La tercera filtración de presuntos chats del celular del ministro porteño Marcelo D’Alessandro expuso su relación social con el juez federal Sebastián Ramos, el magistrado que cerró de forma exprés en plena feria la causa donde tenía que investigar si había un vínculo entre el funcionario de la Ciudad y Silvio Robles, la mano derecha del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, por una filtración anterior. Si los mensajes que se difundieron son ciertos, Ramos mintió en el Congreso bajo juramento de decir verdad, lo que puede provocar diversos planteos tanto en sede judicial como en el Consejo de la Magistratura.
De acuerdo a las distintas fuentes consultadas, la filtración que desmiente lo dicho por Ramos en la comisión de Juicio Político puede generar:
- Planteos para que se anule el archivo que decretó Ramos en la causa contra D’Alessandro y Robles o una nueva presentación penal denunciando que el caso fue cerrado por un juez que no podía intervenir.
- Que se haga un pedido de juicio político al magistrado con asiento en Comodoro Py ante el Consejo de la Magistratura.
- Y que se lo denuncie en sede penal por falso testimonio en el Congreso y por incumplimiento de los deberes de funcionario público por intervenir en un expediente en el que se debía haber excusado.
Estas opciones estaban siendo analizadas al cierre de esta edición en distintos poderes del Estado. No obstante, por el nivel de cooptación del Poder Judicial, el avance de alguno de estos planteos no es para nada sencillo:
- Si no hay querellantes en el caso de los chats de D’Alessandro y Robles, el futuro del expediente que fue archivado quedará atado a la decisión del fiscal de primera instancia. La causa se archivó por decisión del juez Ramos pero a propuesta del fiscal procesado por espionaje ilegal Carlos Stornelli, quien en la feria dictaminó para que eso suceda. Sin querellantes ni voluntad del fiscal, el caso no se podrá reabrir. Ahora, la discusión es si alguno de los gobernadores que hicieron las denuncias pero aún no son querellantes puede hacer algún movimiento para intentar ser parte en el caso o lo conveniente es que realice una nueva presentación denunciando que la anterior la cerró un juez que no podía intervenir por sus vínculos con el denunciado.
- La denuncia de juicio político contra Ramos se debe realizar ante el Consejo de la Magistratura que preside el titular de la Corte, Horacio Rosatti, y donde Juntos por el Cambio junto a sus aliados tiene los números para bloquear el avance de una sanción o jury. A esto se suma que uno de los denunciados en el caso que archivó Ramos es Robles, secretario de Rosatti.
- La denuncia penal contra Ramos por falso testimonio e incumplimiento de deberes debiera radicarse en Comodoro Py, donde el magistrado y Juntos por el Cambio juegan de local. No obstante, esta estrategia podría provocar un efecto de "excusaciones en cadena" ya que la denuncia debiera hacerse en Comodoro Py: ¿Qué juez se arriesgaría a tomar el caso si intercambió mensajes con D'Alessandro pero aún esos chats no salieron a la luz? Es decir: ¿Qué magistrado se arriesgaría a repetir lo que hizo Ramos?
El cuadro de situación expone la encrucijada político-judicial con la que se enfrenta el oficialismo y la necesidad de una reforma judicial.
Favores, felicitaciones y comidas
Ramos declaró el último jueves ante la comisión de Juicio Político en el proceso que se les sigue a los cuatro ministros de la Corte. Fue el primero de los 7 testigos. Se lo convocó por haber archivado la denuncia contra D’Alessandro y Robles. Al cierre de su exposición, el diputado del Frente de Todos, Germán Martínez, le preguntó al magistrado: “Además de conocerlo, ¿hay algún vínculo que usted tenga sistemático con Marcelo D’Alesandro y Silvio Robles?”. El juez respondió, contundente: “No, señor”. Minutos después, en coincidencia con el lanzamiento de la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, se difundió la tercera filtración de chats del celular de D’Alessandro que compromete al juez. Allí se expuso una relación muy cercana entre el Ramos y el ministro en uso de licencia por todo este escándalo.
En total, el funcionario porteño y el juez de Comodoro Py aparecen con 56 intercambios en la nueva filtración y muestran un trato muy familiar. De hecho, lejos de la formalidad, el juez llama “Tano” al ministro y hasta coordinan juntarse a comer en un club.
Los chats atribuidos a D’Alessandro y el juez Ramos datan de entre febrero de 2021 y mayo de 2022. Además del trato de amistad, en los supuestos mensajes el ministro le hace favores al juez sobre el destino de un cuerpo en una morgue y le consigue un auto.
En su rol de operador judicial, hay mensajes de D’Alessandro al juez Ramos solo para saber cómo se encuentra y le asegura que si necesita algo solo tiene que chiflar. Cuando D’Alessandro asume el cargo como ministro de Justicia y Seguridad porteño, en julio de 2021, el juez Ramos lo felicita.
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El jefe de gabinete de la Nación, Agustín Rossi, en diálogo con La Fórmula, en El Destape, afirmó el jueves que “está claro que Ramos tiene una relación de amistad manifiesta con D’ Alessandro y lo que hizo fue cerrar la causa que vinculaba al ministro porteño con Silvio Robles”. Señaló que “alguien tiene que pedir que se anule esa resolución del juez”. El magistrado tendría que haberse excusado de intervenir por lo que podría ser denunciado en sede penal.
Rossi también consideró que “cualquier diputado después de que un juez le haya tomado el pelo en la cámara le va a pedir el juicio político”. Justamente, esto se estaba analizando en el bloque del Frente de Todos.
Por último, el jefe de ministros dijo que debe analizarse si el falso testimonio que el juez vertió en la Cámara de Diputados y en la comisión de Juicio Político tiene la misma validez procesal, la misma validez jurídica, de un falso testimonio dado en sede judicial.
En esta misma línea se expresó el diputado Hugo Yasky, en diálogo con Ari Lijalad en El Destape Radio: “Si los chats son reales hubo falso testimonio por parte del juez Sebastián Ramos en la comisión", dijo el legislador que integra la comisión de Juicio Político. Por eso, también se estaba analizando en el oficialismo avanzar con una denuncia penal.
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Ramos y las causas de D’Alessandro
Ramos definió el archivo de la causa de los chats de D’Alessandro y Robles el 17 de enero, en plena feria, cuando subrogaba el juzgado de María Eugenia Capuchetti. Según declaró en la comisión de Juicio Político este jueves había asumido esa subrogancia el día previo.
Tal como publicó El Destape, para poder cerrar el caso fueron clave dos actores: el fiscal procesado por espionaje ilegal Carlos Stornelli y el abogado Gastón Marano, quien defiende al “copito” Gabriel Carrizo en el caso del atentado contra Cristina Kirchner. La trama, que contó con duplicación de causas e insinuó una coordinación entre los distintos protagonistas, incluyó corrimientos de jueces y fiscales y mostró cómo aún en plena feria los tribunales federales de Retiro activaron sus engranajes para blindar a Juntos por el Cambio y sus socios. Por su rol en este caso, Stornelli será citado próximamente como testigo en la comisión de Juicio Político para declarar en el proceso contra los cuatro jueces de la Corte.
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Si los mensajes difundidos son ciertos se entiende el apuro que tuvo Ramos en cerrar este caso en plena feria y apenas a un día de haber asumido la subrogancia en el juzgado de una colega.
La de los chats con Robles no es la única causa que involucra a D’Alessandro y posee Ramos. La Cámara Federal porteña ordenó días atrás que el caso del vuelo del Lawfare a Lago Escondido, que se sustanciaba en la justicia federal de Bariloche, pase al despacho de Ramos en Comodoro Py. En el juzgado de Ramos había radicada una denuncia hecha por uno de los viajantes, que se victimizó, y funcionó como "polo de atracción" del expediente que se encontraba en la justicia de Río Negro.
En el caso del viaje a Lago Escondido están imputados D'Alessandro, los jueces Julián Ercolini, Pablo Yadarola, Pablo Cayssials y Carlos Mahiques, el fiscal general porteño Juan Bautista Mahiques, el ex SIDE Leonardo Bergroth y el publicista Tomás Reinke, además de quienes habrían sustanciado la invitación: Jorge Rendo, presidente del Grupo Clarín, y Pablo Casey, director de Jurídicos de Telecom (Grupo Clarín) y sobrino de Héctor Magnetto. Si los chats son ciertos, en esta pesquisa también debió haberse excusado Ramos.