La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) acompañará a la CGT en la marcha que se realizará el 17 de agosto. La Mesa Nacional de la central que comanda Hugo Yasky resolvió acompañar la movilización, en contra la inflación y en apoyo a las reivindicaciones salariales y laborales.
Además, ratificó la vigencia de la declaración política aprobada por su Congreso Nacional Extraordinario y destacó "la exigencia del otorgamiento inmediato de una suma fija para todos los trabajadores activos a cuenta de convenio, e idéntico criterio para jubilados y pensionados".
La central conducida por Yasky, diputado nacional por el Frente de Todos, también remarcó en un comunicado "la imperiosa necesidad" de renegociar los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) así como el rechazo "a toda y cualquier presión o medida devaluatoria de la moneda nacional".
A la vez, expresó el repudio a "las acciones de los grandes formadores de precios" y de "sus cámaras empresarias como la (Asociación Empresaria Argentina) AEA". En este sentido, reclamó la "creación de una empresa nacional de alimentos" y la "apertura de ferias y mercados de cercanía que abaraten los costos de la alimentación".
La entidad informó que se realizarán actos y plenarios previos en el conurbano bonaerense y en las ciudades de Rosario, Bariloche, Mar del Plata y La Plata. También estimó que hasta el 17 de agosto tendrán lugar en otras localidades actividades similares a las ya programadas. Si bien los movimientos sociales y organizaciones piqueteras realizaron movilizaciones en rechazo al alza de precios, todavía no anunciaron que se incorporarán a la movilización convocada por la CGT.
Yasky fue uno de los primeros en elevar sus críticas a las primeras declaraciones que realizó la ministra de Economía Silvina Batakis, en los que ratificó la intención de instaurar un equilibrio fiscal, “Eligió dar señales al mercado. Dejó de lado las otras señales, que nuestro pueblo está aguardando, y que quienes formamos parte del Frente de Todos y representamos los intereses de los trabajadores y jubilados, vamos a reclamar de distintas maneras, hasta que logremos una recomposición de los salarios que, por la urgencia, tiene que ser a través de un aumento de suma fija”, lanzó.
CGT llamó a una movilización
La mesa chica de la CGT resolvió el jueves pasado proponerle al consejo directivo de la central obrera la realización de una movilización para el 17 de agosto, en principio iría desde el Obelisco hacia el Congreso, en rechazo a la inflación y con el reclamo de unidad para resolver los problemas que acechan al Gobierno. Héctor Daer, uno de los tres secretarios de la central, convocó a "tener la responsabilidad suficiente para encontrar el camino de salida y que esto no se siga profundizando".
Por las dudas, aclararon que la marcha no será contra el Gobierno, ni contra el Parlamento, por eso la indefinición que persistía para definir su trazado. Los sindicalistas confirmaron que el miércoles tres de ellos se habían reunido con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Senado. "Conversamos sobre la necesidad de equilibrar al Frente y de cómo seguir adelante", comentó uno de los participantes.
El paquete de medidas de control de gasto anunciado el lunes anterior por Batakis los terminó de persuadir a la CGT de que algo debían hacer para actuar como vía de escape del descontento. Aunque -fue algo que discutieron en el encuentro- tenían que mantener el equilibrio de forma que no se exprese como un rechazo a las políticas oficiales.
Con información de Télam