“Solicito su intervención para permitir la acreditación de la señora Kirsi Chavda de la ONG finlandesa Siemenpuu, y de esta manera hacer posible su participación en la citada Conferencia Ministerial”. Quien hace la solicitud es el canciller del gobierno macrista, Jorge Faurie. ¿El destinatario del requerimiento? El director general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. El escrito, hallado dentro de un sobre en una caja fuerte de la exSIDE, revela que el organismo de inteligencia era el que habilitaba las presencias de la 11° Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El gobierno de Mauricio Macri había impedido el ingreso al país de 60 activistas que iban a participar de ese encuentro que se realizó entre el 10 al 13 de diciembre de 2017 en Buenos Aires. Si se contextualiza con las novedades de este viernes, la carta de Faurie no debiera sorprender: la AFI realizó espionaje ilegal sobre muchos de los participantes de ese evento tal como se desprende del material que se encontró en la agencia.
La carta del canciller a Arribas comienza de la siguiente manera: “Me dirijo a usted en relación a la realización de la Undécima Conferencia Ministerial de la OMC”. “En dicho, contexto”, escribió Faurie el 7 de diciembre de 2017, “solicito su intervención para permitir la acreditación de la señora Kirsi Chavda”. El entonces ministro le explicó al titular de la AFI que la motivación de su pedido era una solicitud que le hiciera “el Canciller de Finlandia, quien ha garantizado el buen comportamiento de la Sra.Chavda de acuerdo a los usos y costumbres locales”. “La embajada de Finlandia en nuestro país ha remitido asimismo a esta Cancillería una Nota Verbal expresando que la Sra. Chavda y la ONG Siemenpuu nunca han participado de manifestación ilegal alguna”, agregó quien era titular de la cartera de Relaciones Exteriores.
Según las crónicas de esos días, Chavda era una de las personas retenidas en Migraciones pero que finalmente logró ingresar a la Argentina por la intermediación de su embajada. Y, ahora se sabe, por el pedido de Faurie a Arribas.
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El pedido por Chavda no fue el único que realizó Faurie, lo que evidencia el poder que tenía el escribano e íntimo amigo de Macri a cargo de la inteligencia nacional. “Con idéntico pedido y compromiso se ha comunicado conmigo el Sr. Canciller del Reino de los Países Bajos solicitando se revea la negativa a participar de la referida Conferencia Ministerial a los integrantes de la filial holandesa de la ONG Transnational Institute, TNI”, escribió el canciller en el mismo escrito que había dirigido a Arribas. Y cerró su misiva: “Por lo antes expuesto, ruego su colaboración para solucionar esta situación a la mayor brevedad posible”. Es que el cerrojo que había implementado la AFI estaba provocándole muchos problemas al ministro de Relaciones Exteriores.
En aquellos días, la Comisaria de Comercio europeo, la sueca Cecilia Malmström, envió una carta a Faurie en la que expresó su preocupación por el tema: “No veo cómo los representantes de ONG con sede en Europa que han visto su acreditación rechazada plantearían cualquier amenaza de seguridad. Es muy lamentable que las autoridades argentinas no hayan proporcionado claridad en cuanto a los motivos de seguridad específicos detrás de estas decisiones”. No había “claridad” porque los motivos en la mayoría de los casos eran ilegales tal como se desprende de los documentos hallados por la interventora de la AFI en una caja fuerte del organismo.
Como publicó El Destape, en la AFI se encontraron 28 fichas de personas vinculadas al mundo académico y otras 59 adicionales, producidas con motivo de la mentada Conferencia Ministerial de la OMC. Todas con la correspondiente fotografía y que detallan información privada de las personas, como datos bancarios, vínculos familiares, propiedades y automóviles, participación en sociedades y hasta salario de empleadas domésticas.
La documentación encontrada incluye un informe de inteligencia sobre organizaciones sociales y políticas que planteaban objeciones a los eventos, como el Transnational Institute –mencionado por Faurie en su carta a Arribas- y el Instituto del Mundo del Trabajo “Julio Godio”. También se encontró otro con información obtenida de “fuentes propias” sobre una reunión política convocada contra estos eventos. Además de 403 fichas de periodistas que habían solicitado su acreditación para la Cumbre del G-20 que se realizó en la Argentina en 2018. Esas fichas contenían información producida mediante tareas de inteligencia ilegal como la orientación política de quienes requerían participar del evento internacional.
El hallazgo en la AFI derivó en que Caamaño presentase este viernes en la Justicia una denuncia por “producción de inteligencia ilegal” en perjuicio de alrededor de 500 personas, entre los que figuran periodistas, referentes de organizaciones sociales y políticas, académicos, empresarios e integrantes de diversos organismos de la sociedad civil. En ese marco, la interventora del organismo requirió la citación a declaración indagatoria de Arribas, su segunda, Silvia Majdalani, los agentes involucrados en la maniobra y la del ex presidente Mauricio Macri, “en su calidad de responsable de fijar los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de Inteligencia Nacional”.