El gobierno de Santa Fe, a cargo de Omar Perotti, define como "una decisión correcta" la medida de Alberto Fernández de intervenir la cerealera Vicentin para el resguardo de los intereses de la empresa, de los trabajadores y de los productores. La administración de la firma bajo un esquema mixto es la opción que más convence a la Casa Gris. Mediación clave del rafaelino entre el Presidente y el CEO de la empresa.
Sabiendo que la salud del gigante agroexportador no es menor por su importancia regional, Perotti está preocupado porque se llegue a la mejor solución posible. Fuentes de la Casa Gris marcaron a El Destape que "no quedaba margen" frente a la crisis económica que atravesaba la empresa por la irresponsabilidad de sus dueños y que "el 90% de los productores está saltando en una pata" con la intervención ya que "esta alternativa es mejor que el desguace".
Asimismo, aseguraron que es clave recuperar una empresa testigo en el mercado de granos y de cambios con capacidad de crédito para más los 2.600 productores que operan sus granos a través de ella. Es la quinta mayor agroexportadora dentro del oligopolio que maneja las transacciones de granos en Argentina. El periodista Cristian Carrillo detalló en una nota de El Destape que la firma factura un volumen de embarques de 4000 millones de dólares y detenta el 10,5 por ciento del mercado exportador de cereales y oleaginosos, el cual el año pasado movilizó oficialmente 22.750 millones de dólares. "Si se seguía así podían ir a la quiebra, y si ellos quiebran, quiebra medio Santa Fe", apuntan cerca de Perotti. Es decir, afectaría severamente al entramado productivo e implicaría el desguace de la compañía y su posterior extranjerización.
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La confirmación del ministro de Agricultura, Luis Basterra, de que "la intervención sigue su curso" lleva al debate sobre el esquema que se definirá para administrar la empresa. Entre los distintos sectores que integran la alianza oficialista gana peso la herramienta de la asociación mixta entre el sector privado y estatal que involucre a productores y cooperativistas.
La medida llega frente a la imposibilidad desde la provincia de dar una respuesta frente a esta crisis y responde a un pedido de protección a los pequeños y medianos productores y cooperativas. "El rescate era absolutamente necesario porque empresas como Vicentin no pueden funcionar en convocatoria. En la época de cosecha iban a pagar un mal precio y eso iba a generar falta de confianza. Ahora que aparezca YPF da una garantía", marcaron.
Desde la gestión santafesina también se definieron como "decisión estratégica" decidir que YPF, a través de la línea de negocios YPF-Agro, controle la empresa agroalimentaria más grande "porque desde la siembra a la exportación tenés un jugador de peso" que buscará crecer en el negocio de los biocombustibles.
Cortocircuito
Luego de 12 años de gobiernos socialistas, Perotti le permitió al PJ de Santa Fe volver a tener diálogo con el sector ruralista, luego del conflicto con el campo que derivó en un éxodo del reutemismo al "peronismo federal" que terminaría dándole territorialidad al PRO. El rafaelino resultó un candidato justicialista más potable para este electorado. La elección de Daniel Costamagna como ministro de Producción, ingeniero agrónomo que viene del corazón de ese universo y amigo personal del gobernador, iba en ese sentido: reconstruir una relación tras aquellos contrapuntos de antaño.
Costamagna venía trabajando de cerca sobre el problema de Vicentin, con el aval de los productores, pero la opción de la estatización no le gustaba. Por eso, el anuncio de Fernández lo sintió como una intromisión a sus gestiones. Le comunicó su malestar a los diputados de la comisión de seguimiento del caso Vicentin. Si bien oficialmente no lo confirman, en off distintas fuentes cuentan que Costamagna habría puesto su renuncia a disposición de Perotti, que no se la aceptó y le pidió que siga. Finalmente, habrían llegado a un entendimiento.
En su entorno atribuyen el episodio a una cuestión más temperamental, de un dirigente que rehúye al roce político mediático y fue convocado como cuadro técnico. "Es un gringo de campo, se puede haber enojado personalmente. No le gustan las operaciones", dijeron a este portal. Desde el gobierno provincial dieron el tema por cerrado.
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Mediación
Luego de este episodio, y tras un par de días de silencio en el que se sucedieron protestas en la localidad de Avellaneda -en gran parte avivadas por dirigentes opositores y la misma empresa- Perotti decidió modificar el libreto. Si bien su apoyo al proceso está firme (aunque habla de intervención y no menciona expropiación), cobró un rol más activo para juntar a los actores involucradas, y la reunión de Alberto Fernández al CEO de Vicentin, Gustavo Nardelli, tuvo mucho que ver con su mediación.
"Las partes ya estaban cerca, pero sí fue un nexo", dijo una fuente que camina los pasillos de la Gobernación. Fue Nardelli el que pidió la reunión en una conversación telefónica, que el presidente aceptó con condiciones tras conversar con el gobernador de Santa Fe. "A la provincia no le interesa tener protagonismo en esto, sino aportar a una solución", señaló el informante. El rafaelino siempre fue un equilibrista. Y otra vez, en este episodio, hace gala de su manejo de los contrapesos para transformarse en un mediador, y que no lo salpiquen las esquirlas.