Impunidad” y explicó que “para la guerra de Malvinas no se llevaron adelante ninguno de los procedimientos internos que las Fuerzas Armadas tienen que llevar adelante para ir a conflicto bélico. No hubo hipótesis de un conflicto armado, no hubo análisis táctico, tampoco estratégico, o de factibilidad de las condiciones armamentísticas”.

“El ‘Informe Rattenbach’ - desclasificado por la entonces presidenta Cristina Fernández en 2012 bajo el decreto 200/12 -, es muy importante porque entre las conclusiones queda bien claro y tajante que la guerra de Malvinas fue una aventura militar. No había planificación táctica y estratégica”, recordó. 

Además explicó: “Esto lo llamamos tecnologías de impunidad; son estos mecanismos políticos, burocráticos e institucionales de imposición de silencio, que se gestaron en varios niveles. Hubo acciones de inteligencia ya que al CECIM se le hizo un seguimiento durante los ‘90 por parte de la DIPPBA. También hubo acciones de contrainteligencia y mecanismos de acción psicológica para con los soldados que habían sido víctimas. Hicieron un seguimiento muy exhaustivo de las víctimas y de cómo iban moviéndose en la salida de la guerra. Y además hubo un montaje, una campaña comunicacional, para tratar a Malvinas como una ‘gesta heroica’ y nada más”.

“La guerra de Malvinas fue una aventura militar”, Jerónimo Guerrero Iraola

“Hoy todavía es habitual en la sociedad referirnos a la guerra de Malvinas como si no hubiese pasado en contexto de dictadura. También se está logrando revertir la correlación de fuerzas, creo que se va ganando socialmente esta cuestión del sentido común de entre el 24 de marzo y el 2 de abril, que haya una continuidad histórica”, reflexionó el abogado del CECIM. 

Respecto de la causa, Guerrero Iraola dijo: “El poder judicial en Argentina tiene una dinámica que es más bien conservadora en materia de derechos humanos; siempre ha sido parte de los problemas, no de las soluciones. Hoy el poder judicial está violando derechos humanos, la garantía de acceso a la tutela judicial efectiva, y esto es inconcebible en un estado democrático, en un Estado de Derecho. No estamos pidiendo que declare que son culpables determinadas personas, sino que habilita el juzgamiento y vayamos a un juicio oral”. 
 
En abril de 2018 el CECIM La Plata y la Comisión Provincial por la Memoria realizó un listado de los nombres de algunos de los imputados, procesados y condenados por crímenes de lesa humanidad en Islas Malvinas: “Almirante Carlos Alberto Busser, Cabo principal Juan Lorenzo Barrionuevo, Cabo segundo Carlos Alberto Díaz, Cabo segundo Eduardo Francisco Sieber, Cabo segundo José Mario Santillán, Capitán Carlos Esteban Pla, Capitán de corbeta Alberto Raúl Lorenzo, Capitán de corbeta Eduardo Rodolfo Lambí, Capitán de corbeta Ernesto Proni Leston, Capitán de corbeta Francisco Gerardo Sonvico, Capitán de corbeta Hugo Enrique Damario, Capitán de corbeta Pascual Pellicari, Capitán de corbeta Ricardo Guillermo Corbetta, Capitán de fragata Basilio Benito Pretiné, Capitán de fragata Enrique Carlos Isaola, Capitán de fragata Jorge Eduardo Acosta, Capitán de fragata Luis Nicolás D'Imperio, Capitán de fragata Néstor Santiago Barrios, Capitán de navío José Julio Sarcona, Capitán de corbeta Aristóbulo Nicanor Moreira, Capitán de corbeta Daniel Eduardo Robelo, Capitán de corbeta Horacio Carlos Michelis, Capitán de corbeta Juan Carlos Rolón, Capitán de corbeta Julio César Fulgencio Falcke, Capitán de corbeta Miguel Ángel Domingo Parola, Capitán de corbeta Roberto Guillermo Sosa Amaya, Capitán de fragata Carlos Hugo Robacio, Capitán de fragata Hernán Lorenzo Payba, Capitán de fragata Julio César Binotti, Capitán de navío Carlos Eduardo Daviou, Capitán de navío Guillermo Félix Botto, Capitán de navío Jorge Enrique Perren, Capitán de navío Jorge Raúl Vildoza, Capitán Gonzalo Gómez Centurión y Carlos Rodolfo Doglioli.

También el Coronel Carlos Carrizo Salvadores, Coronel César Amadeo Fragni, Coronel Ernesto Alejandro Repossi, Coronel Ernesto Hugo Kishimoto, Coronel Osvaldo César Quiroga, Coronel Rafael Julio Manuel Barreiro, Coronel Ricardo Guillermo Reyes, Coronel Ricardo Jaureguiberry, Comodoro José María Insúa, Comodoro Juan Carlos Hrubik, Comodoro Alcides José Cerutti, Comodoro Danilo Alberto Sambuelli, Comodoro José Carmen Beccio, Contralmirante Edgardo Aroldo Otero, Contralmirante Walter Oscar Allara, Coronel Alberto Luis Devoto, Coronel Carlos Tomás Macedra, Coronel Horacio Losito, Coronel Pedro Adolfo López, General de brigada Juan Ramón Mabragaña, General de Brigada Mario Benjamín Menéndez, General de Brigada Omar Edgardo Parada, General de División Osvaldo Jorge García, Guardiamarina Miguel Ángel Torra, Mayor Carlos del Señor Hidalgo Garzón, Mayor Higinio Rafael Robles, Mayor Jorge Alberto Benitez, Mayor Juan Carlos Ponce, Mayor Nelson Humberto Godoy, Pablo Santiago Llanos, Prefecto Francisco Martínez Loydi, Prefecto Alejandro Domingo D’Agostino, Roberto Berazay, Sargento Carlos Alberto Vega, Sargento Hugo Luis Álvarez, Sargento primero Rodolfo Daniel Brovarone, Sargento Juan Carlos Camicha, Suboficial Antonio Oscar Pereyra, Suboficial mayor Adalberto Osvaldo Bonini, Suboficial mayor Carlos Alberto Martínez, Suboficial mayor Jesús Roberto Toro, Suboficial mayor Juan Carlos Luján, Suboficial mayor Vicente Alfredo Flores, Teniente coronel Adolfo Ernesto Moor, Teniente coronel Delsis Ángel Malacalza, Teniente coronel Guillermo Alberto Domínguez Matheu, Teniente de fragata Carlos María Robbio, Teniente de navío Juan Arturo Alomar

Teniente de navío Julio Carrilaf, Teniente primero Julio Manuel Santamaría, Teniente primero Carlos Alberto Arroyo, Teniente primero Eduardo Enrique Barreiro, Teniente primero Enrique Stel, Teniente primero Raúl Esteban Andrés, Teniente coronel Alfredo Francisco, Teniente coronel Anselmo Pedro Palavezzati, Teniente coronel Daniel Alejandro Délfor Polano, Teniente coronel Enrique Roberto Fader, Teniente coronel Ítalo Ángel Piaggi, Teniente coronel José Félix Aguiar, Teniente coronel José Tadeo Betolli, Teniente coronel Luis Alberto López, Teniente coronel Norberto Ricardo Villegas, Teniente de fragata Luis Ambrosio Navarro, Teniente de fragata Rodolfo Alberto Bogado, Teniente de navío Alfredo Astiz, Teniente de navío Alois Payarola, Teniente de navío Antonio Pernías, Teniente de navío Francisco Armando Di Paola, Teniente de navío Francisco Lucio Rioja, Teniente de navío Horacio González Llanos, Teniente de navío Hugo Berrone, Teniente de navío Hugo Roberto Ortiz, Teniente de navío Miguel Ángel García Velasco, Teniente de navío Raúl Damián Pueyrredón, Teniente de navío Rodolfo Oscar Cionchi, Vicealmirante Juan José Lombardo, Vice comodoro Ángel Ricardo y Vice comodoro Miguel Ángel Lucero”.

Citas 1, 2, 3 y 4: "Tecnologías de impunidad. Cómo la dictadura intentó ocultar los crímenes cometidos durante la guerra de Malvinas", Jerónimo Guerrero Iraola.