El exdirector de Contrainteligencia de la AFI macrista, Martín Coste, amplió su declaración indagatoria en la causa por espionaje ilegal que tramita en Lomas de Zamora y comprometió a los jefes de la agencia durante el gobierno de Cambiemos, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Su testimonio derriba la coartada del exseñor 5 y la exseñora 8 y revela cómo actuaron las máximas autoridades del organismo de inteligencia para darle cobertura “legal” a las ilegalidades que habían cometido en torno a Cristina Fernández de Kirchner. También describió el vínculo de Majdalani con Alan Ruiz e involucró al expresidente Mauricio Macri en el caso.
Coste expuso el viernes pasado en sede judicial todas las irregularidades que rodearon el espionaje a Cristina y relató las presiones que sufrió por parte de Majdalani –incluso dijo que presentó la renuncia y fue amenazado-. Se refirió al rol clave de la dirección de Jurídicos, que estaba a cargo de Juan Sebastián “Enano” De Stefano, un hombre de Daniel “Tano” Angelici. Contó que hizo “contrainteligencia institucional” y guardó pruebas para poder denunciar ante la nueva gestión todas las ilegalidades que se cometieron.
Casi al final de su exposición, habló de la relación de Arribas con el expresidente y dijo que es difícil de creer que este último no estuviera al tanto de las operaciones contra CFK.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Los autos en el Patria
El viernes pasado, Coste se presentó en los tribunales de Lomas de Zamora para ampliar su indagatoria en el marco del caso donde se investigan tareas de inteligencia ilegal contra Cristina Fernández de Kirchner y su posterior cobertura “legal”.
El exdirector de Contrainteligencia del macrismo entre 2018 y el cambio de gestión está imputado en el expediente porque estuvo al tanto de las maniobras ilegales y no las denunció. Incluso firmó documentos comprometedores.
Uno de los pasajes centrales de la indagatoria fue cuando se refirió al accionar del organismo de inteligencia luego de que agentes de la AFI fueran descubiertos haciendo tareas de inteligencia ilegal en la puerta del Instituto Patria.
Coste narró que se tomó vacaciones y se reincorporó a la agencia el 6 de agosto de 2018, un día antes de que se hiciese público el espionaje a CFK. Al día siguiente, estaba en su oficina y “entra otro director de la Dirección Operacional de Terrorismo y me realiza una consulta de si los autos que estaban saliendo en la televisión, eran de contrainteligencia”. Eran los vehículos de la AFI descubiertos en la puerta del Patria.
MÁS INFO
De acuerdo a su relato, llamó a Juan Hernández que “estaba a cargo de la Dirección de Contrainteligencia en los papeles, en lo formal, siendo responsable del área operaciones el Sr. Alan Ruiz” y que este directivo le aseguró “que era una tarea que había ordenado Alan Ruiz”. Ruiz es el jefe de los Super Mario Bros, hoy procesado en esta causa, que llegó a la AFI desde el Ministerio de Seguridad por pedido de Majdalani.
“Inmediatamente, llamé por teléfono a la Sra. Sub Directora Silvia Majdalani, le consulté sobre el tema, refiriéndome la nombrada que estaba viendo el tema y que estaba en el marco de una causa judicial”, explicó Coste. “Yo ahí me quedo tranquilo”, añadió. Pero nada de eso era legal.
Luego Coste relató que unos días después se reunió con la señora 8 y que por pedido de ella se tuvo que dirigir a la Dirección de Jurídicos, que era el área encargada de relacionarse con el Poder Judicial. Allí se topó con que De Stefano y otro hombre de Jurídicos, Hernán Martiré, estaban reunidos con Ruiz, intentando ver cómo acomodaban los hechos.
Inmediatamente después de ese episodio se confeccionó el informe que la AFI presentaría en la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia, donde Arribas y Majdalani aseguraron que no se espió a CFK. Hoy se los acusa de mentir en esa ocasión.
Para entonces, Ruiz también le había elevado a Majdalani una nota con su descargo, donde hablaba “de que estaba realizando tareas en el marco de una causa radicada en el Juzgado de Federico Hernán Villena”. “Lo que me llamó la atención -declaró Coste- es que la causa de Villena no la hayan mencionado en el informe que se presentó en la Comisión Bicameral, si dicha causa estaba nombrada en la nota que Ruiz elevó a la subdirectora general”. Algo se había desacoplado en la estrategia de cobertura, en la que se hacía mención a un posible atentado contra CFK.
Coste también mencionó que Ruiz hizo referencia en su nota a “tareas de investigación criminal”, lo que no se condice con lo que “estaban haciendo, porque no había sucedido un hecho a investigar. No había acaecido un hecho que ameritara una investigación, debido a que como las describen, serían tareas de seguridad”. “En caso de que lo que allí se dice fuera cierto, de tener un dato específico de una amenaza contra una expresidenta de la Nación, se debería haber dado inmediata intervención al Ministerio de Seguridad de la Nación”, ya que la AFI “no podría haber tomado medidas de seguridad, puesto que no es una tarea propia del organismo”. “La AFI no realiza tareas preventivas ni represivas de delitos, eso está prohibido por ley”, destacó el exdirectivo de Contrainteligencia.
Esa nota de Ruiz le fue entregada a Coste en la dirección de Jurídicos, que estaba a cargo de un hombre cercano al Tano Angelici. Debía darle “un orden interno porque iba a llegar un oficio del Juez Martínez Di Giorgi que debían contestar”. Martínez Di Giorgi es el juez que investigó en aquel 2018 el espionaje al Patria y terminó sobreseyendo a Arribas y Majdalani en base a los documentos apócrifos de la AFI que ahora se investigan.
“Hay que hacer un informe al Dr. Villena de las tareas realizadas por Alan”, contó que le dijeron. Así, Coste describió que no había ningún registro en la causa del G-20 a cargo de Villena de las tareas en torno a CFK. Todo lo contrario. La AFI debía presentar documentos con urgencia para darle cobertura legal a los actos ilegales que habían cometido en el Instituto Patria.
“Había que fabricar el circuito interno que avalara el informe producido para enviar al Dr. Villena”. Desde la Dirección Administrativa de Asuntos Jurídicos les dirían como hacerlo. “Esto estaba transcurriendo a fines del mes de septiembre de 2018”, indicó Coste. Es decir, un mes después de que estallara el escándalo.
Según Coste, el grupo operativo al mando de Ruiz tenía un objetivo “claramente irregular o distinto a lo que a posteriori se informa en la causa tramitada en el juzgado del Dr. Villena”. ¿Cuál era? “Ver si sacaban bolsos o cajas” del Patria. También dijo que hubo maniobras similares en el “domicilio de la casa de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Que las tareas sobre los mentados objetivos, duraron alrededor de entre 10 a 15 días, con anterioridad al 7 de agosto de 2018”.
Las amenazas
A partir de estos episodios mantuvo “muchas reuniones con Silvia Majdalani”. Dijo que la señora 8 le “profería continuas amenazas sobre lo que iban a hacer con el equipo, conmigo, con mis directores y los más de quince agentes que habían participado en el operativo”.
De acuerdo a Coste, la subdirectora del organismo habló de “despidos, sumarios internos, exoneraciones, problemas legales, etc.” y que él no podía “realizar una denuncia” porque “la estructura de control de la agencia se encontraba en connivencia con la Dirección General como con la SubDirección, Sumarios, Asuntos Internos, Recursos Humanos, Jurídicos, cuyos titulares poseían cargos jerárquicos, políticos partidarios”. Es decir, Arribas y Majdalani habían puesto en cargos estratégicos a familiares, amigos y dirigentes partidarios, que hacían imposible que avanzase una denuncia interna.
Ante este cuadro de situación Coste declaró: “También he puesto mi renuncia al cargo de Director recibiendo como respuesta de la SubDirectora, Silvia Majdalani, la que me refirió que ‘no podía ser tan cagón, que había salido en los diarios hacía 10 días, que habían realizado el cambio de director hace un mes y que no podían luego de haber dicho en la bicameral que las tareas estaban en el marco de una causa judicial, cambiar en ese momento la estrategia’”.
Los informes falsos
En pos de explicar por qué firmó documentos internos que hoy lo comprometen, Coste se intentó justificar y dijo que “en contra de mi voluntad, debí firmar esos documentos para proteger a los agentes”. Señaló que desde el área de Jurídicos “nos dijeron ‘cómo’ y ‘qué’ poner en el informe”.
Coste narró las irregularidades que se desprenden de las constancias que fundamentan el informe que se envió a Villena para darle cobertura al espionaje a CFK. Por ejemplo, tienen una inicialización (en referencia a una pequeña firma que existe en el documento en cada hoja), que “no corresponde a ninguna de las personas que realizaban los informes anteriores”. A su vez, el informe “no posee la firma de quién lo confeccionó”.
La coartada que se creó para espiar a CFK fue que podía sufrir un ataque terrorista pero “se desconoce cuál fue la información” que motivó esa hipótesis “y quién la obtuvo, es decir, qué fundamentó el informe”, añadió.
Las pruebas del delito
El exdirector de Contrainteligencia aseguró que en “los últimos meses del año 2019” hizo “algunas tareas de contrainteligencia institucional”. Incluso dijo que elevó a Arribas un informe con varios cuestionamientos.
“Luego de recibir los documentos y los informes firmados, no procedo a la incorporación de dichos documentos dentro de los canales de documentación en mi dirección, alojando a los mismos en un bibliorato en mi oficina, con la esperanza de que la nueva gestión los encuentre”, explicó Coste.
Y señaló que los biblioratos en donde guardó la documentación fueron “como una herramienta de defensa para poder demostrar todo aquello que estoy relatando”.”Lo hice para informar, en el futuro, el procedimiento que habían realizado para tapar las acciones ilegales”, aseguró.
El vínculo Majdalani-Ruiz
En otro apartado de su indagatoria, dijo que le constaba que Majdalani le daba órdenes a Ruiz. “Por ejemplo con el tema del G20”, indicó. “Majdalani tenía la necesidad de tener información diaria, hablaba todo el día con Alan Ruiz para saber cómo estaba la situación en la calle”. También dijo que le consta que Ruiz “iba a ver” a Majdalani y “que recibía llamadas telefónicas, por lo que me informaba personal de la base”.
“Que quiero dejar en claro que, durante la gestión de Arribas y Majdalani, no era anormal tener personal que no respetaba de ninguna manera la cadena de mando, por eso encontrabas un agente como Alan Ruiz que hablaba directamente con la SubDirectora”, afirmó, y puso en cuestión la defensa de la señora 8 y de Ruiz, quien se desdijo en su ampliación de indagatoria respecto al vínculo con “La Turca” que había acreditado en su primer testimonio.
Arribas conocía lo que sucedía
Coste también puso en aprietos a Arribas. El escribano aseguró al ser indagado en esta causa que se anotició de las tareas en el Patria por la televisión y llamó a Majdalani para informarse de lo que estaba pasando: “¿Por qué el exdirector general llamo únicamente a la subdirección general?”. “¿Por qué no llamó a la dirección administrativa de asuntos jurídicos que depende de él, para verificar si existe una causa criminal en la que estuviera mencionada la expresidenta?”, se preguntó. Era el canal lógico. “Cabe pensar que es porque sabía que no había ningún elemento en dicha dirección administrativa acerca de la presunta amenaza” que sirvió de excusa para el espionaje, respondió.
A su vez, dijo que el entonces señor 5 conocía las órdenes que Majdalani le daba a Ruiz “porque la Dirección Administrativa de Asuntos Jurídicos dependía directamente de Arribas y fue dicha dirección la que armó todas las notas de contenido falso que antes mencioné”.
¿Y Macri?
Al cierre de su indagatoria, Coste contó que en algunos encuentros con Majdalani ella le hizo referencia a que Arribas “estaba yendo a ver al Presidente (por aquel entonces)”. Y agregó respecto a Macri: “Que las tareas en el Instituto Patria provenían por orden ya sea de Gustavo Arribas, Silvia Majdalani o directamente del expresidente de la Nación, ya que es inaudito que un agente de operaciones realice una tarea semejante por sí solo, sin conocimiento de las máximas autoridades de la institución”.