Con el mensaje de apertura de sesiones ordinarias de este miércoles 1 de marzo que dará el presidente Alberto Fernández con la vice Cristina Kirchner sentada a su lado arrancará un mes de definiciones clave para el Frente de Todos. En el propio discurso, se anticipa, habrá una arenga presidencial a pensar en "un nuevo inicio", otro paso en dirección a una posible candidatura por la reelección que se completará con una pegatina de afiches. La otra semana se leerán los fundamentos de la sentencia contra Cristina, un hecho provocará la reacción de la militancia kirchnerista que ya organiza para el sábado 11 un plenario de agrupaciones en Avellaneda. Allí no sólo se apoyará una postulación presidencial de la vice sino que también se elaborará un documento que se presentará como propuesta programática para un segundo gobierno del Frente de Todos. Más adelante será el acto del 24 de marzo, en el que el kircherismo promete poner una multitud en las calles.
En el entorno de Alberto comentaban que no les había gustado la pegatina de afiches "Cristina 2023" en los alrededores de la sede del PJ Nacional en la previa de la reunión de la mesa política de días atrás. Para que no suceda lo mismo, anticiparon que en las cercanías del Congreso habrá carteles de apoyo a una eventual candidatura de Alberto para un nuevo mandato, auspiciado por el espacio "A23", que promueven algunos funcionarios como Santiago Cafiero, Juan Manuel Olmos, Victoria Tolosa Paz y Julio Vitobello.
Buscaban también darle algo de color a la jornada movilizando simpatizantes, aunque estaba en discusión qué harán las organizaciones sociales históricamente cercanas al Presidente como el Movimiento Evita y Somos-Barrios de Pie. Según sus referentes Gildo Onorato y Daniel Menéndez esta vez no se las verá frente al Congreso.
En su última apertura de sesiones ordinarias, anticipaban que el Presidente hará una fuerte reinvindicación de su gestión, un objetivo que se planteó desde principios de año y con el que viene recorriendo el país. La tarea realizada durante la pandemia, la legalización del aborto, los números de viviendas y obra pública puesta en marcha, la participación en foros internacionales, la baja en los índices de mortalidad infantil y de desempleo, serán algunos de los ítems que repasará el mensaje de Alberto.
También habrá un reconocimiento de lo que faltó: la alta inflación, la nula recuperación del poder adquisitivo de los salarios y los elevados índices de pobreza.
Tendrá un tramo dedicado a hablar del funcionamiento del Poder Judicial y de la persecución a la vicepresidenta. Había dudas acerca de si usaría el término "proscripción". Para concluir, Alberto recurriría a la fórmula ambigua que utilizó durante la reciente cadena nacional en la Antártida cuando propuso "nuevos inicios" y "un mañana de paz y prosperidad que podemos lograr unidos". Podrá interpretarse como un subrayado de las oportunidades de desarrollo que se la abrirán al país a partir del acceso a recursos como el gas, el petróleo y el litio, pero también como un indicio de una nueva candidatura, algo que irrita a varios dentro del oficialismo.
El Presidente viene sosteniendo en cada reunión política que en caso de que aparezca algún postulante del Frente de Todos con mucha más intención de voto no tendría problemas en dar un paso al costado. Pero como eso todavía no ocurre, se mantiene en carrera.
Puso como fecha tope para definir su postura mediados de mayo. Falta bastante. Ni siquiera los funcionarios más cercanos saben decir si Alberto realmente aspira a un nuevo mandato -para lo que parecería tener escaso apoyo interno- o si es solamente una estrategia para no sufrir una prematura pérdida de poder.
Frente a esto, el kirchnerismo ya definió cuál será su próxima actividad. El 11 de marzo habrá un plenario de agrupaciones que se referencian en la vicepresidenta para darle aire al operativo clamor por una candidatura y luchar contra la proscripción judicial.
El acto en la UTN de Avellaneda se hará apenas dos días después de que se conozcan los fundamentos de la sentencia en la causa Vialidad por la que se condenó a Cristina a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, lo que denominó su "proscripción".
No casualmente, ese 11 de marzo se cumplirán 50 años del triunfo electoral de Héctor J. Cámpora, quien en 1973 debió candidatearse justamente por la proscripción de Perón. En el encuentro habrá intendentes del Conurbano, las agrupaciones La Cámpora y La Patria es el Otro, sindicalistas de la CTA y la Corriente Federal, todos ellos habituales participantes del llamado "grupo Ensenada", por las reuniones que suelen realizar en los pagos del intendente Mario Secco. "Para nosotros no hay plan A y plan B, hay sólo plan C, por Cristina", explicó el diputado y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, quien este lunes compartió una actividad con el gobernador Axel Kicillof y otros sindicalistas que estarán el 11, como Abel Furlán y Roberto Baradel.
No está definido si Cristina participará o no de la jornada. Su última aparición en un acto fue justamente en Avellaneda, poco antes de fin de año, para inaugurar un polideportivo. Si concurre será un indicio muy fuerte de sus ganas de postularse en las elecciones, lo que modificaría todo el mapa interno de la coalición que en los últimos días se pobló con algunos precandidatos: Daniel Scioli, Wado de Pedro, Juan Grabois, Jorge Capitanich. Ninguno generó demasiada atención. De hecho, Wado habló en su último acto a favor de la candidatura de la vice: "A donde voy escucho 'Cristina presidenta'", reconoció.
La particularidad del encuentro de Avellaneda será que se distribuirá un documento que, adelantaban, funcionará como plataforma del sector. El pasado 17 de octubre ya emitieron un escrito "Unidad nacional por la soberanía con justicia social" que contenía siete grandes propuestas (restaurar el rol del Estado en el control y planificación de la economía, bajar la inflación combatiendo prácticas monopólicas, aliento a las políticas de producción y generación de empleo, rediseñar el sistema financiero, impulsar una reforma tributaria integral progresiva, estricto control estatal del comercio exterior, garantizar el derecho a una comunicación responsable), que desde entonces se siguieron trabajando con los equipos de economistas de cada agrupación y de cada sindicato.
El documento-plataforma es importante, comentaba uno de los organizadores, para que quede claro que un segundo gobierno del Frente de Todos será muy diferente al que gestionó desde 2019 y que a la gente le den ganas de votarlo. También dejar claro que el aval que la vicepresidenta les da hoy a las medidas restrictivas de Massa es porque son necesidades de esta etapa, pero que al próximo gobierno le tocarán otras oportunidades.
En ese sentido, marcaban que resulta especialmente importante que en la Casa Rosada haya un gobierno nacional y popular para decidir la orientación de la explotación de las riquezas naturales del país. "La justicia social solo dejará de ser una declamación inalcanzable cuando hayamos recuperado en plenitud nuestra soberanía, arrebatada desde hace tiempo por un poder fáctico corporativo que opera por encima del sistema democrático burlando la voluntad popular y frustrando sus legítimas aspiraciones", afirmaba aquel documento del 17 de octubre que por estas horas viene siendo reescrito.