Los detalles de la detención del espía Alan Ruiz, presunto jefe de la banda

Las pruebas en el expediente que señalan a Ruiz y sus vínculos con Silvia Majdalani, la segunda al mando de la AFI macrista.

22 de junio, 2020 | 20.55

Alan Ruiz, a quien varios espías contrato cumplido señalan como el coordinador de la banda dedicada al espionaje ilegal de dirigentes políticos, fue detenido el sábado. El pedido lo hizo la fiscala Cecilia Incardona y lo ejecutó el juez Juan Pablo Augé, en el marco de una de las dos causas judiciales por espionaje ilegal que tramitan en los tribunales de Lomas de Zamora. En este caso, por los seguimientos en el Instituto Patria y en el domicilio de CFK. En el escrito donde se pidió su detención, al que accedió El Destape, hay mucha información acerca de los tejes y manejes de Ruiz apoyada en varios testimonios de espías con identidad reservada.

El relato que repiten varios de los espías y por el que se fundó la detención de Ruiz es que éste era quien les ordenaba de manera verbal la tareas de inteligencia en el Instituto Patria y en el domicilio de CFK, en Juncal y Uruguay. Los espías, con identidad reservada, relataron que las tareas se hacían en dos autos, que por la noche quedaban los autos con cámaras para tomar registro, que la orden era observar si salían bolsos de esos lugares, que los informes diarios se los enviaban a Ruiz, que le dijeron varias veces que consideraban que esas tareas eran ilegales y que Ruiz les retrucaba que eran órdenes de Silvia Majdalani, la señora 8 como se conoce a la subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Estas tareas fueron ordenadas verbalmente por Alan Ruiz, responsable del área de operaciones, dentro de la cual también estaba vigilancia y seguimiento” asegura el escrito de a fiscala Incadrona al que accedió El Destape. El documento recalca que Ruiz daba los domicilios a espiar sin indicar qué eran y que cuando uno de los espías se dio cuenta y le dijo que era ilegal Ruiz le contestó que “era una orden directa de ‘la 8’”, es decir, de Majdalani. Esto no exculpa a los agentes, sino todo lo contrario, ya que todos deben conocer las prohibiciones que establece la Ley de Inteligencia, entre ellas, que no se puede espiar por motivos políticos.

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Varios espías que declararon en la causa bajo identidad reservada coincidieron en que Ruiz reportaba a Majdalani sin respetar la cadena de mando. Según sus relatos, iban en pares en los vehículos y tenían que informar los movimientos y si se sacaban documentos, bolsos o mochilas, un informe diario que le entregaban a Ruiz. ¿Querrían fotos de bolsos para continuar con la teoría del PBI robado o seguir la saga del literato chofer Oscar Centeno? Hubo 12 personas involucradas en el espionaje al Instituto Patria y al departamento de CFK. Según algunos de los relatos, cuando los descubrieron levantaron todo, se armó “un revuelo interno” en la AFI y a Ruiz lo pasaron a Operaciones Especiales. Hasta entonces oficiaba de Director de Operaciones pero, según contaron los espías, no figuraba en el organigrama.

Vale recordar que Ruiz ingresó a la Policía Metropolitana en 2009 por una resolución del entonces ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro, que pidió su baja voluntaria el 10 de diciembre de 2015, que entre 2016 y 2018 reportó en el ministerio de Seguridad que comandaba Patricia “Pum Pum” Bullrich y que a mediados de 2018 desembarca en la AFI en reemplazo de Diego Dalmau Pereyra quien parece cometía tropelías pero no tantas y se negaba a ejecutar las tareas que Ruiz comandó con diligencia y, todo indica, la torpeza que deviene de la autopercepción de impunidad.

Las tareas de inteligencia en el Instituto Patria y en el domicilio de CFK fueron entre julio y agosto de 2018 y consistían, según el dictamen de la fiscal Incardona, tanto en espías dentro de un auto apostado en la puerta como de “lo que en la jerga se denomina ‘autos de técnica’, que consiste en estacionar un vehículo en cercanía de los domicilios con una cámara en su interior para filmarlos sin la presencia de agentes sobre los rodados”. Los autos que se utilizaban eran un Volskwagen Voyage gris con vidrios polarizados y un Renault Megane. Hay filmaciones que demuestran que iban a Rodríguez Peña 80, sede del Instituto Patria, y espías de la AFI con identidad reservada que reconstruyeron el espionaje al domicilio de CFK en Juncal y Uruguay.

Uno de los espías con identidad reservada relató que Ruiz cumplía el rol de Director de Operaciones pero no figuraba en el organigrama y que tenía un grupo de “Externos”, personas que no pertenecían a la AFI pero que hacía tareas para él. Que tenían un lugar al que llamaban la “Cueva” donde llevaban objetos y equipamiento.

Además de la detención, la fiscala Incardona pidió los allanamientos de dos domicilios de Ruiz en Merlo y se pidió “expresamente” la “requisa de todos los vehículos y de las personas” que se encontraran ahí y el secuestro de “teléfonos celulares, computadoras, pen drives, documentos, y otros elementos utilizados para realizar actividades de inteligencia ilegal”.

Para la fiscala Incardona esta claro que Ruiz formaba parte de un grupo de “agentes coordinados” dedicados a realizar espionaje ilegal al Instituto Patria y a CFK. En el pedido de detención se detalla que “al ser descubiertos, intentaron darle apariencia de legalidad” y dijeron que eran “tareas de investigación” en una causa que investigaba el juez Federico Villena y que gracias a eso eludieron otra causa penal donde se investigaba el caso.

En un audio donde varios espías de identidad reservada reconocieron la voz de Ruiz, éste revela que armaban las causas judiciales para cubrirse y sobre el espionaje al Instituto Patria dice: “Claro, la metimos así en una causa, (el juez Federico) Villena nos armó todo un coso, hizo una entrada anterior, nos pidió muchas tareas y metimos varias tareas juntas y se metió entre todas y a la mierda y ahí salió el sobreseimiento al toque, que por eso digo ahí...”. Villena se excusó de intervenir en esta causa pero sigue al frente de una más amplia, donde se investiga el espionaje ilegal tanto a CFK como a Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Nicolás Massot, los Moyano, monseñor Alberto Lugones e incluso la hermana de Macri, entre otros, donde los nombres de los espías, incluido el de Ruiz, se repiten. Quedará por verse si las causas por espionaje ilegal que tramitan en Lomas de Zamora se unifican y, en ese caso, Villena no podría seguir al frente de la investigación.

En el dictamen de la fiscala Incardona se mencionan 3 documentos que pueden confirmar esa supuesta cobertura que les daba Villena a Ruiz y sus subalternos. En el expediente se menciona el informe interno de la AFI de agosto del 2018, el número 8526, que Ruiz firmó con su seudónimo, Augusto Rovero. Se lo envió a Majdalani y le dijo que el espionaje al Instituto Patria fue dispuesto por el juez Villena en el marco de una causa vincualda a la organización del G-20 y los Juegos Olímpicos de la Juventud “y que se realizaron porque distintos elementos reunidos ‘daban cuenta de probables acciones de grupos anti-sistémicos orientados en perjuicio de la ex Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner’”. Los espías que dieron testimonio en esta causa indicaron que eso no sucedió, que no había vinculación a esos hechos. Este documento lo firma Ruiz. El informe N 8526 fue enviado por la AFI al juez Marcelo Martínez de Giorgi, y alli se afirma que “las tareas realizadas en el Instituto Patria fueron ordenadas en el marco de la causa radicada en Lomas de Zamora FLP 82441/2017”.

Hay otro documento vinculado a esta situación. En el pedido de detención de Ruiz se lo cita y dice que el propio juzgado de Villena reconoció que le había dado intervención a la AFI en el marco de la causa 82.441 del 2017 caratulada “nn s/ averiguación de delito”. El tercer documento lo pidió la fiscala Incardona a la Bicameral de Inteligencia. Es una nota que enviaron Gustavo Arribas y Majdalani donde dicen que ellos no ordenaron el espionaje al Instituto Patria ni a CFK pero reconocen que el auto desde el cual se espiaba pertenecía a la AFI y que “se encontraba afectado al ejercicio de tareas de investigación criminal dispuestas por autoridades judiciales en el marco de una causa sometida a su competencia”.

La actual interventora de la AFI, Cristina Caamaño, indicó en el expediente que las tareas de inteligencia sobre el Instituto Patria y CFK las ordenó Ruiz, que dependía administrativamente del área de Contrainteligencia a cargo de Martín Miguel Coste pero que reportaba directamente a Majdalani. También que tenía una participación Darío Alberto Biorci, otro de los involucrados en otra causa de espionaje ilegal denunciada por Caamaño. La propia interventora de la AFI informó que los que seguían las órdenes de Ruiz eran Emiliano Mata, Javier Bustos, Ricardo Irala, María Mercedes Funes Silva. Mata faltó a su cita en la Bicameral de Inteligencia, Funes Silva fue y contó de todo y falta que comparezcan Bustos e Irala.