Casi al mismo tiempo que el presidente Javier Milei se jactaba ante un auditorio empresarial de haber teminado de cuajo con la obra pública, el ministro del Interior, Guillermo Francos, les prometía a los gobernadores del Norte Grande retomar las obras que fueron abandonadas desde la asunción de la nueva gestión con el objetivo de sumarlos a las apoyos de la nueva ley Bases, del pacto fiscal y, finalmente, el Pacto de Mayo. "En busca del equilibrio fiscal hubo muchos recortes y ajustes y las provincias somos las que estamos sufriendo", advirtió el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. "Ordenar las cuentas públicas no es una tarea sencilla", se atajó Francos ante la fila de reclamos.
Francos viajó a Salta para participar del primer encuentro del Norte Grande del año junto al vicejefe de Gabinete, José Roalndi, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, los delegados del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y del ministro del Economía, Luis Caputo, en las negociaciones por las leyes. El lunes, Francos había intentado una reunión con los gobernadores dialoguistas en su despacho, pero ante la posibilidad de una foto demasiado flaca de presencias prefirió pasarla para el jueves de la semana que viene. En Salta, en cambio, jugó de visitante, así que tuvo la asistencia perfecta de diez mandatarios provinciales. "La política se trata de diálogo, de generar consensos", afirmó Francos ante los gobernadores, ya acostumbrados a las decisiones unilaterales del Ejecutivo y las presiones e insultos que deben soportar cualquiera que no acepte aprobar sus proyectos a libro cerrado.
Zamora estaba a cargo de la presidencia pro témpore del bloque, así que fue el encargado de abrir el encuentro. Junto al formoseño Gildo Insfrán y el riojano Ricardo Quintela integra el grupo de los mandatarios más enfrentados a la Casa Rosada. Detalló una lista de preocupaciones urgentes de los madatarios norteños. Por ejemplo, la obra de reversión del gasoducto Norte y la llegada del gas a sus provincias, los subsidios al transporte y la energía, la continuidad del vital Fondo de Incentivo Docente y, arriba de todo, la reanudación de las obras públicas que la nueva gestión dejó abandonadas. "Hay necesidad de mantenimiento de las rutas nacionales", sostuvo el gobernador anfitrión, Gustavo Sáenz.
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Así como Insfrán, Quintela y Zamora, de Unión por la Patria, son de los más duros con el Gobierno; Sáenz y el misionero Hugo Passalacqua, pertenecientes a fuerzas provinciales, se muestran un poco más a la expectativa de los movimientos del Ejecutivo para definir sus posiciones. El peronista catamarqueño Raúl Jalil, con intereses locales en la inversión en litio, se alinea como opositor, pero considera beneficioso que se apruebe la ley Bases. También participaron tres radicales: el correntino Gustavo Valdés y el chaqueño Leandro Zdero. más inclinados a acompañar a Milei, y el jujeño Carlos Sadir, más crítico. Por último, el peronista tucumano Osvaldo Jaldo es de los más alineados con la Casa Rosada, rara avis entre los gobernadores de todo el país.
Los enviados del Ejecutivo escucharon los reclamos de los mandatarios, en muchos casos repetidos. Con el Fonid recordaron que se les debía la última cuota de 2023 y que habían debido hacer malabares para que arrancaran las clases en tiempo y forma. Detallaron las rutas nacionales que debían repararse, muchas de ellas de tránsito hacia otros países. Francos prometió estudiar los problemas más urgentes. Como en todo el país, los jefes provinciales relataron el drama de la falta de medicamentos oncológicos del programa Incluir Salud, que el ministro aseguró que también se analizaba cómo continuar. "Nos plantearon varios problemas, pero no tenemos una definición nacional", diría luego Francos que más de una vez avanzó en acuerdos con los gobernadores que más tarde el Presidente desautorizó alegremente.
Sobre el final, Zamora planteó un problema económico fuera de la lógica regional: sostuvo que si la economía persistía en el camino del ajuste y la recesión menos recaudará el Estado por lo que se alejaría de la tan ansiada solución al déficit fiscal. Con todo, reconoció que todavía iba poco tiempo de gestión. El ministro insistió que todo iría encaminándose.
Luego de la reunión, cuando lo consultaron acerca de si creía que había sumado apoyos para la ley Bases, Francos se mostró convencido acerca de muchos de los gobernadores participantes sabrían valorar la oportunidad de inversiones en áreas que posibilitaba la ley, como minería, por lo que terminarían facilitando el voto de sus legisladores. El próximo jueves 4, Francos recibirá a los mandatarios de Juntos por el Cambio en la Casa Rosada y seguramente le podrá dar al Presidente un panorama más claro sobre la suerte que podría correr en el Parlamento la nueva versión de la ley.