Envío de armas a Bolivia: el gobierno ampliará la denuncia y apuntará a una reunión en la Casa Rosada

En la nueva presentación se hará eje en las reuniones que se realizaron el 12 de noviembre de 2019 en Casa Rosada, que involucran a Macri, Faurie, Bullrich y los cuatro jefes de las fuerzas de Seguridad, entre otros. Además: las declaraciones de los policías bolivianos que intervinieron en la maniobra de recepción del armamento confirman el contrabando.

18 de agosto, 2021 | 05.00

El gobierno nacional ampliará la denuncia por el envío de armas a Bolivia durante el gobierno de Mauricio Macri para apoyar el golpe de Estado contra Evo Morales. La presentación, que sería este miércoles, hará eje en las reuniones que se realizaron el 12 de noviembre de 2019 en Casa Rosada, que fue el día de asunción de la dictadora Jeanine Áñez y del envío del armamento. La hipótesis central es que en aquellos encuentros se terminó de cerrar la maniobra ilegal para abastecer de municiones a los golpistas. Las reuniones, tal como publicó este medio, involucran a Macri, al entonces canciller Jorge Faurie, a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y a los cuatro jefes de las fuerzas de Seguridad, entre otros funcionarios de aquel período. La mayoría de los mencionados está imputado en la causa en que se investiga un contrabando agravado.

A la par, se conocieron las declaraciones de los policías bolivianos que intervinieron en la maniobra de recepción de parte de las municiones. Los testimonios forman parte de un informe que confirma cómo fue el circuito que tuvieron las armas una vez que arribaron a Bolivia. Se trata de un elemento más que complica al gobierno de Mauricio Macri.

Las visitas a la Rosada y la nota de Faurie

El 12 de noviembre de 2019 por la noche partió rumbo a La Paz un grupo de elite de la Gendarmería con sus armas para custodiar la embajada argentina en Bolivia y la residencia del embajador. De contrabando se agregaron en el vuelo 70.000 municiones anti tumulto, granadas y gases lacrimógenos. Tal como se desprende de la documentación hallada hasta el momento, el armamento que no se declaró como embarcado en el Hércules C-130 terminó en manos de la Policía (29.900 municiones) y la Fuerza Aérea Boliviana (40.000 municiones).

El mismo 12 de noviembre, que fue el día que asumió la presidenta de facto Jeanine Áñez, se produjeron reuniones relevantes en la Casa Rosada que protagonizaron muchos de los acusados por el envío ilegal de armas. La hipótesis central es que allí se terminó de cerrar el envío ilegal, que se daría unas horas más tarde.

Tal como se desprende de la lista de ingresos a Balcarce 50, en aquella jornada Macri recibió al canciller Faurie. El encuentro duró casi una hora: de 10.42 a 11.29. Después de la reunión, Faurie firmó una nota dirigida a los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Oscar Aguad, en la que pidió “aumentar la protección” de la embajada, el consulado y la residencia oficial. Solicitó “una unidad de Gendarmería –de tamaño acorde a las necesidades  operativas del caso- (…)”.

Este documento solo tuvo por fin darle una coartada al envío ilegal de armas porque el día previo la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) ya había autorizado “el uso del material y equipamiento” del Grupo Alacrán en Bolivia a pedido de la GNA. ¿La finalidad? La misma que había esgrimido Faurie. Es decir que lo que pidió el canciller ya estaba en marcha.

La única razón que pudo tener la nota de Faurie, que presentó de forma manuscrita y no digitalmente, fue legitimar el envío ilegal de armas. Porque el 12 de noviembre de 2019, es decir el mismo día de la nota del canciller, se da el pedido de ampliación de armamento para enviar a Bolivia con el grupo Alacrán. Esa segunda solicitud que hace la GNA a la ANMaC  es la de los 70.000 municiones antimulto que terminaron en manos de los golpistas.

Diez minutos después de la partida de Faurie, a las 11.39, ingresa a Casa de Gobierno la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Va a ver al jefe de Gabinete Marcos Peña. Luego se suman al encuentro con el jefe de los ministros la cúpula del ministerio de Seguridad y los directivos de las fuerzas que dependían de Bullrich.

Fueron parte de ese cónclave: el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco; el subsecretario de Seguridad interior, Gerardo Milman; el jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero; el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia; el prefecto general Héctor Scarcela; y el director de la PSA, Alejandro Itzcovich Girot, entre otros. También estuvo en Casa de Gobierno el 12 de noviembre el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo. 

El gendarme Otero es uno de los imputados por el contrabando ya que la GNA fue la fuerza que brindó las municiones para Bolivia. Aquel 12 de noviembre de 2019 fue su única visita en todo ese año a la Casa Rosada.

La mayoría de los mencionados fue a la Quinta de Olivos al día siguiente, cuando se entregaron las armas a los golpistas, tal como publicó este medio. Entre las visitas del 13 de noviembre a la residencia presidencial se destaca la del exembajador de los EE.UU. Noah Mamet.

El testimonio de los policías que recibieron las armas

En la entrevista que brindó a TN y se difundió este lunes, Macri le dijo a Joaquín Morales Solá que no existió el contrabando de armas a Bolivia. Pero cada vez se suman más elementos que demuelen cualquier intento de negar los hechos.

A la abundante prueba recopilada hasta el momento se suma un informe de la Policía de Bolivia donde constan los testimonios de los agentes locales que participaron de la maniobra que se concretó el 13 de noviembre de 2019. El relato es coincidente: recibieron el llamado de un superior que les ordenó que debían retirar del Hotel Plaza Real a diplomáticos argentinos y familiares y llevarlos al aeropuerto, al hangar Los Diablos Negros, en la Ciudad El Alto. Allí dejaron a los argentinos, que se subieron al Hércules C-130, y al mismo tiempo recibieron a un grupo de gendarmes y carga que vino en el avión. De allí se trasladaron a la embajada argentina donde descendieron los uniformados argentinos. El armamento que era la carga que se bajó del avión se llevó a un depósito de la fuerza. Todo habría tenido la venia de las “altas esferas” y habría sido coordinado con el Comandante de la Policía de Bolivia  de aquel momento Yuri Calderón. Se trata de una parte del armamento. Otra, se entregó a la Fuerza Aérea, donde también se realizó una investigación interna.

Uno de los puntos del informe de la Policía de Bolivia es el 1.2 “Sobre los gases y equipo antidisturbios recibidos de la República Argentina”. Allí se pueden leer los relatos de diversos policías que participaron de la recepción del armamento.

El sargento primero Juan Mario Serrano Avila, encargado de la Sección Almacén de agentes químicos del Departamento Nacional de Armamento y Equipo, señaló que  el 13 de noviembre de 2019, entre las 4 y 5 am, cumplió instrucciones del mayor William Fernández El Hage quien era el jefe del Departamento Nacional de Armamento y Equipo en 2019, y se constituyó en el Hotel Plaza Real (ex Radisson). Fue también junto a Carlos Cristian Flores Vargas, jefe de la División Armas y Munición, y el mayor Cesar Ceballos Ariñez, jefe de la División Equipo Policial. Desde allí escoltan a las personas argentinas hasta el aeropuerto, quienes se suben al avión de la Fuerza Aérea Argentina. Del mismo “descendieron previamente uniformados del mismo país”, quienes fueron escoltados hasta la embajada argentina.

De acuerdo a Serrano Ávila, “los uniformados argentinos dejaron en la camioneta de la Policía Boliviana, perteneciente al Departamento Nacional de Transportes, agentes químicos y munición no letal”. Entre la carga estaban las 26.900 municiones antitumulto. Se encontraban en “269 cajas de color celeste y verde agua, embaladas en plástico transparente”.

Este agente afirmó que “los funcionarios argentinos habrían indicado que estaban dejando esos materiales por gestiones del Comandante General de la Policía Yuri Calderón y que se realizaría posteriormente una formalización de la entrega”. Nunca se hizo esa supuesta formalización. El material de hecho se encontró en depósitos de la Policía y nunca fue “oficializado”.

Quien también declaró fue el teniente coronel William Fernández El Hage, jefe del Departamento Nacional de Armamento y Equipo en 2019. Este uniformado afirmó que fue contactado el 12 de noviembre de 2019 por el Comandante de la Policía Yuri Calderón y del Coronel Rubén Pastor Gemio –Director nacional de Administrativa-, quien le ordenó que debía dirigirse con parte de su personal al Hotel ex Radisson. Allí estaban los argentinos que iban a abandonar Bolivia. Tenían que escoltarlos hasta el aeropuerto. Su relato coincide con el de Serrano Ávila. El Hage dijo que estuvo con ellos y los escoltó hasta el aeropuerto militar.

Dijo que el personal argentino se subió al Hercules C-130 y que de allí “descienden uniformados” que no pudo “identificar si eran funcionarios policiales o militares. Dichos funcionarios argentinos empezaron a descargar diferentes cajas plásticas, bolsas cotines, cajas de madera y cajas embaladas de estopines”.

El Hage afirmó que “dichos elementos son el resultado de la coordinación que se había realizado con el Comando General de la Policía Boliviana, por lo cual procedieron a escoltarlos y trasladarlos a la residencia argentina”. El Hage detalla que un solo vehículo de la dirección de Transporte ingresó a la residencia y que es el que tenía el material de los alacranes. Este uniformado asegura que  allí los uniformados argentinos le entregaron el armamento. El Hage también afirmó que “ese material se habría coordinado con el Señor Comandante General Yuri Calderon Mariscal para que se entregue a la Policía Boliviana”.

El Hage añadió que “al pedir el desglose específico del material antidisturbio no letal y la correspondiente acta de entrega, los funcionarios uniformados  refirieron que esas coordinaciones se habrían realizado a nivel del Comando General y autoridades de Alto Nivel y que sería esa instancia la que debería cumplir los formalismos pertinentes”.

Luego de la entrega, trasladaron el material hasta depósitos del Departamento Nacional de Armamento y Equipo, donde se hizo un inventario. El armamento quedó, según El Hage, “en calidad de depósito y custodia ya que no habían sido entregados de forma oficial” y que no se utilizaron “en ningún momento”.

Según pudo reconstruir este medio, la entrega del armamento se hizo en el aeropuerto pero los vehículos con el material fueron en una especie de caravana e hicieron una parada en la embajada para que descendieran los alacranes. Luego, tal como surge del relato de diversos policías, siguieron su viaje rumbo al depósito de la Policía.

Por ejemplo, el subteniente Carlos Cristian Flores Vargas relató que las municiones se dejaron todo el tiempo en las camionetas que fueron cargadas en el aeropuerto. De acuerdo a su narración, cuando arribaron a la embajada argentina provenientes del aeropuerto los gendarmes “descendieron de manera inmediata de los vehículos e ingresaron rápidamente a la residencia” mientras que “quedaron en las camionetas ciertos equipajes como: una bolsa cotín, una caja de madera y cajas de color azul, las cuales fueron trasladadas  a almacenes del Departamento Nacional de Armamento y Equipo quedando a cargo del mayor William Fernández  El Hage”, que era el jefe del departamento, y del “Comando General”.

En su declaración, el mayor Cesar Ceballos Ariñez también refirió a “la entrega de los pertrechos” se “había coordinado con el señor Comandante General, el general Yuri Calderón Mariscal”.

En el informe también se señala al agregado de la Gendarmería en la embajada Argentina, Héctor Caliba, como el contacto con la policía Boliviana y quien estuvo a cargo de las gestiones de la armas en el país vecino. Caliba ya fue imputado en la causa por contrabando agravado. Lo que aún no está claro es si Caliba también gestionó la entrega de armas a la Fuerza Aérea. Fuentes del área de seguridad aseguraron a El Destape que la Gendarmería se relaciona con la Policía pero no con las Fuerzas Armadas.

Otro dato que surge de las investigaciones en Bolivia es que el jefe de la Gendarmería, Gerado Otero, envió en noviembre de 2019 una nota de condolencias a la Policía boliviana por el fallecimiento del comandante Heybert Antelo Alarcon. La nota está firmada el 13 de noviembre de 2019, el día de entrega de las municiones. Según surge de la documentación recopilada por el gobierno de Bolivia además de la nota, Otero envió un sobre cerrado dirigido al Comandante General de la Policía Nacional Rodolfo Antonio Montero Torricos. ¿Allí había información sobre el armamento? El interrogante aún no tiene respuesta.