El secretario privado de Mauricio Macri, Darío Nieto, optó por romper el silencio en las redes sociales horas después de que los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide pidieran su declaración indagatoria por la megacausa de espionaje ilegal. El hombre señalado por recibir informes de inteligencia fuera de la ley apuntó contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Alberto Fernández y reiteró el libreto PRO al asegurar que el kirchnerismo busca perseguir al macrismo y lograr la impunidad de los funcionarios propios.
Con un hilo de Twitter, Nieto dijo estar a disposición de la Justicia, "como siempre", obviando mencionar que cuando lo allanaron se encerró en su auto con el celular para borrar contenido clave que después fue recuperado. "Daré las explicaciones que sean necesarias para demostrar que las acusaciones contra mi persona son absolutamente falsas e inventadas", sostuvo.
Intentando encontrar una justificación para contrarrestar los indicios en su contra, lanzó una teoría conspiranóica porque le resultó "llamativo que mi indagatoria se pida, sin pruebas e intentando vincularme a hechos de los que soy completamente ajeno, justo el día después de la marcha en la que miles de argentinos se manifestaron en contra de la reforma judicial".
Para Nieto, como lo repite desde que su nombre apareció en el entramado ilegal, el Gobierno tiene dos objetivos judiciales importantes: "Uno es presionar sobre algunos jueces y fiscales para mejorar la situación procesal de sus principales acusados de corrupción, tanto funcionarios como empresarios. El otro es impulsar, en la justicia y en la opinión pública, una campaña de denuncias sobre el gobierno de Cambiemos". Un argumento bastante similar a la realidad vivida durante la gestión macrista.
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Bajo la consigna "no somos lo mismo", el secretario de Macri aseguró que la investigación judicial "es un ensañamiento político para hacernos parecer a todos lo mismo y garantizar la impunidad de los funcionarios K".
El martes, los fiscales le solicitaron el pedido de indagatoria al juez Juan Pablo Augé. Alcanza al ex número uno de la AFI PRO, Gustavo Arribas, y a su segunda, Silvia Majdalani, además de Nieto y el resto de los espías involucrados.
En particular, a Nieto se lo citó por ser el jefe de Susana Martinengo, la exfuncionaria de Cambiemos que se reunió en varias ocasiones con el grupo de espías denominado Super Mario Bross. Los fiscales sostuvieron que "recibió de la nombrada al menos los informes vinculados a la comunidad Mapuche y a las manifestaciones vinculadas con el proyecto de ley de movilidad jubilatoria convirtiéndose así en un canal subsidiario de la transmisión de la información producida en violación de la ley de inteligencia por los imputados (Jorge) Saez y (Leandro) Araque principalmente", dos de los espías que estaban bajo las órdenes de Alan Ruiz.