La causa donde se investiga el espionaje ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista vía el robo de mails a dirigentes políticos, sindicales y policías avanza en la Justicia. En ese orden, acusados y víctimas se siguen presentando como parte. Una de las últimas novedades es que la exsubdirectora de la AFI, Silvia Majdalani, y su exjefe de gabinete en el organismo, Darío Biorci, que es su cuñado, designaron abogados defensores. Los dos imputados estarán representados por los mismos letrados, Mariano Di Meglio y Dante Asseph.
Majdalani y Biorci, que figuran entre los principales acusados en el caso junto al exdirector de la AFI, Gustavo Arribas, y otros dos espías, se pusieron a disposición de la Justicia. También requirieron que si se realiza algún peritaje su voluntad es poner un perito de parte y si se realizan testimoniales sus “letrados defensores querrán presenciarlas”. No sorprende que compartan letrados.
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Biorci, acaso el menos conocido de los directivos de la AFI, es un hombre clave en esta historia. Está casado con una hermana de Majdalani y estuvo a cargo de la jefatura de gabinete de la AFI, desde donde tuvo mucho poder. Y lo ejerció. Su nombre ya había surgido en el D’Alessiogate, como nexo entre la agencia y la organización de Marcelo D’Alessio (también se había mencionado a Pablo Pinamonti). ¿Por qué aparece Biorci en este caso? Porque el agente que usaba la computadora donde se encontró el listado de los más 80 mails dependía de él.
Por su parte, el ex señor 5 de la AFI, el “Negro” Arribas, ya se había presentado en el expediente con el patrocino de Alejandro Perez Chada, el histórico abogado del expresidente Mauricio Macri. Macri y Arribas son amigos desde la adolescencia. “Es el más acostumbrado a las trampas” se sinceró el exjefe de Estado cuando le preguntaron la razón por la que lo eligió para manejar la exSIDE.
En lo que hace a las querellas, ya se presentaron desde Nuevo Encuentro, el periodista Gerardo Aranguren y la ministra Elizabeth Gómez Alcorta. En los próximos días se sumarán otras víctimas como querellantes, según indicaron a este medio.
El caso
La Justicia abrió una investigación para determinar los alcances de la pinchadura de mails a más de 80 dirigentes políticos, sindicalistas, periodistas, intelectuales y policías que se realizó de forma ilegal desde la AFI macrista. El caso está a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal federal Jorge Di Lello, que impulsaron una serie de medidas de prueba para precisar las responsabilidades de los imputados. La denunciante fue la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, quien señaló a Macri, Arribas, Majdalani y Biorci como responsables de este espionaje ilegal. Por eso en su presentación solicitó a la Justicia que los cite a prestar declaración indagatoria.
La denuncia fue por “producción de inteligencia ilegal”. Al menos hay registro de estas maniobras desde el 2 de junio de 2016.
Tal como publicó el periodista Raúl Kollmann en el diario Página12 este jueves, algunos de los encabezamientos de los mails que se encontraron fueron los siguientes:
-"Informe de Tomada a CFK, versión final".
- "Políticos del Frente para la Victoria/Carlos López, ex secretario de CFK, contactos de Hijos en Misiones".
-"Políticos/UCR/Sanz Ernesto Te dije que Sarlo admiraba a Néstor Kirchner".
-"Políticos/radicales/Negri Mario Raúl-documento Jesús Rodríguez".
La información que se volcó en la denuncia fue recuperada de un disco rígido marca Western Digital que había en la AFI, que había sido borrado. ¿Cómo se accedió a ella? “En el marco de la intervención decretada por el PEN, se procedió al análisis de rutina de distintos soportes tecnológicos utilizados en áreas sensibles de esta agencia”, se explicó desde la agencia, y fue entonces que “se procedió a analizar el contenido de un disco rígido marca Western Digital”. La sorpresa fue grande cuando “se encontraron rastros digitales que dan cuenta de la conexión de dispositivos externos a este disco en los que se almacenaba información de inteligencia sobre personas vinculadas a la actividad política de nuestro país, periodistas, dirigentes, fuerzas policiales, entre otros”.
Tal como surge del análisis del material, “se procedió al borrado de la información que el mismo contenía, pero ello no de manera segura, por lo que fue posible reestablecerla -con algunas falencias del sistema-, a fin de acreditar los extremos esbozados en la presente denuncia”.
A través de los datos recuperados se logró “detectar el registro de conexión de dispositivos extraíbles (pen drives) en los cuales se había realizado un proceso sistémico de colección de información correspondiente a correos electrónicos privados”.
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