Luego del golpe político que sufrió el Gobierno con la media sanción de la movilidad jubilatoria en Diputados, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se mostró junto a tres gobernadores de la oposición dialoguista, que tienen injerencia en las voluntades de algunos senadores. En las próximas semanas, la Cámara alta deberá decidir sobre la ley Bases, el pliego de los nominados a la Corte Suprema -Ariel Lijo y Manuel García Mansilla- y la propuesta votada este martes que aplica una fórmula más generosa para la actualización de las jubilaciones. La Rosada no puede permitirse nuevas derrotas en un Congreso que todavía no le aprobó un proyecto, por lo que Francos convirtió su oficina en una gran recepción de inquietudes opositoras. Un "toma y daca corrupto", como tiempo atrás definía las negociaciones políticas el presidente Javier Milei. En esa línea, los diputados que responden a estos gobernadores se juntarán en el bloque que preside Miguel Angel Pichetto, que alcanzará los 25 integrantes.
Milei reaccionó de manera agresiva a la votación en Diputados, donde la nueva propuesta de movilidad jubilatoria consensuada por la UCR, Unión por la Patria, Hacemos e Innovación Federal consiguió 160 votos contra apenas 72 rechazos. "Voy a vetar todo, me importa tres carajos", gritó el Presidente en su mensaje en un foro empresarial en Parque Norte. Calificó a los diputados como "degenerados fiscales" y se comparó con su amigo el presidente salvadoreño Nayib Bukele, de quien dijo que había gobernado "a puro veto".
El duro revés legislativo llegó en un momento de fragilidad política del Ejecutivo, con la salida del jefe de Gabinete Nicolás Posse y el secretario de Niñez Pablo de la Torre, ambos rodeado de escándalo y denuncias de todo tipo. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, en la cuerda floja, quedó citada para ir a dar explicaciones la semana próxima a la comisión de Acción Social de Diputados, por la revelación de El Destape sobre el acopio de alimentos para ayuda social que comenzaron a repartirse de urgencia cuando salió a la luz que estaban a punto de vencer. Los mercados financieros -siempre sensibles a este tipo de debilidades- se vienen comportando en consecuencia, ayer con caída de bonos, acciones y suba del riesgo país.
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Más que jefe de Gabinete, Francos parece haber quedado como un ministro del Interior con algunas funciones extra. De hecho, conserva su antiguo despacho en la planta baja de la Casa Rosada, por el que en los últimos días desfilaron seis gobernadores: los de Entre Ríos, Jujuy, Chaco, Córdoba, Chubut y Neuquén. Básicamente, lo que acordó con esta seis provincias gobernadas por la oposición dialoguista -dos UCR, dos PRO, peronismo cordobés y el provincialismo neuquino- fue traspasarle las obras públicas nacionales que el Gobierno abandonó y que las provincias están interesadas en continuar. Entre estas obras que abandonó el Estado se incluyen la construcción de hospitales y centros de desarrollo infantil (CDI), la terminación de obras hídricas, de saneamiento y mejoramiento urbano, y de rutas y caminos, entre otras. Algunas de esas rutas son vitales para la comunicación de las provincias.
Obviamente, en estos diálogos mano a mano, con firma de acuerdos incluido, suelen colarse las inquietudes políticas. Francos se puso como meta conseguir que el Senado apruebe la ley Bases, para lo que está dispuesto a hacer concesiones, como quedó demostrado la noche que se calzó el sobretodo y fue hasta el Congreso para reunirse con tres senadores renuentes, que terminaron firmando el dictamen de mayoría aunque en disidencia. Conseguir con la oposición amiga un conducto de diálogo y acuerdos es el propósito número uno del jefe de Gabinete que se armó un álbum de fotos con gobernadores clave, que le podrían dar la llave para dibujar un Congreso más amigable. En los próximos días podría sumarse el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, quien se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, para saldar él una deuda que la provincia tenía con la Nación. "Un cambio de época", lo definió Caputo.
Con intereses comunes, los gobernadores de fuerzas provinciales se fueron agrupando y es casi un hecho que sus diputados confluirán en los próximos días en la bancada que conduce Pichetto. El bloque Hacemos Coalición Federal se caracterizó por su heterogeneidad y rara vez todos sus integrantes votan igual. De hecho, días atrás sufrió la salida de los seis diputados de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Con todo, es un hecho que el actual bloque Innovación Federal -que reúne a los partidos provinciales que gobiernan Misiones, Salta y Río Negro -con ocho diputados- y el monobloque del Movimiento Popular Neuquino de Osvaldo Llancafilo se sumarían a la bancada de Pichetto. No por nada, el veterano diputado suele expresar posiciones en nombre de los gobernadores. Le quedará un bloque de 25 diputados, entre los que estarán representados siete oficialismos provinciales. Francos tendrá más sencillo saber qué puerta debe ir a golpear.