Los ministros de Educación de todo el país, nucleados en el Consejo Federal de Educación, se reunirán este viernes y suscribirán una declaración manifestando su preocupación por la falta de envío de recursos nacionales para cubrir las necesidades del área, poniendo el riesgo el inicio de las clases. El Fondo de Incentivo Docente es una ley y el Ejecutivo debería cumplir con los pagos, cortados en medio de la furia presidencial contra los gobernadores que Javier Milei considera que lo traicionaron en la votación de la ley Omnibus. En caso de la provincia de Buenos Aires, la más perjudicada por Nación, el gobernador Axel Kicillof subrayó que este mes afrontó los pagos de los sueldos docentes con recursos propios, pero que la situación no era sostenible. Sólo en concepto de salarios docentes, la Nación debe enviarle 14 mil millones de pesos a la provincia de Buenos Aires. Como sucede respecto a los subsidios al transporte público, la situación se repite a lo largo y a lo ancho del país llevando a algunas administraciones al límite.
La reunión del CFE ya estaba pautada, pero cobró nuevo interés a partir del enojo del Presidente con los gobernadores, de los que -queda claro- esperaba que apoyaran cualquier cosas que enviara al Congreso. Las amenazas y descalificaciones de Milei no tuvieron el efecto que imaginaba, y ahora está con ganas de cobrarse todas las revanchas que considere. Su primer reacción se conoció a través del Ministerio de Economía, que anunció el recorte del Fondo Compensador del Interior, que permitía mantener las tarifas del transporte público en niveles razonables. La medida sorprendió a algunos de los gobernadores dialoguistas como el radical de Santa Fe, Maximiliano Pullaro -de los primeros en manifestar su apoyo a Milei en el balotaje- que declaró su incredulidad por la decisión.
"Los gobernadores son animalitos de gastar", definió el presidente provisional del Senado, el senador libertario Bartolomé Abdala, en una síntesis de la mirada encarnada en la gestión nacional. Así que desde la Rosada buscarán por todos los medios asfixiar las economías provinciales y que cada mandatario se las arregle como pueda para solventar los gastos. Curiosamente, en casi todas las provincias que más sufrirán el ahogo ganó Milei: seguro estimaron que el recorte pasaría por otro lado. "Ajustar a las provincias no es atacar a la 'casta', es fundir a los argentinos", alertó Kicillof.
El secretario de Educación, Carlos Torrendell, es una persona respetada en el sector, pero que empieza a quedar claro que no representa el espíritu "gurka" de Milei y su entorno. Torrendell les aseguró a los ministros provinciales que había enviado el pedido para que se distribuyan los recursos correspondientes a cada jurisdicción, pero que la decisión quedó trabada en algún área de Economía. Más no les pudo decir. En tanto, los gremios docentes siguen esperando una convocatoria a la paritaria nacional, cada vez con menos ilusión. Si la semana próxima no tienen novedades, avanzan con la idea de convocar a un paro nacional. Si no hay una respuesta oficial, el comienzo de las clases corre peligro.
El ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que sin ley Omnibus el objetivo de déficit cero se mantenía igual y que el peor ajuste correría por cuenta de las provincias. En la Rosada se jactaban de haber reducido un 98% las partidas discrecionales que se remiten a las administraciones del interior. Los gobernadores ya comprendieron que el Fondo de Incentivo Docente entraba en la misma lógica de pelea con las provincias que lo resuelto respecto al transporte. Pullaro detalló que a Santa Fe se le quitaban 1.500 millones de pesos por mes con la decisión respecto al Fondo Compensador. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, reveló que su provincia no había recibido 988 millones por el Fondo de Incentivo Docente, que afectaba directamente el sueldo de los maestros. "Una muestra más del desprecio del Gobierno Nacional a las provincias"; concluyó.
En ese clima se reunirá este viernes el Consejo Federal de Educación, ya con un documento preparado que expresará la preocupación por el ambiente pesado que acompañará las semanas previas al inicio de clases, si es que consiguen ponerse en marcha. Kicillof obviamente es el primer de los damnificados porque la Nación debe enviarle 14 mil millones de pesos mensuales sólo para colaborar en el pago de salarios, además de los otros conceptos que tienen que ver con la Formación Docente, Infraestructura, Escuelas Técnicas y demás. "Claramente, vemos que hay ánimo de pelea", decían en el gobierno bonaerense. El único consuelo para Kicillof es que no está solo y que el coro de gobernadores descontentos ya es generalizado, aún en los que se mostraban más colaboradores con la Casa Rosada.