Se cierra el círculo en torno al gobierno de Mauricio Macri por el envío de armas a Bolivia para apoyar el golpe de Estado contra Evo Morales. La administración de Luis Arce halló las 40.000 balas antitumulto que se entregaron a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en la madrugada del 13 de noviembre de 2019. Se encontraron en guarniciones de esa fuerza. Son las que había agradecido el exjefe de las FAB, Jorge Terceros Lara, al entonces embajador argentino Normando Álvarez García. Complementan a las 26.900 balas antitumulto que estaban en depósitos de la Policía local. El gobierno de Cambiemos había enviado a los golpistas 70.000 balas 12/70 AT y más de 500 granadas y gases para apoyar el derrocamiento de Morales, por lo que se abrió una causa por tráfico ilegal de armas en Bolivia y otra por contrabando en la Argentina.
El hallazgo de las balas antitumulto consta en un exhorto que la Justicia de Bolivia envió a la Argentina. Se trata de un informe extenso con diversos documentos que da cuenta de que el régimen de Jeanine Áñez recibió el material armamentístico enviado de forma irregular por la gestión macrista apenas asumió el gobierno. La entrega ocurrió en las primeras horas del 13 de noviembre de 2019. Áñez había asumido el día previo. El armamento se trasladó en un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea junto al escuadrón especial de Gendarmería, el Grupo Alacrán, que viajó para proteger la embajada argentina en plena convulsión social. La coartada de la Gendarmería para justificar el faltante de las municiones fue que las 70.000 balas AT se utilizaron en ejercicios y prácticas de tiro, lo que ya quedó demostrado que es falso.
“El Material antidisturbios recibido por la Fuerza Aérea Boliviana fue distribuido a requerimiento, entre las distintas unidades de la FAB, con la finalidad de ser empleado por el personal de Cuadros, Alumnos y Soldados en el período de instrucción de especialidad”, se puede leer en el documento al que accedió El Destape. Las 40.000 balas antitumulto, por ejemplo, se repartieron entre diez dependencias de la fuerza y un remanente quedó en el Almacén de Material Bélico. De acuerdo al informe “no fue empleado ni utilizado”.
El juzgado en lo Penal Económico que comanda Alejandro Catania recibió la documentación que envió el gobierno de Arce a través de la embajada argentina en Bolivia, a cargo de Ariel Basteiro. Desde la sede diplomática se trabajó intensamente para esclarecer estos hechos que afectaron la democracia boliviana.
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Por el envío irregular estas municiones, en la justicia argentina están imputados el expresidente Macri, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, el exjefe de Gabinete Marcos Peña, el exministro de Defensa Oscar Aguad, el excanciller Jorge Faurie, el exSecretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, el exembajador en Bolivia Normando Álvarez García e integrantes de la Gendarmería, como el exjefe de la fuerza, Gerardo Otero. Es una causa de alto impacto político en la que se investiga el contrabando de armas. En Bolivia, a la par, se investiga el tráfico ilegal de armas y ya fueron imputados quienes eran los jefes de la Fuerza Aérea y de la Policía local al momento de los hechos, Jorge Terceros Lara y Yuri Calderón, respectivamente. Se trata de las dos fuerzas que recibieron el armamento.
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Las 40.000 balas AT
En un informe de la Fuerza Aérea Boliviana “sobre el inventario de las armas de fuego, municiones explosivos y otros materiales antidisturbios, ingresado a sus almacenes en los meses de octubre y noviembre de 2019” se da cuenta de un “único registro de ingreso de agentes químicos y materiales antidisturbios”. Está fechado el 13 de noviembre de 2019, el mismo día de llegada del Hércules C-130 argentino. Se trata de municiones “provenientes en calidad de donación de la República Argentina” que “fueron entregadas sin ningún tipo de documentación, tampoco inventario, motivo por el cual, al ingreso a los Almacenes de Material Bélico de las Fuerza Aérea Boliviana, se procedió a realizar el inventario correspondiente”. Ese registro da cuenta de que el gobierno de Macri le entregó:
- Cartuchos Antitumulto 12/70 mm 40.000 unidades
- Granadas de Gas CN 50 unidades
- Granadas de Gas CS 19 unidades
- Granadas de gas HC 52 unidades
- Gas Spay Lacrimógeno MK 9 18
- Gas Spay Lacrimógeno MK 4 5
En la documentación que fue acumulada a la causa judicial en Bolivia y ahora envió a la Argentina, consta incluso cómo fue la operación de entrega. Un “informe sobre el recojo de material antidisturbios procedente de la República Argentina”, elaborado por el encargado de la sección de Almacén central de Material Bélico Wilfredo Condori, precisa que en la madrugada del 13 de noviembre de 2019 las municiones fueron recogidas por el hangar de la Fuerza Aérea en que había aterrizado el Hércules C-130 por el Coronel Oscar Burgos Gutiérrez. Según Condori, fue Gutiérrez quien dio la orden de llevarlas al almacén central de Material Bélico. Como no había ningún acta de recepción ni se había firmado ningún documento, es decir, toda la entrega fue sumamente irregular, “se levantó un inventario” con la presencia se Gutiérrez. Se trata del registro mencionado anteriormente.
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Las cantidades del inventario coinciden exactamente con las que menciona Terceros Lara en su nota a Álvarez García, firmada el 13 de noviembre de 2019. En esa nota, el exjefe de la FAB, ahora detenido, agradece “la colaboración prestada a esta institución armada, en el marco del apoyo internacional entre nuestros países, debido a la situación conflictiva que vive Bolivia”. Terceros Lara detalló que recibió por parte del gobierno argentino 40.000 cartuchos AT12/70, y la misma cantidad de gases lacrimógenos y distintos tipos de granadas. Cuando estalló el escándalo, el exjefe de las FAB dijo que esa nota era falsa pero los hechos lo comprometen.
Al material hallado en guarniciones de la FAB se suma el encontrado en depósitos de la Policía de Bolivia, que consta de otras 26.900 balas AT y decenas de granadas y gases. Este arsenal fue cargado en camionetas de la Policía local, que fueron las que escoltaron a los alacranes hasta la embajada. Es que tal como quedó comprobado en las pesquisas que tramitan en ambos países, las municiones que envió el macrismo fueron entregadas a la Fuerza Aérea Boliviana y a la Policía local en la madrugada del 13 de noviembre de 2019 en el Aeropuerto de La Paz, horas después de la asunción de la presidenta de facto Jeanine Áñez.
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Como si todo esto fuera poco, un informe técnico de la Aduana Boliviana que se realizó a pedido de la justicia local “concluye que no se tiene registro, datos o información respecto al ‘control y fiscalización de la entrada y salida de material antidisturbios, así como de la aeronave perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina C-130, Matrícula TC-70, en fecha 13 de noviembre de 2019, en la que se transportaron agentes químicos del vecino país de argentina con destino a Bolivia”. Es decir, que no hubo control aduanero respecto a las 70.000 balas y más de 500 granadas. Todo ingresó de forma ilegal.