El fiscal Federico Delgado hace una profunda crítica al poder judicial que integra y describe a jueces que operan a través de los medios, a funcionarios judiciales que arman causas con la venia del periodismo y a empresarios que presionan con el poder. En una entrevista con El Destape cuenta cómo vivió en carne propia una causa armada durante el gobierno de Mauricio Macri y afirma que los jueces deberían tener un único vocero que se dirija a todos los medios por igual.
"Los juicios laborales son demasiado largos, un simple conflicto comercial se transforma en eterno, un reajuste jubilatorio muchas veces queda sin decisión porque quien reclama muere antes de ver solucionado su problema", dispara Delgado en su último libro República de Impunidad de Editorial Ariel.
-Usted plantea que en 2016,2017 y 2018 hubo proliferaciòn de causas armadas, ¿El gobierno de Cambiemos tuvo una alta intervención en la Justicia?
-Rastreo cuáles son los orígenes que tienen que ver con los espontáneos judiciales. Hace muchos años, la policía entre comillas `entrevistaba` a los detenidos y después escribía una fórmula trági-cómica que decía que el detenido para ´sincerarse con su conciencia el prevenido espontáneamente dijo`. En ese momento entonces el preso bajo tortura decía lo que los oficiales querían. Eso tiene un vínculo con el terrorismo de Estado que fue cambiando con el tiempo, pero el armado de causas sigue existiendo. Cambian los modos, pero la sustancia de crear expedientes judiciales para usarlos políticamente sigue existiendo. De hecho, yo mismo sufrí durante los años de Cambiemos una causa armada, no lo puse en el libro porque no hacía referencia al tema. Es un fenómeno tétrico que tiene que ver con la debilidad institucional y con la forma en que se ejerce el poder político despejado de cualquier componente ético que hace que sea un acto de fuerza. Se arman causas, para eso tiene que haber complicidades judiciales, de periodistas, de servicios de inteligencia, de policías y de testigos. Las causas judiciales se armaban y en el medio de eso se destruían personas, vidas y vínculos. Es muy grave, porque es casi el fin del Estado de Derecho. Se ha utilizado a la Justicia para hacer política y esto no puede negarlo ninguna persona de bien.
" De hecho, yo mismo sufrí durante los años de Cambiemos una causa armada, no lo puse en el libro porque no hacía referencia al tema. Es un fenómeno tétrico que tiene que ver con la debilidad institucional".
-¿Qué causa armada sufrió?
-Sufrí un par, pero la más paradigmática fue cuando con el fiscal Rodríguez tomamos una declaración por orden del juez Casanello. Hicimos en una entrevista a Meirelles, un arrepentido del Lava Jato brasileño por un fraude en AYSA. Hicimos la entrevista y en el medio Meirelles dijo que había transferido dinero ilícitamente de Arribas, quien en ese momento era el secretario de Inteligencia. Arribas querelló a Meirelles por falso testimonio y dicho sea de paso, ese señor, había firmado un pacto en Brasil que si mentía entonces iba preso de por vida. Arribas lo denunció, entonces el ex juez Bonadio no hizo caso a ese compromiso de verdad que había realizado Meirelles con un país soberano como Brasil, dictó su orden de captura y a la pasada nos denunció a mí y a Rodríguez por haber tomado la declaración. Cuando se enteró de esto, Arribas nos querelló y nos armaron un expediente judicial simplemente por tomar una declaración que ni siquiera pedimos nosotros, sino que fue por orden de un juez. Yo padecí el fenómeno, sé lo difícil que es explicar que uno hizo lo que dice la Constitución. Que un juez le haga un favor a un funcionario de inventar una denuncia y que eso empiece a tramitarse. Llegamos hasta el contrasentido de que la Cámara Federal pidió que tomen declaración a las personas que estuvieron en la entrevista a Meirelles, pese a que la entrevista estaba grabada. Era casi un chiste de una película de humor, pero revelan lo difícil que es trabajar en un poder con debilidad institucional.
"Arribas nos querelló y nos armaron un expediente judicial simplemente por tomar una declaración que ni siquiera tomamos nosotros"
-En el primer capítulo escribe sobre Justicia Ilegìtima y manifiesta que la Justicia entra en un problema cuando falla en contra de la expectativa. ¿Qué ocurre cuando se falla en contra de la expectativa creada por un medio de comunicación?
-La Justicia tiene un problema que es tremendo. Si nosotros vamos a una verdulería lo hacemos por el precio y por la calidad del producto, ese es el capital del verdulero. El capital de un juez y un fiscal es la palabra y cuando la palabra es sospechada entonces estamos sonados. Eso nos vuelve muy endebles a los judiciales. Lo que menciono en el libro es que las sentencias además de legales deben ser percibidas en la sociedad como justas. El secreto de la Justicia es que las sentencia sea aceptada por el denunciado y el denunciante. Hoy sobre la Justicia está sospechada: cualquier resolución de un juez en un tema controvertido, aunque sea legal es adjetivada para mencionar que tiene algún condimento que no la vuelve creíble. Es cierto que a veces los jueces fallen en contra de las expectativas y eso nos abre dos puntos: el primero es que la institución judicial Justicia al estar debilitada hace que el peso de la presión caiga sobre los jueces y el segundo punto es que hay que ser responsables cuando se adjetiva para recuperar la confianza en la Justicia. En muchos casos las decisiones judiciales y de los fiscales son cuestionadas sin siquiera haberlas leído. Se mezclan entonces muchas cosas: la crisis en la Justicia, la necesidad de que lo legal sea lo justo y que los medios sean responsables en la adjetivación. Yo mismo muchas veces recibo preguntas que muestran que no se conoce el producto que se critica y eso molesta. Es una gran ensaladera en que sale dañada la verdad y la cultura de los derechos que es la única que permite que no siempre gane el que tiene más dinero o más poder.
"Lo que menciono en el libro es que las sentencias además de legales deben ser percibidas en la sociedad como justas".
-En el libro menciona la importancia crucial de los medios de comunicación en la Justicia por las estrategias de dar una noticia y asistimos a momentos en que los medios condenan ¿Si los medios de comunicación están en manos de grandes corporaciones hay posibilidad de que haya Justicia?
-No menciono a los medios como ángeles o demonios. Básicamente lo que intento plantear es que en pleno siglo XXI se da una alianza entre sectores judiciales, de la política y otros poderes privados entre los que puede estar empresas de medios. Esta alianza con la Justicia tiene la capacidad de alojar dentro de los expedientes prácticas que pueden ser poco legales o ilegales como es el caso D´Alessio. Por otro lado, la construcción de la noticia judicial es otro problema, porque la Justicia no consiguió profesionalizarse para adaptarse al siglo XXI. Tenemos entonces una afirmación que es de otra época y que dice que los jueces hablan por sus sentencias y eso no es verdad, porque las páginas de los diarios están plagadas de noticias judiciales que se transformaron en un insumo importante dentro de la política. La noticia llega a los medios por la práctica de otro siglo que es el off the record que permite que los jueces y fiscales den información o engañen a periodistas. Esto hace que las personas en algunos casos reciban información falsa de aquello que está ocurriendo. Lo que propongo es que la Justicia tenga un vocero que hable con todos los medios de comunicación en igualdad y que se prohíba el off the record, entonces los funcionarios que quieran hablar lo hagan con nombre y apellido.
-Ya que menciona el caso de la relación espuria entre los medios y el poder Judicial ¿Qué opinión tiene de que un periodista pase al aire escuchas privadas?
-Eso muestra la debilidad de nuestras instituciones y la escasa lealtad de los funcionarios judiciales. Las escuchas que no se usan en un expediente deben ser destruidas, mientras que las que se usan deben ser secretas. Esto quiere decir que hay una acción infiel de una persona que tiene acceso al archivo. Esto es una muestra clara de la utilización de la información judicial para otra causa que la prevista por la Constitución. En el libro hablo de los juicios parelelos con información parcial y que la producen los jueces que llamo el juez rockstrar. Lo interesante es que se hacen juicios en los medios que no tiene con los hechos, que trabajan con sanciones sociales y no legales. Esas sanciones sociales pueden ser la vergüenza, la humillación y el disciplinamiento de la persona.
-¿Qué semejanzas observa entre el caso D´Alessio y el espionaje ilegal que es investigado en el juzgado de Lomas de Zamora?
-La semejanza que veo es la utilización de una institución particular como la AFI con fines que poco tiene ver con aquellos para la que fue creada. Es un desafío de la democracia que los servicios de inteligencia se subordinen a la Constitución. Desde 1983 todos los gobierno han tenido problemas con los servicios de inteligencia, pero es verdad que la curva es ascendente: cada vez más los escándalos son mayores. Este caso puede tener un entre comillas atractivo, porque las víctimas son dirigentes políticos y personas con muchas visibilidad como periodistas, religiosos, dirigentes. Esto presenta un desafío para que estas personas prediquen con el ejemplo, cuenten todo lo que saben y no especulen con el rol de víctimas para que se sepa qué pasó. Esto además se tratará en el Congreso y sería bueno llegar a un acuerdo moral para que todos concuerden en que no debe ocurrir más.