El nuevo desafío planteado por la resolución de la Corte Suprema sobre las elecciones en San Juan y Tucumán de alguna manera sirvió para reactivar gran acto que kirchnerismo venía organizando, con algunas dudas, para el 25 de mayo. Además de la fecha patria, ese día se conmemorarán los 50 años de la asunción de Héctor J.Cámpora y 20 de la llegada a la Casa Rosada de Néstor Kirchner. "Hay una idea de revitalizar a la militancia, la gente estaba con ganas de salir a la calle y lo de la Corte lo potenció", comentaba uno de los integrantes de la llamada "mesa de Ensenada" que volverá a reunirse la semana próxima para definir los detalles del encuentro. La idea que prevalece es la de una gran concentración en la 9 de Julio, pero también se barajan otras alternativas. La gran duda, lo que cambiaría todo, es si Cristina Kirchner resuelve participar o si el acto del 25 será el último capítulo del operativo clamor para convencerla de que sea la candidata del Frente de Todos.
De manera un poco anárquica, agrupaciones kirchneristas ya vienen llevando adelante una campaña de afiches, pintadas y de videos a través de las redes con consignas esperanzadoras. "El sol del 25 viene asomando" o "El 25 ella vuelve" son las frases más repetidas dando por hecho la participación de la vicepresidenta en el encuentro. Una vez más, el principal propalador del clamor es el ministro bonaerense y coordinador de La Patria es el Otro, Andrés "Cuervo" Larroque. En declaraciones a la AM750, insistió que el peronismo debe movilizar el 25 para “generar una inmensa manifestación popular”. “Vemos un ataque permanente a la institucionalidad y la democracia. Cristina protagoniza esperanzas, pasaron terremotos y tsunamis y la que queda es Cristina”, agregó..
El acto estuvo pensando desde que se armó aquel primer plenario "Luche y Vuelve" en Avellaneda. Por entonces, se imaginaron una serie de actividades que desembocarían en un gran concentración masiva en el centro porteño en el que, se esperaba, Cristina aceptaría el desafío de una nueva candidatura presidencial pese a la persecución judicial en su contra. En el medio se dieron algunas idas y vueltas y sólo se cumplieron algunas actividades de aquel cronograma y surgieron otras, como la clase magistral de la vicepresidenta en el Teatro Argentino de La Plata. Aquel "yo ya di todo" de la vice terminó por desinflar la ilusión de muchos, lo mismo que la falta total de señales respecto a la organización del acto del 25. "No sabemos nada, está pinchado", confesaba por entonces uno de los organizadores.
Pero, por uno de esos vaivenes raros que muestra últimamente la dinámica del Frente de Todos, pocos días después de La Plata desde el entorno de la vice hablaban de una reconsideración de la situación, dado que quien se presentaba como el candidato de consenso más probable, el ministro de Economía, Sergio Massa, estaba cada vez más enredado en las dificultades que le planteaban la inflación, las reservas y la cotización del dólar. Ante un electorado dividido en tercios, el fantasma de un Frente de Todos afuera el ballotage se convertía en algo palpable, y de ahí la postulación de Cristina como único antídoto ante esa catástrofe de consecuencias imprevisibles.
“Cristina es la figura que puede canalizar la esperanza, garantizar la unidad y asumir el programa que esboza y plantea. A toda luz nadie lo puede discutir. Cada día que pasa me queda más claro que la coyuntura demanda esto. Lo que uno percibe es que los compañeros y compañeras que tenían la intención ahora es una demanda más fuerte de que sea candidata”, sostuvo este miércoles Larroque, luego de conocida la resolución de la Corte Suprema. Una interpretación común que se hizo dentro del oficialismo fue que la movida de Horacio Rosatti y compañía buscaba terminar de clausurar la posibilidad de una postulación de la vice.
"Es un claro mensaje a nivel país, a todo el peronismo y particularmente a Cristina Fernández de Kirchner", evaluó el ministro de Justicia, Martín Soria, en diálogo con El Destape Radio. La posibilidad de un tratamiento exprés a la apelación de la causa Vialidad para que quede firme la condena proscriptiva contra Cristina antes de las elecciones, que antes aparecía poco probable, de repente se torno muy verosímil. Si suspendieron dos elecciones provinciales cinco días antes, porqué no confirmarían la condena a la vice en caso de que piensen que puede ganar. "¿No ves que no me van a dejar ser candidata?", le envió Cristina un mensaje a un interlocutor habitual. "Ah, ¿entonces pensabas ser candidata?", le respondieron. No hubo más comunicación.
Con ese nivel de incertidumbre también trabajarán los organizadores del acto del 25. "Sabemos que no vamos a tener ninguna definición hasta que estemos más cerca de la fecha del acto. Cristina es así. Es la estratega, maneja los tiempos y el efecto sorpresa", se resignaba uno de los dirigentes. Pero, lo podían palpar en la militancia, el desafío de la Corte Suprema había redoblado las ganas de manifestarse en la calle. Por eso, aún sin Cristina confirmada, se animaban a pensar en el enorme escenario de la 9 de Julio. Otras opciones eran la Plaza de Mayo o un estadio. "La idea es reafirmar el compromiso con la militancia y salir a defender la democracia en su 40 aniversario. Obviamente, si viene Cristina mucho mejor, pero el entusiasmo ya está", aseguraban. En ausencia de la vice, el lógico orador de cierre será Máximo Kirchner.
En medio de los preparativos, quedaron nuevamente expuestas las diferencias de criterio respecto a las PASO. Por segundo día consecutivo, Sergio Massa -esta vez en un acto junto al gobernador Axel Kicillof- reiteró el rechazo a una competencia y reclamó "no andar perdiendo el tiempo en internas estériles que solo resuelven vanidades políticas". La posición, comentaban en el kirchnerismo, coincidiría con la visión del entorno de la vicepresidenta, donde prevalece la idea de no ir a una primaria con varios postulantes que saquen pocos puntos, sino que debe apuntarse a encolumnar a todo el oficialismo detrás de un nombre para fortalecerlo. "De lo contrario el ganador de las PASO va a ser Milei por escándalo", explicaban, dado que el libertario no tiene que competir contra nadie y seguramente será quien más votos obtenga individualmente. Pero, a esta altura, parece difícil conseguir consenso en torno a un nombre cuando ya hay varios apuntados. A no ser, claro, que Cristina diga que la candidata será ella.