Durante los próximos días, Europa será el epicentro de la política global, con mandatarios de todo el mundo coincidiendo en Roma y en Glasgow para la cumbre del G20 y la conferencia sobre el cambio climático de la ONU. En ese contexto, mientras se sucedan los encuentros y conferencias, habrá un lado B de entrevistas bilaterales del más alto nivel y en ese sentido la delegación argentina no es una excepción. A lo largo de su gira, Alberto Fernández tiene acordada una docena de citas mano a mano con líderes de primera línea. A continuación un quién es quién en la agenda del presidente argentino para este viaje.
Después de la bienvenida oficial, la tradicional foto de familia con todos los mandatarios y un primer almuerzo de trabajo con sus pares, Angela Merkel será la primera cita cara a cara del presidente argentino, en el mediodía romano. La canciller alemana llegará pronto al final de su gobierno de 16 años que marcó una era en Europa y en todo el planeta. Para Fernández, era una cita pendiente desde su visita anterior al viejo continente, cuando no pudo viajar a Berlín por las restricciones a causa de la pandemia. Aún en retirada, el peso simbólico del apoyo de Merkel la vuelve una de las entrevistas más destacadas del viaje.
Por la tarde tendrá dos encuentros clave para asegurar el apoyo europeo a las iniciativas que trajo la Argentina al G20, que giran en torno a una reforma del sistema financiero que brinde facilidades a los países endeudados para superar esa situación. Uno es con la también alemana (aunque nacida en Bélgica) Ursula Van der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE. El otro, con el belga Charles Michel, cabeza del Consejo Europeo, el órgano que reúne a todos los jefes de Estado del bloque continental y decide sus lineamientos políticos y estratégicos.
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Pero sin dudas uno de los momentos más importantes del viaje se dará luego, cuando Fernández reciba en la embajada argentina a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Será el segundo encuentro presencial entre ambos; el primero también fue en Roma, en mayo de este año. Mucho cambió desde entonces, en el país y en el FMI, y los vencimientos que asoman en el horizonte, superiores a la capacidad de pago argentina, indican que habrá un acuerdo más pronto que tarde. Fernández insistirá en sus condiciones, principalmente un rechazo de cuajo a cualquier plan de ajuste.
También, esta tarde el presidente argentino volverá a verse las caras con su par español, Pedro Sánchez, uno de los mandatarios europeos con los que encontró mayor sintonía en los viajes que ambos hicieron a los dos lados del Atlántico. Otro de los interlocutores favoritos de Fernández, el francés Emmanuel Macron, también será coprotagonista de una bilateral, aunque todavía no se confirmó el día ni el horario. El domingo, tendrá citas con el canadiense Justin Trudeau, con el titular de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, y con la reina de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta.
Ya en Glasgow, la agenda prevé encuentros el martes con el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, que viene promoviendo una mirada multilateral de las relaciones exteriores que tiene muchas coincidencias con el enfoque de Fernández; y con el de la Confederal Suiza, Guy Parmelin. Además, hay otros encuentros que ya están confirmados pero aún no tienen un casillero designado en el cronograma. Uno, con el primer ministro de la India, Nadendra Modi. El otro, con Vladimir Putin, que se realizará de manera virtual porque el presidente ruso no viajó a Roma en medio de un rebrote de Covid en su país.
Queda una sola incógnita en el escenario para esta gira. Es la posibilidad de un encuentro con el presidente norteamericano Joe Biden, que está presente en el G20 y viajará luego a Glasgow. Protagonista en cada lugar a donde vaya, Biden trabaja con una agenda milimétrica y la posibilidad de una entrevista con Fernández se podrá concretar o no según cómo avancen las actividades durante estas jornadas. El argentino considera que las posiciones keynesianas que manifiesta Biden significan un espaldarazo a sus políticas y espera, además, un apoyo explícito en la negociación con el FMI. Falta ver si puede concretarse en este viaje o deberá esperar a otra ocasión.
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