Ante el G7, Alberto Fernández cargó contra las potencias por la crisis alimentaria

El Presidente apuntó a los sobrecargos en transporte e insumos que aceleran la inflación de los alimentos y pidió por un mercado más transparente. Además, celebró el impuesto a la renta extraordinaria de quienes se beneficiaron con la suba de precios.

27 de junio, 2022 | 12.57

El presidente Alberto Fernández criticó ante las potencias occidentales del G7 a los “especuladores financieros” que provocan la escalada inflacionaria en el precio de los alimentos. En ese sentido, alertó por el recrudecimiento de la crisis alimentaria si se prolonga la guerra entre Rusia y Ucrania y reclamó por un mercado más transparente para evitar sobrecostos en transporte e insumos. También apuntó contra la concentración de la riqueza en pocas manos y pidió por el impuesto a la renta extraordinaria. Por último, alertó que si la crisis actual se prolonga se desatará "una catástrofe humanitaria" y proyectó que "más de 300 millones de personas en el mundo van camino hacia una hambruna".

"El mundo enfrenta un tiempo muy difícil signado por el fin de la pandemia y una guerra en marcha. La restricción de la oferta de granos y cereales que se observa, ha determinado una escalada de los precios que pone en riesgo la seguridad alimentaria de la humanidad", lanzó el mandatario en su condición de presidente pro témpore de la CELAC. Fernández aseguró que, en ese escenario, se exhibe el accionar de "especuladores financieros que contaminan el comercio de materias primas". En referencia a la escalada de los futuros de alimentos y energía, que potencian una segunda ola inflacionaria global, denunció: "Fomentan un juego peligroso en los mercados a futuro y acaban determinando altas y bajas de precios que aumentan la volatilidad". 

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Se trata del segundo discurso que pronuncia Alberto Fernández. Habló en segundo lugar y se abocó a la seguridad alimentaria y a exponer las problemáticas del Sur global frente a las consecuencias de las sanciones que las potencias occidentales aplican contra Rusia. El primero tuvo definiciones de geopolítica, repudió la invasión de Ucrania y reclamó el diálogo de esa nación con  Rusia para alcanzar la paz. Ambos discursos los terminó de corregir esta mañana en la habitación del hotel donde se hospedó en Múnich, con la asistencia de Santiago Cafiero y Sergio Massa.

Fernández comenzó su discurso sobre la restricción de la oferta de granos y cereales y marcó que eso determinó “una escalada de los precios que pone en riesgo la seguridad alimentaria de la humanidad”. La razón principal de esa escasez se debe al bloqueo en el mar Negro de 20 millones de toneladas de cereales.

El mandatario citó el último informe sobre perspectivas alimentarias de la FAO, en el que indica que el costo de la importación de alimentos aumentó debido al incremento de los precios sumado a una disparada en los costos del  transporte y de los fertilizantes. "Frente a esa situación, es necesario evitar las barreras proteccionistas y para arancelarias para la comercialización de alimentos", señaló y agregó: "Los países centrales han podido continuar con sus importaciones a pesar del desquicio que se vive. Los países periféricos, en cambio, importamos menos porque se redujo nuestra capacidad de pago".

En ese contexto, expuso que "el problema de los alimentos no reside en la producción sino en el acceso a los mismos" y llamó a "atender a los pueblos sometidos a la crueldad de las privaciones alimentarias es un imperativo ético" y advirtió que "alimentarse no es otra cosa que un derecho humano". Por eso, como hizo en el anterior discurso, pidió consolidar "una nueva arquitectura financiera internacional que remueva dogmas y malas prácticas" de países centrales. 

Tras esto, celebró el debate actual sobre impuestos que "corrijan la concentración del ingreso". Allí se refirió al gravamen sobre la renta extraordinaria de quienes se beneficiaron de los sobreprecios de los productos. "No podemos ver impávidos como la riqueza se concentra en pocas corporaciones mientras la pobreza se distribuye entre millones de personas", puntualizó.

Por último, expuso las consecuencias de la pandemia para con los sectores vulnerables, en especial las mujeres y las infancias. Repasó políticas de ampliación de derechos llevadas a cabo en los gobiernos de Cristina Kirchner y el suyo y afirmó: "Apoyamos y fortalecemos el empoderamiento político y la autonomía económica de las mujeres y las diversidades, para atenuar y terminar con la desigualdad que ha imperado".

Argentina fue invitada a la cumbre del G7 por presidir la Celac y el potencial exportador de la región en torno a alimentos y energía en este contexto de crisis. Al ser el único gobierno latinoamericano presente, Fernández se convirtió en portavoz de los problemas de estos países por las consecuencias de la guerra. Por ello, bregó por la construcción de "una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo”.