Atentado contra CFK: la Cámara porteña ordenó secuestrar todos los celulares de Milman

A pedido del fiscal Carlos Rívolo y los abogados de CFK, el tribunal revisor de Comodoro Py resolvió que se secuestren los celulares que el diputado del PRO no entregó a la Justicia. De esa forma, revirtió una decisión que tomó el juez Julián Ercolini, que subrogó el juzgado a cargo de María Eugenia Capuchetti. Milman había acercado a Comodoro Py un aparato que compró dos meses después del atentado.

01 de noviembre, 2023 | 20.34

En el marco de la causa en que se investiga el atentado contra Cristina Kirchner, la Cámara Federal porteña ordenó que se revoque una resolución de primera instancia y se le secuestren todos los celulares al diputado PRO Gerardo Milman. El legislador había entregado a la Justicia un aparato telefónico que había adquirido dos meses después del ataque a la vicepresidenta. Pero todo indica que tuvo otros 3 que no entregó de los cuales 2 estaban operativos al momento del ataque contra la vicepresidenta de la Nación. ¿Quién había sido el juez que había rechazado la medida solicitada por la fiscalía y la querella? El juez del vuelo del Lawfare Julián Ercolini, quien interinamente estuvo a cargo del juzgado que encabeza María Eugenia Capuchetti.

Este miércoles, el tribunal revisor de Comodoro Py hizo lugar a la apelación que hicieron el fiscal Carlos Rívolo y los abogados de Cristina Kirchner, Marcos Aldazabal y José Ubeira, y ordenó a la jueza Capuchetti que le secuestre los otros celulares que surgieron como de su propiedad en la investigación. Para que esto pueda concretarse, la Cámara de Diputados debe autorizarlo, porque Milman sigue siendo diputado. A más de un año del atentado, y a la luz del celular que aportó al expediente –lo que evidencia una maniobra dilatoria-, no será sencillo recuperar los aparatos telefónicos de quien fuera el Nº 2 de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad. Pareciera haberse preparado con tiempo para este escenario.

La decisión de la Cámara fue por mayoría, por los votos de Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, quienes se manifestaron en sintonía con lo reclamado por Rívolo y los abogados de la querella. En contra se manifestó Mariano Llorens, aunque por primera vez destacó que hay que investigar si el diputado no ocultó pruebas.

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El fiscal Rívolo había argumentado ante la cámara que el pedido de allanamiento del domicilio del diputado “y el secuestro de los restantes celulares que podría tener en su poder, así como de tareas previas para determinar su lugar actual de residencia” obedecía a que, según surgió de los informes enviados por las empresas de telefonía, Milman “habría utilizado otros celulares durante el lapso temporal de interés para la investigación”. A eso se suma que aportó en sede judicial “solo un aparato que habría estado disponible a la venta luego de la fecha del intento de atentado contra la Sra. Vicepresidente”. Se trata de un Iphone 14 Pro.

Bertuzzi consideró “adecuada la petición” del fiscal a la que se sumó la querella. “Ello encuentra debido sustento en los informes de telefonía citados por las acusaciones, que darían cuenta de la existencia de otra línea telefónica y de otros dispositivos que podría haber utilizado Gerardo Milman durante el lapso temporal de interés para la presente pesquisa”, escribió Bertuzzi.

Bruglia, por su parte, resaltó que de no llevarse adelante esta medida planteada por Rívolo se podrían “frustrar los fines del proceso penal impidiendo un avance en la averiguación de la verdad, poniendo en riesgo la obtención de pruebas dirimentes para ello que exige un trámite certero e inmediato”. Luego, hizo hincapié en que Milman entregó a la Justicia un celular que habría adquirido dos meses después del atentado: “El aparato celular aportado por el señor Milman -en cumplimiento de la orden originaria- habría estado disponible a la venta con posterioridad a la fecha del intento de atentado contra la Sra. Vicepresidente de la Nación. En este punto, resulta necesario destacar que no se desconoce que los cambios de celulares infieren en la mayoría de los casos una transferencia de datos del teléfono anterior, pero no puede descartarse la posible existencia de parámetros técnicos que permitan obtener información borrada o modificada en el aparato original”. Según informaron desde la Gendarmería a la Justicia, esa fuerza no tiene la tecnología para extraer información de ese teléfono de última generación.

Llorens votó en contra. No obstante, indicó: “Sin perjuicio de ello, considero oportuno reparar en la actitud adoptada por el nombrado frente a lo resuelto: presentarse en la sede del juzgado para cumplir con una manda judicial y aportar un celular adquirido, cuanto menos, dos meses después de la fecha del hecho aquí investigado. No descarto que, en alguna medida, su accionar pueda constituir un riesgo procesal vinculado con el ocultamiento de pruebas y entorpecimiento de la investigación circunstancias que, llegado el caso, deberán ser evaluadas”.

Tanto Llorens como Bruglia y Bertuzzi son tres jueces designados en la Cámara Federal porteña por Mauricio Macri. Los últimos dos a dedo.

De esta forma, la cámara dio vuelta una resolución que firmó el juez Julián Ercolini, quien estaba interinamente a cargo del juzgado que encabeza Capuchetti. Este magistrado, que participó del vuelo del Lawfare, había sostenido que no correspondía hacer lugar a la medida solicitada por Rívolo porque al momento de resolver no se encontraba firme la primera resolución de la cámara en la que se ordenaba el secuestro del celular de Milman. Finalmente, esa resolución de cámara fue ratificada con posterioridad por la Cámara Federal de Casación Penal.

La pista Milman

La línea investigativa que vincula al diputado PRO con el atentado a CFK nunca se profundizó en la Justicia. Más bien todo lo contrario. Contó con un blindaje cerrado por parte de la jueza Capuchetti cuando no faltan elementos para hacer foco en quien fuera el Nº 2 de Bullrich en Seguridad:

  • Milman participó de las marchas del violento grupo antiK Revolución Federal bajo la consigna "Todos presos, muertos o exiliados" en una guillotina;
  • Presentó un proyecto en el Congreso donde hacía mención a un falso atentado contra CFK días antes del ataque a la vicepresidenta;
  • Dos días antes del intento de magnifemicidio un testigo lo escuchó decir "cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa";
  • El mismo día del ataque pedía precisiones sobre la custodia presidencial;
  • Brenda Uliarte, detenida en el marco de esta causa vinculó a Milman con la organización de marchas en contra de CFK.
  • Una de las asesoras de Milman reveló que borró su celular en las oficinas de una ONG de Bullrich donde también se manipuló un celular del diputado PRO.

A pesar de todo esto, la jueza Capuchetti demoró casi un año en obtener uno de los celulares de Milman.

Una vez que se allanó el camino para el secuestro de los celulares de Milman, luego de una primera intervención de la Cámara Federal porteña que dio vuelta un rechazo de Capuchetti, el diputado se presentó en tribunales y aportó en la Justicia un Iphone 14 Pro como coartada de que estaba a disposición de la Justicia. Pero según reveló la querella:

  • Milman entregó un celular que compró luego del atentado, ya que el Iphone 14 Pro salió a la venta después del intento de asesinato de CFK.  Además se trata de un modelo que no se puede peritar.
  • Milman tiene 3 celulares que no entregó, dos de ellos operativos al momento del atentado. De allí el pedido de secuestro de todos los celulares del diputado.
  • A esto se suma que la jueza Capuchetti ocultó en la caja fuerte de su juzgado el registro de llamadas y mensajes entrantes y salientes del celular que Milman acercó a la Justicia.
  • Las asesoras de Milman que manipularon sus aparatos en oficinas de Bullrich también entregaron celulares comprados post atentado y de un modelo que no se puede peritar.
  • Una amiga de Carolina Gómez Mónaco, asesora de Milman, declaró en otro expediente que estaba vinculada al ataque.
  • La jueza Capuchetti aún no investigó nada acerca del borrado de los celulares en las oficinas de Bullrich que contó Ivana Bohdziewicz, la otra asesora de Milman.

Por todo esto pareciera difícil que se encuentre información relevante en los teléfonos del diputado, quien tuvo más de un año para ocultar pruebas si lo creía necesario.

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