La buena sintonía que venía manteniendo el gobierno entrerriano con la Casa Rosada parece comenzar a resquebrajarse. Si bien Rogelio Frigerio se ha mantenido al margen los últimos acontecimientos legislativos que suscitaron un aparente cortocircuito entre el PRO y LLA, lo cierto es que el gobernador y sus pares dentro de Juntos por el Cambio empiezan a ver que el respaldo brindado en los primeros ocho meses de gestión libertaria no tiene los frutos esperados. Con una economía que no deja de derrumbarse, las arcas provinciales sufren una retracción histórica de fondos coparticipables, producto de un consumo que está por el piso. Se le suma el no arribo de recursos por el restituido Impuesto a Ganancias, debido a una reglamentación tardía, y una serie de quitas que impactan tanto al Tesoro como al bolsillo de la ciudadanía, que empieza a mostrarse más impaciente.
En las últimas horas el Congreso le asestó al gobierno nacional tres golpes: la Bicameral de Inteligencia quedó en manos del radical Martín Lousteau, en acuerdo con el justicialismo y desplazando a un senador del PRO y al entrerriano Edgardo Kueider -peronista díscolo cada vez más cercano a La Libertad Avanza-; dio media sanción al rechazo de los fondos reservados para la SIDE y aprobó la nueva fórmula jubilatoria casi por unanimidad. En los últimos dos hechos, la mano de Frigerio pudo haber jugado un rol.
En la Cámara baja, tres legisladores que responden en general los mandatos de la Casa Gris levantaron la mano: los radicales Pedro Galimberti y Atilio Benedetti y el PRO Francisco Morchio. Los primeros pudieron haber seguido alguna prerrogativa más partidaria, pero el último es un hombre del frigerismo puro, del riñón más cercano del mandatario. En cuanto a la norma vinculada a los jubilados, los dos senadores de Juntos por el Cambio por la provincia -Alfredo De Angeli y Stella Olalla- apoyaron la iniciativa, lo cual despertó también la sospecha de una posible solicitud desde el territorio en ese sentido. Consultados por El Destape, desde el entorno de los legisladores evitaron hablar de una orden expresa de parte del gobernador, aunque tampoco negaron que pudo haber influido en su decisión el malestar que existe en la provincia con el rumbo adoptado por la gestión nacional.
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Claro está que lo sucedido tuvo como actor preponderante a Mauricio Macri, quien lidera hoy para Frigerio el espacio que él conduce en la provincia. De hecho, el gobernador fue uno de los oradores del acto del 1° de agosto en CABA, donde el expresidente relanzó el PRO, se distanció definitivamente de su antes aliada Patricia Bullrich y abrió el camino de lo que algunos ven como una candidatura en 2025. La presencia de su exministro aquel día fue una fuerte señal de acompañamiento al proyecto del exjefe de Estado, que prefiere mantener un poco de autonomía respecto de la gestión de Javier Milei.
No obstante, el mandatario entrerriano ha intentado, hasta el momento, sortear la dura interna nacional de su partido y la relación con la Casa Rosada. Viaja regularmente a Buenos Aires, gestiona en los despachos de los ministerios y se muestra sonriente con actores clave del andamiaje libertario: lo hizo en su momento con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; luego con el ministro de Economía, Luis Caputo; y hace pocos días con la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Todo ello sumado al apoyo casi incondicional al plan de ajuste del gobierno libertario, su ratificación de que el "déficit cero" es una prioridad, su acompañamiento a la Ley Bases y su presencia para la firma del Pacto de Mayo en Tucumán.
El problema es que los gestos son demasiado de un lado y muy pocos del otro. Entre Ríos tuvo que judicializar los recursos que se le deben a la Caja de Jubilaciones y los fondos pendientes de pago a la Represa de Salto Grande se hicieron a través de bonos, lo cual generó enojos e incluso pedidos de informe en la Legislatura. Como ya explicó El Destape, en las últimas horas se ha recrudecido el conflicto con los maestros, que en parte tiene como responsable directo al Presidente, que eliminó el pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y Conectividad de los recibos de sueldo y borró la paritaria nacional. Como si fuera poco, la desaparición del Fondo Compensador del Transporte -que en la práctica se sigue solventando con cada litro de nafta que carga un entrerriano- provocó que el boleto de colectivos se dispare, en casos, un 400%.
En ese marco, Frigerio ha buscado establecer una agenda propia, que lo aleje un poco de las riñas de Buenos Aires. Ha enviado proyectos para reformar el Estado, para eliminar fondos reservados, una reforma política y hasta un "RIGI provincial", para atraer inversiones. El problema es que, a casi un año de asumir, siguen sin llegar fondos que colaboren a mostrar un gobierno más activo. En mayo, junio y julio la coparticipación cayó en términos interanuales 25%, 20% y 19%, de acuerdo a lo que fuentes oficiales le confiaron a El Destape. De las 169 obras con recursos de Nación neutralizadas por Milei, sólo se seguirán 13. El resto fueron traspasadas, en parte a la provincia y en parte a los municipios, que difícilmente puedan hacerse cargo. Proyectos que van desde un mega acueducto para llevar agua dulce al área metropolitana de Paraná hasta cloacas de una pequeña localidad del interior del departamento Villaguay que posiblemente queden sin efecto. Junto a ellas, unas 2 mil viviendas iniciadas que nadie sabe cómo se van a terminar, aunque ahí sí existe una promesa del gobernador de concluir lo que se empezó.
En las últimas horas, primeras líneas de la administración provincial comenzaron a alzar la voz con frases que dejan en evidencia que, tal vez, algo se rompió. Una de ella fue Alicia Fregonese, la titular del Consejo General de Educación (CGE). Consultada por el conflicto docente, habló de los reclamos que se le hacen a Nación por fondos retirados y acto seguido fue tajante: "Estamos solos, Nación no nos acompaña".
En las últimas horas se han acrecentado las muestras de descontento social en la provincia. Como suele suceder, el primer nicho donde el vecino va a golpear la puerta es al gobierno local. Y Frigerio está sintiendo el rigor de un escenario donde a muchos parece que se les acabó la paciencia. En Gualeguaychú tuvo que suspender una conferencia en conjunto con la gestión local por una manifestación de maestros. En las últimas horas, además, muchos padres de niños y niñas que van a la escuela pública se han sumado al reclamo de los docentes, mientras una conciliación obligatoria dictada por la Justicia intentará acercar posiciones entre los educadores y la patronal en una disputa que se ha cobrado, sólo en agosto, siete días de clase por huelga.
Una mecha que parece cada vez más corta, con una Nación que se muestra intransigente. Resta saber hasta dónde estará dispuesto a esperar el gobierno entrerriano un gesto que trace un camino de concordia en un escenario donde la crisis está afectando, cada día, a más y más gente.
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