Leandro Santoro eligió a la arquitecta Bárbara Rossen como compañera de fórmula para la jefatura de gobierno porteña con el objetivo de convertir en eje de la campaña a los negocios inmobiliarios del macrismo en la Ciudad y las dificultades para conseguir vivienda, un karma capitalino. Como integrantes del Colectivo de Arquitectas, Rossen se hizo conocida por su lucha para que el predio de Costa Salguero sea un parque público y no el megaproyecto inmobiliario que impuso el PRO. En una polarización contra Jorge Macri, el objetivo de Unión por la Patria es sumar puntos en la siempre difícil CABA, con el objetivo de colocar a Santoro en el ballotage, pero también para aportarle a Sergio Massa en la pelea nacional aunque vayan en boletas separadas. Ya quedó claro en las PASO que la cosecha de las dos listas va de la mano.
"Con Bárbara tenemos una prioridad: que las porteñas y porteños tengan alquileres accesibles. Además, vamos a derogar el Código Urbanístico, prohibir la venta de tierras públicas, auditar los negociados inmobiliarios, actualizar el Plan Urbano Ambiental y recuperar espacios verdes y el río. Vamos a construir una Buenos Aires más justa", prometió Santoro en el anuncio de su compañera de fórmula. Sorprendió porque no estaba en las especulaciones previas que iban por el lado de otras referentes porteñas más conocidas, pero la opción por "Barbie" Rossen comenzó a tomar cuerpo en los últimos días, con la convicción de que la cuestión inmobiliaria se convertirá en central durante la discusión electoral porteña.
El vicejefe de gabinete Juan Manuel Olmos -gravitante tanto en la campaña nacional como en la porteña- lo conversó con el diputado Eduardo Valdés y le trasladaron la idea a Santoro. Rossen ya había acompañado en la campaña para las primarias al candidato a jefe de gobierno, lo mismo que en su momento habían coincidido en el gran debate que se gestó en torno al destino al predio de Costa Salguero, uno de los más notorios intentos del macirsmo para convertir los espacios públicos de la Ciudad en un meganegocio con la construcción de torres de lujo frente al río. "La defensa de las tierras públicas debe ser política urbana, no se venden ni se privatizan" porque "son la reserva para los programas públicos que necesita la ciudadanía", sostuvo la ahora candidata al agradecer el ofrecimiento.
Rossen es hija de la abogada Alicia Pierini, una dirigente histórica del peronismo porteño y de los derechos humanos. Como ahora su hija, Pierini también se desempeñó varios años en la Defensoría del Pueblo. Rossen actualmente es Directora General de Derechos de Acceso a la Ciudad dentro de la Defensoría, lugar desde el que trabaja a diario por las cuestiones que a UP le interesa que se pongan en debate. "Se construyeron 10 millones de metros cuadrados sólo en los últimos 10 años", recordó Santoro sobre la Ciudad. Pese a eso, agregó, "hoy tenemos alquileres dolarizados y el sueño de la casa propia resulta imposible".
Será uno de los ejes para este tramo de la campaña en la apuesta a polarizar con el macrismo, hegemónico en la Ciudad desde hace 16 años. Si bien Santoro no pudo convertirse en el candidato más votado en la primera vuelta como pretendía, consiguió mantenerse en pie en medio de la feroz disputa entre Jorge Macri y Martín Lousteau que acaparó la atención. El candidato de UP obtuvo el 22,1% y ahora buscará atraer a buena parte de los votantes que optaron por Lousteau -el radical sacó el 27,2%-, como opción para impedir otra gestión del PRO. Bastante atrás en la disputa quedaron el libertario Rodrigo Marra -13%- y la candidata del FIT, Vanina Biasi, los otros dos postulantes que superaron el piso de las PASO.
Macri eligió como compañera de fórmula a la larretista ministra de Espacio Público, Clara Muzzio, descartando una opción radical, pese a lo ajustada que resultó la pulseada con Lousteau. Así dejó a la UCR sin representación en la boleta y un amplio espacio en el que Santoro, de origen radical, puede ir en busca de voluntades.
La primera encuesta posterior a las PASO, difundida esta semana por la consultora CB, mostró a Santoro escalando unas décimas y a Macri con dificultades para retener el voto de la primaria de Juntos por el Cambio. La pérdida, en principio, beneficiaría a Marra, empujado por el envión de Javier Milei en el país. Una curiosidad de las PASO del 13 de agosto fue que, siendo un candidato originario de Capital, Milei sacó el porcentaje más bajo de votos de todo el país en la CABA. Parece lógico que él y sus candidatos suban un poco también en el distrito en las generales de octubre.
Pero en el análisis de las imágenes positivas y de la potencialidad del voto, en el mismo sondeo le otorga a Santoro un posible alcance superior al 30%, que lo colocaría en un hipotético ballotage. Aún en una derrota, sería bueno para el candidato de UP llegar a esa instancia porque se posicionaría como la referencia opositora en la Ciudad. "Hace años que no veo un dirigente nuestro que tenga la llegada a la gente que tiene Leandro", lo elogiaba un dirigente histórico del peronismo de la Ciudad.
Luego del bochorno ocurrido durante aquel domingo en las PASO, el gobierno de la Ciudad decidió reemplazar el voto electrónico por el tradicional sufragio con boleta de papel. El sistema deberá ser definido por la juez con competencia electoral María Servini -si es con boleta única o boleta tradicional-, pero seguro las boletas locales de nuevo estarán en mesas separadas de la elección de las autoridades nacionales. Con todo, más allá de la afluencia extra de la primaria de Juntos por el Cambio, hubo bastante paridad entre lo que obtuvieron los candidatos porteños de los nacionales. Por ejemplo, entre Santoro y la suma de Massa y Juan Grabois apenas si se registró un 1,5% más en la puja nacional. Por eso, la creencia que si sube Santoro también subirá Massa y viceversa. Habrá un elector porteño que el 22 de octubre asistirá convencido a poner en la urna a los candidatos de Unión por la Patria contra la oferta de la derecha.
Recuperar algunos puntos en la Ciudad hasta acercarse al 30%, sumar en la provincia para que Massa se ponga a la par de Axel Kicillof y se acerque al 40% y mejorar la situación en algunas provincias de tradición peronista que se vieron sorprendidas por el triunfo de Milei, son las metas que comenzaron a trazarse en el comando de campaña de Unión por la Patria para asegurarse que el ministro de Economía llegue al ballotage. Como ya es tradición, la puja porteña se verá contaminada por el debate nacional y la devaluación de Patricia Bullrich como candidata opositora, podría terminar afectando a Macri y beneficiando a Santoro. La puja en la Ciudad se vuelve más interesante.