Un gerente de Recursos Humanos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) anunció los despidos masivos en el área y ante la reacción de los trabajadores se escapó por la ventana. El instituto tecnológico sufrirá el recorte del 30 por ciento de sus cargos.
Según una nota de Nora Bär para El Destape, luego de que el Ministerio de Economía comunique a representantes de UPCN el recorte en el área y gran cantidad de empleados e investigadores reaccione frente a la oficina de Presidencia, el gerente de Recursos Humanos, Christian Rasmussen, se asustó y huyó por la ventana rompiendo el mosquitero. Las imágenes se difundieron inmediatamente por la red social X.
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“Ante los trascendidos sobre posibles despidos, convocamos a un estado de alerta y movilización al que respondieron unos 1000 compañeros que realizan sus tareas en el Parque Tecnológico Miguelete, y nos movilizamos pacíficamente al Edificio 2, donde están los funcionarios del gobierno de turno”, detalló al sitio Diagonales Francisco Dolmann, secretario general de ATE-INTI. Ante esta convocatoria, detalló que “el interlocutor designado por la patronal, que es el Gerente de Recursos Humanos, ante esa masividad y una movilización pacífica en la que estábamos solicitando una mesa de diálogo, por la presión que generaron los trabajadores, rompió el mosquitero de su ventana y salió corriendo”.
Según la misma nota, en el Instituto trabajan unos 3000 investigadores, ingenieros y técnicos altamente especializados. Unos 2400 pertenecen a la planta permanente, unos 300 se encuentran bajo el régimen de contrato de trabajo, y unos 250 son monotributistas. Desde el primero de enero ya se fueron 90 personas, entre jubilados y jóvenes con contratos temporarios que tienen temor de que no se los renueven y la oportunidad de emigrar a otros ámbitos.
No sería la primera vez que este ente autárquico crítico para el desarrollo de una industria nacional es objeto de medidas devastadoras, según la nota. Durante la década del noventa, perdió más de la mitad de su planta y debió justificar su propia utilidad. Una comisión de 30 personas tuvo que ir al congreso a defenderlo porque les dijeron que la institución estaba "en terapia intensiva" y que tenían horas para definir si seguía existiendo o se eliminaba. Sobrevivió, pero a duras penas. En 2018, en medio de denuncias del personal por desmanejos del presupuesto, se despidió a más de 250 empleados, explica el informe de Bär.
Y detalla que con 52 centros de investigación y desarrollo en todo el país, el INTI tiene casi uno por sector industrial: alimentos, plástico, textiles, caucho, materiales para la construcción, metalmecánica, electrónica, lácteos. Recibe ingresos por sus propios emprendimientos, pero además presta una infinidad de servicios de control de calidad y de seguridad. Además, realiza, reproduce y mantiene los patrones nacionales de medida, lo que contribuye a asegurar la calidad en las mediciones relacionadas con el cuidado del ambiente, la salud, los alimentos, la seguridad pública, la equidad en el comercio y la calidad de la producción industrial.