La presidenta del PRO y exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quiso desligar al gobierno de Cambiemos del escándalo de las escuchas ilegales pero no mostró ningún argumento y quedó en offside. Con preguntas retóricas o simplemente intentando bajarle el precio a la denuncia, se limitó a decir que la gestión macrista no hace "esas cosas", en referencia a intervenciones de casillas de correo electrónico, seguimientos personalizados o teléfonos pinchados en las cárceles.
La intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), comandada por Cristina Caamaño, denunció la vigilancia de más de ochenta casillas de correos electrónicos y el seguimiento personalizado a diversas figuras, amigas y opositoras a Cambiemos. Con el correr de los días, se encontró también un fichero con información sobre 403 periodistas e incluso un exespía denunció que la exSIDE armó un atentado en su contra. El descontrol durante el macrismo fue total.
Sin embargo, Bullrich definió no hacerse cargo. Como principal referente del Partido de Mauricio Macri, el PRO, no esgrimió ningún argumento y se limitó a querer descalificar la fuerte acusación.
"Lo de las escuchas es como una típica causa verdurita. No le doy importancia, que siga la Justicia. Nosotros creemos en la ley y no hacemos esas cosas", dijo la exministra en radio Metro.
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Con un discurso basado en eslogans, agregó: "Que digan lo que digan, que ya se va a ver lo que dirá la Justicia, que va a agarrar todos los papeles y los va a romper" y preguntó de forma retórica: "¿Usted se cree que alguien lo va a seguir a Horacio Rodríguez Larreta?". Es que dentro de los espiados aparece el jefe de Gobierno porteño, su vicejefe, Diego Santilli, y figuras de peso parlamentario como Nicolás Massot y Emilio Monzó, presidente de bloque del PRO en Diputados y titular de la Cámara Baja respectivamente. Todos oficialistas.
Sobre el funcionamiento de las escuchas, Bullrich aseguró que "no las pasa" el Gobierno sino que "pasan por muchas manos. Siempre estuve en contra de que se pasen y ahora también se están pasando escuchas, entonces las de ahora quién las pasa, Camaño? O ahora las pasa la Justicia y antes eran de la AFI?".
Esta semana, Bullrich admitió que el Gobierno de Mauricio Macri espió a través de la AFI a 403 periodistas y lo justificó en la necesidad de saber quién era cada uno por la reunión del G20, los Juegos Olímpicos de la Juventud y las acreditaciones a Casa Rosada y enfatizó que el espionaje fue a mucha más gente".
Para colmo, se adelantó a todos al destacar que "van a salir 15 mil personas en cualquier momento" y que las fichas eran parte de "los protocolos necesarios que además está en la Ley Nacional de Inteligencia".