Podría estar un rato largo hablando de cuáles fueron las medidas que tomó Nestor para fomentar y para darle acceso democrático a la cultura a todo el pueblo argentino. Pero me voy a concentrar en una muy particular.
Corría el año 2005 y un grupo de compañeros y compañeras, ante la llegada de este nuevo gobierno y entendiendo que era un gobierno que miraba a los ojos a los sectores más desprotegidos de toda la sociedad, armamos un grupo de gente para empezar a gestionar la posibilidad de la reglamentación específica para los actores y actrices de la Ley 11.723, la Ley de Propiedad Intelectual, que se había promulgado el año 1933, pero todavía no tenía reglamentación para actores y actrices.
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Yo tuve la oportunidad en persona de acercarme al por entonces jefe de Gabinete y actual presidente, Alberto Fernández, para entregarle una carpeta y contarle de qué se trataba. Estaba muy al tanto y muy cercano a la necesidad de ajustar ese derecho. Cuando ese material lo tomó Néstor en sus manos, nos convocó muy rápidamente a una reunión de un grupo muy grande de actores y actrices. Y lo que nosotros creíamos que iba a ser una ardua negociación se transformó en una resolución muy simple.
Néstor en esa reunión nos dijo: "Es patético discutir lo indiscutible. Este derecho de propiedad intelectual debería alcanzar también a los actores y a las actrices". Nos dio una fecha de una nueva cita y en esa cita no firmó el decreto que dio nacimiento a la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (SAGAI).
Por supuesto, creó en nosotros una ilusión tan enorme, una alegría tan, tan grande. Porque nos estábamos encontrando con un derecho que nos venía siendo negado a través de las décadas. Por supuesto, en el año 2006 ese decreto fue publicado en el Boletín Oficial y le dio nacimiento a SAGAI que en estos momentos de pandemia fue un sostén vital para todo el colectivo de actores y actrices, no solamente en la asistencia de alimentos y medicamentos, sino también en la posibilidad de que los actores y actrices reciban una remuneración por la comunicación pública de sus interpretaciones.
En lo personal, a partir de ese momento me enamoré perdidamente del movimiento kirchnerista. Y me di cuenta, en definitiva, que ese amor no iba a morir nunca.
Así que mi recuerdo fresco, vivo, amoroso para este hombre que ha sido un padre para mí. Ha sido un padre para mí. Porque un padre no es solamente el que te da la posibilidad biológica de venir a este mundo, sino también el que con con las herramientas que tiene a mano, propicia el camino de sus hijos para que puedan desarrollarse.
Así que Néstor es mi padre.